"Toyota Motor Corporation anuncia que a partir de hoy (10 de mayo de 1994) comercializará un vehículo 4X4 completamente nuevo llamado RAV4, abreviatura de 'Recreational Active Vehicle' (Vehículo Activo Recreativo) Four Wheel Drive (4WD)". Este fue el inicio de la carta de presentación que lanzó la marca japonesa en el estreno de uno de los fundadores de los modelos SUV actuales.

Asimismo, el comunicado de prensa destacaba su "atractivo exterior" y su concepto "completamente nuevo" que combinaba elementos "de un turismo convencional con las características de un vehículo todoterreno ligero". Este todoterreno también destacaba por su carrocería monocasco, su suspensión independiente en las cuatro ruedas y su tracción total permanente.

La descripción de su diseño es curiosa a la par que graciosa: "El personal de diseño de Toyota hizo que el RAV4 fuera "divertido" al darle curvas atrevidas y líneas personalizadas. El resultado es un vehículo de aspecto dinámico y estilo contemporáneo que encaja bien tanto en entornos rurales como urbanos", reflejaba el comunicado.

Este coche, que en 2024 cumplirá 30 años, tenía un coeficiente de resistencia "sorprendentemente bajo" de 0,39. Sus dimensiones (largo: 3.695 mm x ancho: 1.695 mm x alto: 1.695 mm) lo convertían "en un vehículo amplio pero compacto". 

Estaba disponible en cuatro colores de carrocería: azul brillante metalizado, mica azul oscuro metalizado grafito, mica rojo vino y mica verde oscuro metalizado. Según la nota de la marca estas tonalidades fueron elegidas "específicamente para acentuar el estilo". Además, tenía la opción de un techo extraíble.

El RAV4, que hizo su primera aparición como vehículo conceptual en el Salón del Automóvil de Tokio de 1993, tenía un bloque mecánico de 2.0 litros y 16 válvulas montado en la parte delantera, que desarrollaba 130 CV. Además, daba la opción de acoplar una caja de cambios manual de cinco velocidades o a una transmisión automática de cuatro relaciones.

De su interior destacaba la selección "de más de 100 opciones", que permitán al propietario "establecer las especificaciones del vehículo". El panel de instrumentos presentaba medidores grandes y fáciles de leer, mientras que los interruptores y botones eran "prácticos y fáciles de operar". 

Los compartimentos portaobjetos en el cuadro de instrumentos, las puertas, la consola central y las paredes laterales traseras ofrecían "mucho espacio". Tenía un portavasos en la consola delantera central y a ambos lados de los asientos como "consideración hacia el conductor y los pasajeros", anunciaba el despacho de la empresa nipona.

Los asientos de contorno ergonómico eran "especialmente cómodos", ya que "sujetaban al ocupante de forma segura y, al mismo tiempo, permiten un fácil acceso". En cuanto a los traseros, estaban "divididos" y se podían plegar "en distintas disposiciones". 

Ya por último, hacía hincapié en la seguridad activa "con el ABS en las 4 ruedas con sensor de G, el diferencial trasero de deslizamiento limitado TORSEN" y pasiva con "la Estructura de Absorción de Impacto de Choque (CIAS) y opcional "el airbag SRS para brindar protección adicional al conductor" reflejaba el comunicado.

Generaciones venideras

Posteriormente, llegarían cuatro generaciones más. Una muy llamativa llegaría en la segunda mitad de los años 90. Fue el anticipo a lo que vendría posteriormente: el Toyota RAV4 eléctrico, que en aquellos tiempos apenas tuvo repercusión y era un rara avis. Nada que ver con el modelo actual híbrido con tracción delantera de 218 CV y tracción total de 222 CV.

En esa misma década noventera aperecería la segunda generación, que se lanzó en 1997. Hace escasos meses informamos sobre el descubrimiento de su primer boceto, que  corrió a cargo del estudio de diseño Calty de la firma de Japón.