9 motivos por los que amamos al Mercedes Clase G

Mercedes Clase G off-road niño
Un coche que ha conquistado nuestro corazón.

El nuevo Mercedes Clase G ya ha sido presentado y debo decir que muchos respiramos tranquilos tras verlo: ¡era una oportunidad de oro para fastidiar un mito sobre ruedas! Pero Mercedes fue brillante y se sacó de la manga un coche que mantiene intacto todo su espíritu y su aura, su manera de entender el mundo y mejorando justo donde había que mejorar. Hoy echamos un vistazo a nuestra última toma de contacto para darte los motivos por los que amamos al Mercedes Clase G. ¡Una breve explicación de su éxito!

Y es que la prueba del Mercedes Clase G fue realmente especial: un coche peculiar, único en su clase. Una especie de nave del tiempo para ver cómo eran los coches hace 40 años: concebidos para cumplir un objetivo claro con eficacia. A continuación tienes los 9 motivos para amar al Mercedes Clase G. No puedes no hacerlo.

Un coche con mucha historia

Mercedes Clase G off-road

A veces nos cuesta acordarnos de la edad de este coche: ¡tiene casi 40 años! Todo empezó cuando el Shah de Irán sugirió a Mercedes que estaría bien crear un todoterreno de lujo para luchar contra el Range Rover. Un coche lujoso pero capaz fuera del asfalto. La idea gustó en Stuttgart y Mercedes acudió a una marca del grupo, especializada en productos militares: Steyr-Daimler-Puch. Juntos desarrollaron el ‘Geländenwagen’, coche para la tierra en alemán, pensando en un uso civil y en un uso militar.

Su producción comenzó en 1979 en la fábrica de Graz, tras un duro periodo de desarrollo en lugares como el desierto del Sahara o el Circulo Polar Ártico. En ese momento había dos chasis para elegir: una versión corta con una batalla de 2.400 mm y una versión larga con batalla de 2.850 mm. Se podía comprar con dos o cuatro puertas, así como una versión con techo de lona. Tal como hoy, su carrocería cuadriculada se asienta sobre un chasis de largueros con tres diferenciales completamente bloqueables para conseguir toda la tracción del mundo. 

La primera generación llegó con tres motores de gasolina (2.0 y 2.3 litros para el motor de cuatro cilindros y un seis cilindros de 2.8 litros) y otros tres motores diésel (un cuatro cilindros de 2.4 litros y dos cinco cilindros de 2.5 y 3.0 litros). La versión militar también fue un éxito y lo que empezó en Alemania siguió con otros 63 países que lo incorporaron a su flota militar: tal fue el éxito que Mercedes tuvo que prometer a la OTAN que lo mantendría en producción hasta 2025.

Un coche transversal

Que gusta a todo el mundo. Pocos coches pueden llegar de una manera tan brutal a todos los estratos de la sociedad. Quizás sean sus formas cuadradas, sus pasos de rueda, su sensación de robustez o su diseño tan simple y limpio: el caso es que gusta de la misma manera a niños, oligarcas, jeques, raperos, granjeros…¡incluso a las Kardashian! Ah, y por supuesto también a los petrolhead, a los que soñamos con coches nuevos a todas horas. 

Pese a su edad, el Mercedes Clase G es más popular que nunca: en mercados como el británico sus ventas aumentaron un 30% el pasado año. Es cierto que muchos corresponden a las carísimas versiones AMG, sorprendiendo al mundo por la buena aceptación que tiene este coche entre los millonarios, convirtiéndose en su ‘utilitario’ favorito y lejos de su concepción original. No obstante, son las duras versiones diésel enfocadas al off-road las más auténticas, en las que puedes subir a los niños, al perro e ir a disfrutar del campo. ¡Eso sí es lujo!

Tienes que estar concentrado para conducirlo sobre asfalto

Mercedes Clase G off-road

No hay duda que el Mercedes Clase G no está pensado para ir sobre el asfalto y eso se nota desde el primer momento en que te subes a él. Es un coche exigente: el conjunto del chasis/suspensión es complejo y te obliga a estar siempre muy pendiente, en estado de alerta. Las curvas son toda una aventura, gracias además a una dirección que hace un poco lo que quiere. Se conduce como un camión y todo se convierte en una experiencia única en un mercado en el que todos los coches cada vez parecen más perfectos. 

