Que el mercado suele comportarse de un modo bastante impredecible es algo que no se le escapa a nadie... pero en ocasiones nos da bofetones de realidad de los que duelen de verdad: Volkswagen dejará de fabricar el Scirocco. Sí, ha llegado la hora de comprar uno y de llorar al ver que pronto todos nos moveremos en las mismas cajas con ruedas que sólo se diferenciarán entre sí por el logotipo. 

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Vale, quizá mi reflexión del primer párrafo de este artículo haya sido un poco apocalíptica, pero es que una noticia como la de hoy es francamente dolorosa. Que una marca a la que siempre acusamos de aportar a sus coches de un exceso de sobriedad como Volkswagen se vea obligada a retirar del mercado un modelo como el Scirocco no es más que la prueba de que, ahora más que nunca, llevan razón. El mundo se ha vuelto loco y ahora la demanda ha virado hacia coches que valen para todo... sin ser especialmente buenos en nada. Sí, ese debería ser el significado de las siglas SUV. 

Tras haber lanzado la tercera generación del antecesor del Volkswagen Corrado a finales de la primera década del nuevo milenio, el grupo alemán propietario de marcas como Seat, Skoda e incluso Bugatti se ha visto forzado a paralizar su producción de forma definitiva debido a sus bajas ventas: sólo consiguieron que fueran aceptables en su primer año de vida con 45.248 piezas puestas en circulación... con poco más de 10.000 en 2016. ¿Quieres saber cuántos se venden en España? 1.047 en lo que va de año. Que no es una mala cifra hasta que la comparas con la del Golf: 19.851 unidades en el mismo período según ANIACAM. 

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Y si crees que el hecho de que Volkswagen vaya a dejar de fabricar el Scirocco no es de por sí una funesta noticia... siéntate: la próxima iteración del modelo podría estar propulsada por energía eléctrica para aportar a su gama futura un componente emocional capaz de convencer a los más reacios a la sobriedad tradicional alemana. Se nos ha ido de las manos. Definitivamente.