Hoy toca hacer un homenaje a dos coches que injustamente se han olvidado. Hablo del Peugeot 106 Rallye y del Peugeot 205 Rallye, dos versiones que se convirtieron en el coche de entreno de muchos pilotos de su tiempo, coches sencillos, ligeros, creados para divertir al volante, nada más.

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El Peugeot 205 GTI es considerado por muchos como uno de los grandes compactos deportivos de la historia. Es cierto que su motor de 130 CV y su puesta a punto era muy interesante, ofreciendo prestaciones, agilidad y diversión. Algo similar pasaba con el Peugeot 106 GTI, un pequeño diablo vestido de utilitario. 

Peugeot 106 Rallye y 205 Rallye, ¿qué proponían?

Las versiones Rallye en Peugeot podrían ser las equivalentes a las GT3 en el Porsche 911. Versiones menos potentes que las GTI pero más radicales, con una puesta a punto más salvaje y con un peso llevado al mínimo, incluyendo la ausencia de muchos elementos de confort. 

El Peugeot 205 Rallye es el mejor ejemplo de lo que proponía Peugeot. Se trataba de una versión que renunciaba a elementos de lujo que sí contaba el GTI, como por ejemplo los elevalunas eléctricos, los asientos de piel o incluso las llantas de aleación, que fueron sustituidas por tapacubos pintados más ligeros.

En el Peugeot 106 Rally la fórmula fue la misma: por no llevar no tenía ni las rejillas de ventilación centrales. ¿El resultado? El Peugeot 106 Rallye pesaba 816 kilos mientras que el Peugeot 205 Rallye no alcanzaba los 800 kilos de peso. ¡Auténticos pesos pluma!

¿Qué pasó con ellos?

Bueno, decimos olvidados en general, pero tanto el Peugeot 106 Rallye como el Peugeot 205 Rallye no han sido olvidados por los amantes de la conducción más pura o los amantes de la firma francesa. Hoy son clásicos cotizados: se fabricaron menos ejemplares que los GTI equivalentes y algunas versiones concretas son las más cotizadas dentro de sus respectivas gamas.

El principal motivo por el que no son versiones muy populares en líneas generales y hablando del gran público es por dos motivos. El primero es que fueron versiones menos numerosas en cantidad, por ende, menos populares. El segundo motivo es que eran versiones demasiado radicales para la mayoría, por lo que las versiones GTI eran más deseadas y se convirtieron en mitos.

¿Por qué Peugeot abandonó este concepto? El Peugeot 106 Rallye y el Peugeot 205 Rallye eran menos potentes y más ligeros, con un carácter más radical. Esta fórmula se podría seguir llevando a nuestro día a día con versiones más salvajes, por ejemplo, del Peugeot 208 GTI. Sin embargo, hay que reconocer que ese hambre por pequeños utilitarios radicales se ha perdido.

Hoy los potenciales clientes que buscan un compacto deportivo acuden a un segmento superior, con más potencia y mejores prestaciones. Sin embargo, creo que sería acertado volver al refrán de: "no multipliques la potencia y divídeme el peso." No tengo duda que el alma de los Peugeot Rallye seguiría perfectamente vigente, ¡una pena que no se atrevan con ello ni siquiera en una exclusiva edición limitada!