Seat ha tenido muchos cambios a lo largo de los últimos años. Ha apostado decididamente por la movilidad eléctrica y eficiente, con modelos movidos por gas natural comprimido y soluciones como su patinete, se ha introducido en el mundo de los SUV con un resultado comercial estupendo y ha lanzado la marca deportiva Cupra. Todo esto le ha llevado a posicionarse con una nueva filosofía, manteniendo su valor como firma que hace coches con un comportamiento dinámico excelente. Sin embargo, en los últimos tiempos ha surgido la siguiente pregunta: ¿será Seat premium dentro del Grupo Volkswagen?

¿Estaría bien que Seat se convirtiese en la marca premium de VAG?

Pongámonos primero en antecedentes. Hace unos días, Michael Jost, el Jefe de Estrategia de Producto de Seat, afirmó que "queremos manejar la identidad de nuestras marcas para que se diferencien con más claridad en el futuro". Y esa afirmación implica, según el propio Jost, que "Seat podría simbolizar coches más emocionales, tal y como está pasando con los modelos Cupra; mientras que Skoda podría ser una buena marca para los países del este de Europa, así como para clientes que buscan un modelo más funcional". Traducido: Seat, premium; Skoda, low cost.

Está claro que la diferenciación dentro del Grupo Volkswagen sería muy importante teniendo en cuenta todas las marcas que abarca, y esta nueva estrategia beneficiaría enormemente a Seat. Al menos en términos de imagen, ya que actualmente la marcha de la compañía de Martorell en lo que respecta a ventas es excelente. En cualquier caso, viendo lo bien que funciona comercialmente el Cupra Ateca todo parece indicar que a la marca española le vendría de perlas un posicionamiento más distinguido... sin pisar el terreno de los premium alemanes. Digamos que sería un enfoque más emocional.

Autoemoción, ¿lo recuerdas?

Estoy seguro de que te acuerdas del eslogan de Seat que decía "Seat, autoemoción". Pues eso sería lo que tendrían pensado. Convertir Seat en premium como si fuera, para que lo entiendas, el Alfa Romeo de VAG. Mazda también debería andarse con ojo. Eso sí, estaremos todos de acuerdo en que los productos de la firma italiana son premium y deportivos a la vez. Aunque, en mi opinión, para que la empresa barcelonesa consiga que sus coches sean vistos como los Alfa deberían arriesgarse un poco más en cuanto a diseño. La conducción será excelente, eso no lo pongo en duda, pero su imagen debería tener más... alma, por decirlo de alguna manera.

Al final, parece que esto es un arma de doble filo. Por un lado, el lanzamiento de Cupra le ha dado a Seat una nueva dimensión y ha hecho que muchos clientes potenciales lo vean como una alternativa, cuando antes eso no pasaba. Pero también es cierto que todos aquellos que compran un Seat por su buena relación entre precio y calidad decidan no hacerlo si la compañía toma un rumbo premium, lo que implicaría que sus coches fuesen más caros. ¿Qué opinas tú?