Opinión: ¿tiene sentido a estas alturas que vuelvan coches deportivos diésel?

Audi S5 2019 diésel, lateral
Audi nos ha dejado asombrados con los nuevos S5, S6 y S7 diésel.

Coches deportivos diésel. Para muchos, estas tres palabras nunca pueden ir juntas, para otros, puede ser la demostración que el diésel no es tan malo como lo pintan. ¿Coches deportivos? ¿Diésel? ¿Qué creo yo? A mi me da la sensación que el diésel todavía está muy vivo, especialmente por un motivo evidente: las marcas han gastado mucho dinero en él y no creo que estén dispuestos a tirar a la basura años de inversiones, desarrollo y trabajo por una simple moda.

El Grupo Volkswagen es el principal responsable del comienzo del fin del diésel. El conocido como ‘diéselgate’ golpeó de manera contundente a este combustible. Sí, se había producido un fraude, pero ese fraude propiamente dicho, no suponía ninguna desventaja evidente del diésel respecto a otros combustibles. Sigue siendo muy eficiente en el gasto y cada vez más limpio.

El diésel está muy vivo y gracias al uso de tecnologías eléctricas como la micro-híbrida de 48 voltios o los nuevos híbridos diésel, como el presentado recientemente por Mercedes, hacen que esta opción pueda ser de lo mejorcito si lo que queremos es gastar poco. Ahora bien: ¿tiene sentido ese ahorro de combustible en versiones deportivas que rondan los 100.000 euros? ¿No es evidente que un motor de gasolina genera más sensaciones deportivas que uno diésel? ¿Tienen sentido el Audi S6 y S7 2019 con motores diésel?

¡Pues claro! Bajo mi punto de vista un coche deportivo diésel no tiene sentido. El diésel es para ahorrar, para realizar grandes distancias consumiendo lo mínimo. Es muy eficiente y gracias a todos los filtros de partículas, tecnología AdBlue y demás elementos, puede ser tan limpio o más que un motor de gasolina equivalente. El diésel no está muerto, pero no es para coches deportivos. Entonces: ¿por qué Audi ha apostado por el diésel para las versiones deportivas del Audi A5, A6 y A7?

Bueno, por dos motivos. El primero es por una cuestión de imagen. Si apuesta por el diésel para estas versiones tan atractivas, la imagen de este combustible mejora a nivel general y puede colaborar a volver a dar fama a este combustible. Una simple cuestión de marketing. Por otro lado, porque ninguno de estos coches son versiones 100% deportivas y emocionantes.

Audi sabe que quien compra un Audi S5, un Audi S6 o un Audi S7 es gente que viaja con él, que quiere imagen y prestaciones, pero tampoco sensaciones superdeportivas. Para algo existen las versiones RS. Con estos nuevos motores diésel, los compradores de estos coches tienen altas prestaciones (corren casi lo mismo que las versiones de gasolina equivalentes, incluso con motores V8), gastan muy poco y la imagen sigue siendo muy potente. ¡E incluso pueden tener pegatina ECO!

Tienen todo el sentido del mundo en una gama bien escalonada y segmentada. Quien quiera deportividad y altas prestaciones, podrá optar por un GT tragamillas, diésel, moderno y eficiente o por una versión superdeportiva, con unas prestaciones de infarto y un motor de gasolina que suba de vueltas con alegría. De paso, intentan dar un empujón al diésel en cuestión de imagen y prestigio, poniendo sobre la mesa que Audi y el Grupo Volkswagen siguen apostando claramente por este combustible.