¡Y no es un coche lento! La versión diésel menos potente acelera de cero a cien en 8,9 segundos, mientras que una versión AMG hace lo propio en 5,4 segundos. Un reto que gustará a los que están acostumbrados a superar aventuras cada día. ¡Incluso esto tiene su encanto!

Es imparable fuera del asfalto

Lo más importante: el Mercedes Clase G se fabricó para ser imparable sobre barro, arena, dunas, montañas, agua, uno de los todoterrenos robustos por excelencia. En cualquier parte del planeta donde te encuentres. Hoy ha llegado con todo su armamento off-road intacto: un motor lleno de fuerza, tres diferenciales bloqueables y unas ruedas apropiadas, especialmente las nuestras: con todo esto, es un coche prácticamente imparable.

Y eso es un lujo: hace que sus dueños siempre puedan ir donde quieran, sin límites. Elige el terreno, elige correctamente la configuración necesaria y a subir paredes. Solamente deberás tener un especial cuidado sobre superficies heladas: un bulto de 2,5 toneladas en una superficie resbaladiza se convierte en una gigantesca y carísima piedra de curling. ¡Y aquí no tienes escoba para detenerlo!

Puedes explorar nuevas rutas

Mercedes Clase G off-road

Con un coche así, no tienes porque ir siempre por el camino más rápido. Puedes explorar nuevas rutas, puedes buscar caminos alternativos, caminos de tierra, de barro, y convertir tus desplazamientos en una aventura diaria. Con eso, toda la familia disfrutará y se lo pasará bomba, especialmente los más pequeños. Nuestra geografía está plagada de caminos de tierra, seguro que sabes perfectamente de lo que te estoy hablando: imagina tu ruta diaria y piensa en una ruta alternativa off-road. ¿A que molaría tener un Clase G para divertirte todos los días? Esto también es lujo.

Puedes jugar con todo su equipamiento

Mercedes Clase G off-road

Un coche único en su especie: puedes estar rodeado del cuero más noble y a su vez jugar con sus numerosos juguetes off-road e imaginar que estás conquistando cualquier país o en un plan de rescate. Nuestra unidad de pruebas montaba una espectacular barra de luces led capaces de deslumbrar a cualquier pájaro a kilómetros a la redonda. También hay una jaula en el techo para proteger lo que quieras o un cabestraste para salir vivo de cualquier situación, ¡o para rescatar a tu vecino con su nuevo SUV!

Un parque de atracciones para niños

Los niños ya no juegan en las calles. Ahora parece más entretenidos buscando Pokemons o comprando bitcoins. Con un Mercedes Clase G en casa, a poco que sean un poco ágiles, se lo pasarán pipa escalándolo y jugando en su superficie. ¡Una pequeña jungla de cuatro ruedas que hará sacar su faceta más aventurera e intrépida!

Mercedes no tiene remordimientos de conciencia con su precio

Ande o no ande, caballo grande. ¡Y más rentable! Mercedes ha aprendido una válida lección con la evolución del Clase G como una herramienta de lujo para los más adinerados, un coche con una imagen potente en busca de la máxima robustez. Coches como el Mercedes G500 4x4 al cuadrado, el Mercedes-AMG G63 6x6 o el apabullante Mercedes-Maybach G650 Landaulet

Este último probablemente sea el coche nuevo más épico y loco de las últimas décadas. Un todoterreno gigantesco con una parte trasera descapotable, del tamaño del Titanic, con un V12 bajo el capó y capaz de subir el Everest como un marqués. ¿Sabes su precio? ¡Se ha llegado a subastar por más de un millón de euros! Aunque su precio base supera los 600.000 euros. ¡Toma rentabilidad!

Tiene las puertas más satisfactorias del planeta

¿Alguna vez has abierto y, especialmente, cerrado las puertas de un Clase G? Es lo más satisfactorio que un coche nuevo te puede dar. ¡Y es de aplaudir que lo hayan mantenido en el nuevo modelo! Esas puertas son un buen resumen de la robustez que vende más que nunca y que han convertido a este mastodonte en un negocio redondo para Mercedes y en uno de los coches que más adora todo el mundo.