Nikola Motors, empresa estadounidense de camiones y pick-ups eléctricos y de hidrógeno que se fundó en 2014, recibió un duro revés hace escasos días porque su CEO y fundador, Trevor Milton, fue acusado a cuatro años de prisión por delitos de fraude mientras dirigía esta compañía. El delito que se le imputa es que mintió a los inversores sobre la tecnología de la empresa.

El ejecutivo estadounidense se marchó de la empresa hace tres años, poco después de que  surgieran acusaciones de fraude. Coincidió además, que había pasado dos semanas desde que la compañía que representaba Milton firmara una asociación de dos mil millones de dólares con General Motors.

Falsedades morrocotudas tales como que en una exhibición mostró un camión rodando cuesta abajo para dar la impresión de que circulaba por una carretera. También se quiso mentir en otra unidad en la que reflejaba un logo con las palabras "hidrógeno eléctrico" en el uno de los laterales cuando ese vehículo tenía motor de gasolina, según anunció la CBS.

Anteriormente a eso, el acusado volvió a engañar a los inversiones en 2018 sobre que ya tenía finalizado su camión eléctrico, llamado Nikola One, cuando no había nada al respecto. Les dijo a los futuros accionistas que era un proyecto sólido que estaba a punto para salir a la calle y no era así.

La manipulación llegó hasta tal punto que convenció a todo el mundo y consiguió salir a bolsa en 2020. Además, la empresa de camiones eléctricos y de hidrógeno creció de una manera exponencial para conseguir un valor de 34.000 millones de dólares.

La primera condena para Trevor Milton llegó en octubre de 2022. En ese momento, un jurado lo declaró culpable por indicios fundados de fraude. En 2023, el ex consejero delegado de Nikola ha sido condenado a cuatro años de prisión y a pagar un multa de un millón de dólares, así como otra para otros conceptos de la que no se han dado cifras. 

Por si esto no fuera poco, dentro de la condena se incluyen varios años de libertad condicional. Los fiscales pidieron para él un castigo de 11 años de prisión, así como una sanción de cinco millones de dólares, pero el empresario estadounidense la ha rechazado y la ha recurrido. En la actualidad se encuentra en libertad bajo fianza a la espera de que se vuelva a activar un nuevo proceso judicial.