Estamos a 28 de abril y esta es una fecha importante para Lamborghini. Hoy hace 116 años que nació Ferruccio Lamborghini, el fundador de la marca italiana. Así fue la historia de este hombre, quien acabó creando una de las firmas más aclamadas del automovilismo.

Nació en 1916 en Renazzo, una aldea situada en el municipio de Cento. Sus padres eran granjeros, pero siempre se sintió atraído por la mecánica. Por ello, solía pasar el rato en el taller de la granja familiar, donde estuvo practicando con todo tipo de aparatos que encontraba por la zona.

Te interesa: 6 nombres de la historia de Lamborghini que debes conocer

Cuando aún era joven, entró a trabajar en el mejor taller de Bolonia, pero poco después estalló la Segunda Guerra Mundial. Esto hizo que tuviera que viajar a Rodas, en Grecia. Sin embargo, allí pudo seguir realizando su pasión durante a contienda, dedicándose a la reparación y mantenimiento de todo tipo de vehículos terrestres utilizados en los conflictos.

Esto le hizo ganar experiencia y le permitió abrir su propio taller al acabar la guerra. Sin embargo, en 1946 decidió volver a Italia para montar otro negocio en Cento. Allí trabajó con distintos vehículos, pero, tras ver la difícil situación que sufrían los agricultores locales, pensó en fabricar tractores baratos que les facilitaran el trabajo. 

Para ello, se sirvió de antiguos componentes de vehículos militares y de sus conocimientos adquiridos durante la guerra. Así, su primera creación fue un camión Morris con un vaporizador de combustible. Lo presentó en 1948 y logró vender 11 unidades, lo que le motivó a continuar. Compró más motores y pidió un crédito para seguir fabricando unidades.

De esta forma, el negocio de Ferruccio Lamborghini siguió creciendo y fue rentable. Tanto era así, que pudo comenzar una colección de coches deportivos, entre los que se encontraban varios Ferrari. Sin embargo, se dice que un desacuerdo convirtió a Lamborghini en lo que conocemos hoy.

La presunta discusión con Ferrari

Según cuenta la leyenda, el fabricante de tractores discutió con Enzo Ferrari porque sus deportivos necesitaban reparaciones de manera constante. Además, al parecer la complejidad de estos coches complicaba la situación, de manera que Ferruccio tomó una decisión: fabricar sus propios deportivos.

Con esto, en 1963 comenzaría una etapa totalmente nueva para este pequeño empresario. Lo primero fue diseñar el logotipo de la marca, que hasta ahora solo se componía de un triángulo con las letras FLC -Ferruccio Lamborghini Cento-. Un diseñador gráfico loca, Paolo Rambaldi, fue quien creó el emblema que hoy conocemos.

No te pierdas: 5 detalles y récords de Lamborghini que pocos conocen

Para concebirlo, Rambaldi habló con el presidente de la compañía sobre las características que creía que poseía, a lo que este le contestó: “tamugno”. Quiere decir algo similar a fuerte y testarudo, y relacionó estas cualidades con los toros, que eran una de sus grandes pasiones -de ahí el nombre de muchos de sus coches-. Así nació el símbolo de este fabricante.

Tras esto, se podría decir que el resto es historia. Una vez se puso en marcha, la empresa de Sant’Agata Bolognese empezó a fabricar coches y logró llamar la atención con rapidez gracias al Miura, que fue uno de los creadores del concepto de ‘superdeportivo’. Actualmente, está considerado como uno de los mejores deportivos de la historia.

Pero llegaron más, por supuesto. El Countach volvió a dejar al mundo boquiabierto, así como posteriormente llegaron el Diablo y el Aventador. Asimismo, también hubo otros que destacaron por su concepto o diseño, como el Jarama, el 350 GT o el reconocible LM002.

Sea con el modelo que sea, lo cierto es que esta firma siempre se ha caracterizado por sorprender a todos y no quedarse en lo convencional. En definitiva, Ferruccio Lamborghini no solo creó una gran marca de deportivos, sino toda una institución dentro del automovilismo.