Llega el Mercedes-AMG GLC 63 4MATIC+: ¡tiembla, Macan!
Pequeño SUV pero con un potente corazón: un V8 biturbo capaz de desarrollar hasta 510 CV de potencia. Incorpora además de serie el sistema de tracción integral 4MATIC+.
Fotos: Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé y Mercedes-AMG GLC 63 S (1/)
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63 S Coupé
Mercedes-AMG GLC 63
Mercedes-AMG GLC 63
Mercedes-AMG GLC 63
Mercedes-AMG GLC 63
Mercedes-AMG GLC 63
Un nuevo miembro llega a la familia del GLC: el Mercedes-AMG GLC 63 4MATIC+, el nuevo todocamino de Mercedes firmado por los de Affalterbach, que estará disponible también en versión coupé. A simple vista, observamos que incorpora la parrilla Panamericana que promete ponerse tan de moda en los nuevos modelos de la compañía, más allá del Mercedes-AMG GT R.
La inmensa toma de aire inferior y la estrella de grandes dimensiones dan un aspecto más imponente al nuevo GLC 63 y en la trasera, destaca el difusor y la cuádruple salida de escape para disfrutar del sonido que todos esperamos de un coche de estas características. ¡Música para tus oídos en el que promete ser uno de los SUV de 2017!
No espero más para hablarte entonces de su motor: un V8 biturbo de 4.0 litros capaz de desarrollar 475 CV y 650 Nm en el Mercedes-AMG GLC 63 4MATIC+ y 510 CV y 700 Nm en el Mercedes-AMG GLC 63 S 4MATIC+. Llegados a este punto, querrás que te hable de sus sistema de tracción integral que viene de serie, el 4MATIC+ con tecnología de distribución variable de par y del cambio automático de nueve velocidades (heredado del E63).
¿Será uno de los SUV más rápidos? Echemos ahora un vistazo a sus datos: respecto a su aceleración, la versión más 'light' es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,0 segundos y la más prestacional, la S (disponible para ambas carrocerías), en 3,8 segundos, con una velocidad máxima que estará limitada a 250 km/h. Si te decantas por la versión Mercedes-AMG GLC 63 S tendrás a tu disposición cinco modos de conducción además (uno más que el modelo estándar).
El Nissan Juke es otro ejemplo de SUV urbano: no está pensado para salir al barro, aunque al menos sí ofrece, como tope de gama, una versión con tracción integral y 190 CV que sí que podría ser interesante para hacer un poco el cabra. Eso sí, para SUV enfocado al asfalto, la versión más deportiva de este: el Nissan Juke Nismo. Sí, tiene una versión con tracción integral, pero su diseño más deportivo, con peores ángulos de ataque, y sus neumáticos y enormes llantas, hacen que duela meterlo por pistas de barro. Eso sí, en curvas es tremendamente divertido.
SUV para el asfalto: Nissan Juke Nismo
SUV para el asfalto: Nissan Juke Nismo
SUV para el asfalto: Renault Captur
El Renault Captur es un buen ejemplo de SUV urbano, concebido para ser un coche divertido, utilizable en el día a día pero con una imagen algo más campera. En la práctica, no es más que un Renault Clio con unas carrocería ligeramente elevada: no permite la tracción integral ni siquiera en opción, así que el Renault Captur tiembla cuando ve el barro a lo lejos. ¿Lo bueno? Su peso ligero, junto con unos neumáticos adecuados y su altura al suelo, podría hacerle eficaz: una pena que no se decidan a lanzar una versión más enfocada al campo.
SUV para el asfalto: Renault Captur
SUV para el asfalto: Renault Captur
SUV para el asfalto: Ford EcoSport
Si el Captur es un Clio con más altura al suelo, el Ford Ecosport es un Ford Fiesta con más altura al suelo y un extra de plástico. Es una pena que Ford no decida incorporar la tracción integral en el mercado español, ya que su gama de motores es muy interesante: con algo más de altura libre al suelo y un sistema de tracción integral eficaz, sería un SUV más que interesante para aquellos que necesitan un todo terreno barato: un rival del Dacia Duster 4x4.
