Coches que rondan las 3 toneladas: ¿Se están excediendo las marcas?

Concepto del nuevo BMW XM.

Sin duda, el peso es un factor que ha cambiado muchísimo en los últimos años

La industria de automoción lleva unos años viendo como aumenta generosamente el peso de los coches. Y no solo hablamos de carrocerías SUV, sino también de berlinas o incluso coches deportivos. Cifras que, en algunos modelos como el BMW XM, ya acarician los casi 3.000 kg.

¿Es esto un avance o un retroceso? ¿Realmente es necesario tanto peso? Son preguntas que pueden asaltar a curiosos, interesados o incluso los potenciales compradores de vehículos. Y sí, tienen respuestas coherentes, gusten más o menos.

Más peso, fruto de la tecnología

Bentley Continental GT Speed, un deportivo de 2.273 kg en vacío.
Bentley Continental GT Speed, un deportivo de 2.273 kg en vacío.

Bentley Motors

La era tecnológica ha llegado pisando fuerte en el terreno de la automoción. Lanzamos un dato bastante simple: solo en cableado, un coche de la década de los 90' pesaba aproximadamente unos 60 kg menos en cuanto a cableado se refiere.

Prueba del Bentley Continental GT Speed: un motor W12 para tu felicidad

A eso hay que añadir las pantallas multimedia, algunos sistemas auxiliares y de seguridad. Fácilmente pueden sumar otros 200 kg. Y los asientos modernos, por norma general con funciones como la calefacción o incluso los masajes, pueden llegar a acercarse a los 100 kg de peso cada uno. Casi un 50% más que hace 30 años.

Suma, suma y suma. Y la electrificación no ha hecho más que agudizar este hecho. Y he aquí uno de los puntos clave: que nos encontramos en una encrucijada tecnológica en cuanto a unidades de potencia.

Coches híbridos, eléctricos, baterías...

GMC Hummer EV eléctrico, que se espera supere los 4.000 kg de peso.
GMC Hummer EV eléctrico, que se espera supere los 4.000 kg de peso.

Si a todo lo citado anteriormente le sumamos un motor, por poner un ejemplo con el BMW XM, con un bloque S68 V8 biturbo de 4,0 litros con un peso de más de 200 kg y un sistema híbrido con sus correspondientes baterías y motor eléctrico...

Efectivamente, las cuentas se salen del gráfico. En BMW ya son expertos en estas cantidades de peso, sobre todo en sus opciones electrificadas más modernas, como por ejemplo el BMW i7. La moda de los SUV implica que, en muchos casos, cuanto más grande y lujoso, mejor. 

Y eso añade mucho peso a una ecuación que hay que contrarrestar con potencia, porque claro, los clientes quieren potencia. Pero potencia sostenible, así que hay que integrar un sistema híbrido junto a un motor de combustión, o pasarse al coche eléctrico con un gran sistema de baterías.

En definitiva, que no hay escapatoria. Pero lo que sí hay es un tope, un máximo que no se debe superar: los 3.500 kg que por normativa europea, establecen el peso máximo de un vehículo que pueda conducirse con el carné de toda la vida, el permiso de circulación B.

BMW y Volkswagen apuestan por las baterías de estado sólido

Problemas que a efectos reales, podrán solucionarse con algo de ingenio en muchos campos y en cuanto a los coches eléctricos o híbridos, con las baterías de estado sólido: mayor densidad energética, mayor autonomía y menos espacio. 

Una opción muy sugerente por la que algunas marcas están apostando mucho, como es el caso de Toyota y Lexus de cara a su nueva gama de vehículos de cero emisiones en 2030. En fin, pensemos en este momento como el pico de una ola (que ha estado muy de moda últimamente). Un pico con una curva que muy pronto, empezará a decrecer.