Si eres un profano en materia de motores de automóviles igual te lías ante las diferentes opciones, pero antes de que desesperes, hoy sólo te explicaremos la diferencia entre un motor eléctrico de hidrógeno y otro térmico de ese mismo elemento químico. ¿Por qué? Porque desde Corea parece que llega la solución a los propulsores de gasolina y gasóleo en forma de ese gas invisible.

Para empezar, el hidrógeno que montan los vehículos eléctricos llegan en forma de batería y son de cero emisiones. Ahora, los coreanos proponen el hidrógeno para motores de combustión que no son 100% ecológicos. En vez de quemar gasolina o diésel, se quema hidrógeno. Lleva consigo algo de emisiones, pero ni punto de comparación con los carburantes tradicionales.

Los experimentos que están realizando marcas como Toyota están sobre el tapete con prototipos que participan en diferentes carreras. Ahora llega con fuerza la joint venture formada por Hyundai-Kia Motor Company (HMC), junto con el Korea Institute of Machinery and Materials (KIMM). Juntos han hecho un motor de dos litros con inyección directa de hidrógeno que se mueve con ese gas.

No ha hecho falta hacer uno nuevo porque la arquitectura que se ha aplicado ya lo montaban algunos modelos de producción actuales. Ahora lo que han conseguido ha sido modificarlo para que queme  hidrógeno. Este material se inyecta directamente en la cámara de combustión con una presión que supera los 30 bares.

Los ingenieros de esta asociación de empresas han empleado un turbocompresor que ha permitido mejorar el rendimiento del motor. Además, otro avance que han logrado ha sido que mantiene una alta eficiencia térmica en todos los ciclos de funcionamiento del bloque mecánico (desde que se enciende hasta cuando llega al límite superior carga).

El secreto está en su funcionamiento. Opuestamente a lo que hacen otros motores térmicos de hidrógeno, éste se inyecta directamente en el cilindro, lo que evita que  se introduzca primero en un puerto en el que se mezcla con el aire, que debido al estado gaseoso del hidrógeno no entraría en cantidad suficiente y derivaría en una mezcla pobre con menor eficiencia energética.

En una comparativa con los motores de gasolina, las emisiones de este motor de hidrógeno son considerablemente más bajas, ya que reduce las de CO2 en un 99% y las de partículas en un 90%. Si nos referimos a las emisiones NOx, sólo expulsa 15 ppm.