SUV para el asfalto: Ford EcoSport
SUV para el asfalto: Ford EcoSport
SUV para el asfalto: Peugeot 5008
El Peugeot 5008 ha evolucionado desde un monovolumen a un SUV, un cambio muy importante que hace que a partir de ahora los clientes de este vehículo puedan ahora adentrarse por caminos sin sufrir en el intento. No obstante, su alma de monovolumen sigue muy presente, con un interior versátil de hasta 7 plazas pero que no está pensado para hacer el loco fuera del asfalto: el sistema Advance Grip Control, opcional, cuenta con distintos programas off-road, pero todas a base de electrónica: consigue buena tracción, pero las cotas están ahí y su espíritu ni te cuento.
SUV para el asfalto: Peugeot 5008
SUV para el asfalto: Peugeot 5008
SUV para el asfalto: Mercedes GLC Coupe
Este SUV con estilo coupé está pensado para la carretera, al igual que algunos de sus rivales directos, como por ejemplo el BMW X4. No obstante, el caso del GLC Coupé es más evidente: pierde por el camino los programas off-road, las protecciones especiales de bajos o la posibilidad de llevar la suspensión neumática en modo off-road que sí puede montar su hermano normal, el Mercedes GLC. Esto deja claro que su alma está dentro del asfalto.
SUV para el asfalto: Mercedes GLC Coupe
SUV para el asfalto: Mercedes GLC Coupe
SUV para el asfalto: Audi SQ7
Lo mismo que el Audi Q7: el primer Audi Q7 tenía un aspecto de todo terreno de pura cepa, esta segunda generación mejora en todo, pero siempre pensando en el asfalto y no en la conducción off-road. ¿Es esto algo malo? Para nada: pocos coches he probado mejores para realizar largos viajes. Su suspensión neumática es deliciosa y la rebaja frente a la báscula le hace ser uno de los mejores SUV para conducir en carretera. Eso sí, fuera del asfalto, parece que ha perdido algo de garra y la verdad es que algunos rivales incluso pueden incluir paquetes off-road con protección de bajos y demás juguetes para salir al barro con más seguridad. El Q7, mejor dentro del asfalto.
SUV para el asfalto: Audi SQ7
SUV para el asfalto: Audi SQ7
SUV para el asfalto: Volkswagen Tiguan
El Volkswagen Tiguan es un buen ejemplo de coche pensado para ser tremendamente bueno dentro del asfalto y hay detalles que lo delatan: por ejemplo, ahora el coche es 30 mm más bajo que su antecesor, por lo que resulta evidente que no quieren mejorar sus capacidades off-road. Eso sí, cuenta con un arsenal tecnológico para conseguir tracción donde no la hay: su sistema 4Motion Active Control permite seleccionar cuatro modos de conducción, incluyendo los sistemas del bloqueo electrónico del diferencial: con unos buenos neumáticos, habrá pocas condiciones que puedan parar al Volkswagen Tiguan, pero será mejor mantenerlo fuera de trialeras y zonas con obstáculos importantes: no es su mundo.
SUV para el asfalto: Volkswagen Tiguan
SUV para el asfalto: Volkswagen Tiguan
Estos son Comfort, Sport, Sport +, Individual y Race, a través de los cuáles se puede variar la respuesta del acelerador, la dirección o el cambio. Por otro lado, cabe destacar que la amortiguación es continuamente variable y que tiene tres ajustes, Comfort, Sport y Sport+, que se pueden cambiar independientemente del modo en el que te encuentres. Es decir, que puedes llevar al GLC 63 con el modo Sport + pero con una amortiguación más suave. ¡Buena!
Hará su debut en el Salón de Nueva York y cuando llegue al mercado tendrá además una versión especial llamada Edition 1 que reconocerás por su aspecto mucho más radical y numerosos detalles en amarillo. Junto al Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio, el Porsche Macan Turbo y el Jaguar F-Pace SVR, la rivalidad en el futuro de los SUV deportivos pinta muy, muy interesante...