Muere Burkard Bovensiepen, fundador de Alpina, a los 87 años

Burkard Bovensiepen, fundador de Alpina

A Alpina le debemos multitud de versiones mejoradas de BMW, proezas en competición e incluso la existencia del BMW 3.0 CSL. Ahora, su fundador ha fallecido a los 87 años y recordamos su historia y la de su compañía.

El fundador de Alpina, Burkard Bovensiepen, ha muerto a los 87 años. De esta forma, ha fallecido el responsable de la empresa que nos ha traído durante décadas algunas de las versiones más espectaculares de todo tipo de modelos BMW, las cuales han sido aclamadas por aficionados a la marca bávara de todo el mundo.

Bovensiepen nació en 1936 en la ciudad alemana de Chemnitz y, tras obtener el graduado escolar, comenzó como aprendiz en la fabricación de herramientas. Después, estudió ingeniería mecánica y cambió más tarde a Administración de Empresas. Sin embargo, la mecánica no dejó de formar parte de su vida.

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Entre sus primeros pasos estuvo la creación de tomas de admisión para carburadores modificadas para diversas marcas, aunque más adelante quiso centrar sus esfuerzos en BMW. Esto se hizo evidente en los años 60, cuando Alpina lanzó su primer carburador mejorado para el motor cuatro cilindros del BMW 1500 en 1963.

Esto mejoró las cualidades del modelo de la marca alemana y, de hecho, la propia BMW lanzó un comunicado señalando que la adición de este elemento no anularía la garantía del coche. De esta forma, en cierto modo se pudo ver una aprobación por parte de la compañía de Múnich, pero solo era el principio.

Para dar los primeros pasos, Burkard Bovensiepen tuvo una idea que promocionara sus carburadores de forma barata, ya que no podía permitirse un stand en el Salón de Frankfurt. Así, optó por colocar folletos de Alpina en cada BMW 1500 que encontrara en el parking del evento, lo que permitió vender los primeros 100 kits para este coche.

El comienzo de Alpina como compañía

Burkard Bovensiepen, fundador de Alpina, en Hockenheim (1970)

Con esto, Alpina fue fundada como tal en 1965 y se bautizó así en honor a la empresa de máquinas de escribir del padre de Bovensiepen, a su vez llamada así por su cercanía a los Alpes. Así, el trabajo en la empresa de modificación aumentó y el foco se puso en el mundo de la competición.

"En su opinión -del fundador de la empresa-, los deportes de motor eran el escenario donde mejor se podía demostrar la competitividad y los conocimientos técnicos”, semana Alpina en un comunicado. Además, se contó con la colaboración de pilotos de primer nivel para ello durante años, tales como James Hunt, Derek Bell, Jacky Ickx, Niki Lauda, Hans Stuck y Dieter Quester.

Esto hizo que Alpina se hiciera un nombre en competición, pero su presencia en las calles fue también evidente. Eso sí, esto fue así especialmente a partir de 1978, cuando se lanzaron los primeros coches de la marca: los Alpina B6 2.8, B7 Turbo y B7 Turbo Coupe. Estos modelos se basaban, respectivamente, en los BMW Serie 3, Serie 5 y Serie 6.

Con estos coches, llegó una posibilidad para los que buscaban más prestaciones en los modelos de la ‘Bayerische Motoren Werke’. Eso sí, no eran como los M que ofrecerían poco después, ya que los Alpina pretendían además ofrecer más elegancia y calidad de materiales. Además, no siempre se trató de coches más potentes, pero sí con una filosofía diferente.

Bajo estas premisas, se lanzaron multitud de coches durante años. Por ejemplo, el B10 biturbo fue la berlina más rápida de 1989, el B8 4.6 de 1995 fue el primer BMW Serie 3 con un motor V8 -fue necesario hacer 42 modificaciones al coche para hacerlo posible- y D10 Bi-Turbo de 1995 fue el primer diésel de la compañía.

Así, la importancia de Alpina en el automovilismo no dejó de crecer con los años, aunque no fue ha sido ese su único campo. En 1979, la firma también comenzó a estar presente en el terreno de los vinos y aquí se centró su fundador desde 2002, mientras que sus dos hijos se ocuparon de lo referido a los motores y las cuatro ruedas.

Esto ha permanecido sin apenas cambios hasta ahora y, aunque el hombre que ha hecho posible que hoy hablemos de esta marca ha fallecido, todavía estará presente la empresa. Desde 2022, Alpina es propiedad de BMW y así será, al menos, hasta 2025. Eso sí, ahora es el momento de recordar un “visionario, un perfeccionista y un hombre de ideas claras”, según la empresa que creó.

Tal y como han señalado desde esta compañía ahora asociada al gran fabricante alemán, cuando Bovensiepen tenía una idea, “nunca se cansaba de perfeccionarla, hasta que coincidiera al 100 % con su visión y expectativas”. 

"Debemos a la obra de su vida que los automóviles BMW Alpina y la marca Alpina gocen de una reputación de primera clase en todo el mundo. […] Su legado es evidente en cada coche entregado hasta el día de hoy", han agregado. Sin duda, una personalidad esencial en el mundo del motor europeo que no será olvidada.