Opinión: ¿son los coches autónomos demasiado peligrosos todavía?

Los coches autónomos de Ford reparten Domino's Pizza (II)
Hay quien dice que quieren matarnos, pero ni tanto... ni tan poco.

La última semana ha sido un drama. Los coches autónomos se han convertido en protagonistas de las noticias y no precisamente para bien, sino para reforzar el peor de nuestros temores: son demasiado peligrosos (todavía).

Una mujer perdía la vida en Arizona (Estados Unidos) tras ser atropellada por uno de los coches autónomos de Uber; tras el siniestro -y aunque la mujer estaba cruzando por un lugar inadecuado y de poca visibilidad- se comprobó que el 'conductor' del vehículo no estaba mirando a la carretera. 

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Por tanto, no pudo ver a la mujer y tampoco el Volvo la detectó ni frenó, con un resultado fatal. Cuando aún nos estábamos recuperando de este disgusto, otro titular nos dejaba con mal cuerpo: un Tesla Model X con el piloto automático conectado se cobraba otra vida en California. 

Sin duda, esto llega en un momento en el que todavía los coches autónomos son considerados peligrosos y dan un paso atrás a la hora de ganarse nuestra confianza. O incluso nos llevan a pensar que no pasaría nada si la conducción autónoma no llegara nunca. 

Hace ya tiempo que somos conscientes de que queda mucho por hacer con ellos y por mucho que nos prometan que el futuro está más cerca de lo que pensamos, es necesario dejar atados muchos cabos para poder hablar de esto como algo real... y seguro.

No solo es cuestión de legislación -que también- sino de sentido común. El ser humano es imprevisible y por mucho que la tecnología evolucione -algunos expertos aseguran que a fecha de hoy la inteligencia artificial está tan solo a nivel de un niño de cuatro años- nunca será capaz de lidiar con las imprudencias que a menudo cometemos las personas. 

Quizá ese sea el motivo por el que en Shanghái, el pasado 1 de marzo decidieron habilitar una zona única y exclusivamente para poner a prueba y desarrollar los coches autónomos hasta que estos dejen de ser peligrosos. 

Por supuesto que todo es evolución y al igual que hubo un día en el que los coches de calle eran mucho menos seguros de lo que lo son ahora, puede que en el futuro llegue un momento en el que los autónomos también lo sean (aunque el objetivo cero víctimas de tráfico sea una utopía, lamentablemente).

Pero queda mucho camino por recorrer... Los niveles de conducción autónoma están ahí para demostrarlo, pero de momento, la presencia y atención plena del ser humano es de vital importancia. Correr en este tema no nos hará avanzar, sino que puede producir el efecto contrario...

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Un estudio publicado por 'Times' revela que en el caso de Uber, la compañía estaba sometida a una gran presión para acelerar el desarrollo de su tecnología y así poder ofrecer sus servicios a finales de año. ¿Por qué tanta prisa? ¿Para estar por delante de sus competidores?

Sin duda, no tiene ningún sentido, ya que hay vidas en juego. Quizá por eso mismo, Toyota ha retirado sus vehículos autónomos en Estados Unidos, de forma preventiva. De momento, hay múltiples sistemas de asistencia a la conducción en los que sí podemos confiar: Frenado automático, asistente de mantenimiento en carril, detector de fatiga...

Todos ellos han sido creados para aportar un plus de seguridad en tu día a día al volante, pero con el placer que provoca conducir, quizá no nos importe seguir prestando atención a lo que llevamos entre manos. 
 

Etiquetas: Coche autónomo