Como si de Carmen Lomana se tratara, la tercera generación del utilitario de origen británico pasa por el estudio para hacerse unos retoquitos. Acudimos a la presentación nacional para poner a prueba el Mini Cooper S Cabrio 2021, la versión descapotable que ha sido actualizada junto con el tres y el cinco puertas. 

La firma ha querido seguir en este segundo restyling la máxima del diseñador del Mini original, Sir Alec Issigonis: menos es más. Por ello los diseñadores le han dado una imagen más limpia, resultado que consigue un frontal donde han desaparecido las luces antiniebla -que quedan integradas en el grupo óptico principal-. Ahora también tiene más personalidad gracias a una parrilla más grande que va hasta la parte baja del paragolpes y que está rodeada por una moldura bañada en negro piano. No olvides este color, porque los diseñadores lo han tenido muy presente a la hora de renovar el modelo. Cualquiera diría que han estudiado en el Royal College of Music en lugar de en una escuela de diseño… El parachoques trasero también es de nuevo cuño e incorpora la luz antiniebla en el centro, tanto si lleva escapes en esta posición -se aloja justo encima de ellos- como si no.

El interior también presenta un diseño más moderno y tecnológico gracias al cuadro de instrumentos digital, que está formado por una pantalla y que no es algo nuevo, puesto que ya lo equipaba el espectacular Mini JCW GP. También adopta una pantalla, la del sistema de infoentretenimiento, más grande, de 8,8 pulgadas con botones en negro piano. Y negro brillante también son los del volante, que son novedad y que quedan más pintones, pero en su funcionamiento me dan la sensación de ser más endebles. 

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Aunque la gama de motores la forman los mismos integrantes, Mini afirma que gracias a una revisión y al nuevo filtro de partículas, son más limpios y eficientes. Dependiendo de la versión, la potencia va desde los 102 CV del One hasta los 231 CV del John Cooper Works. Entre medias se sitúan el eléctrico Cooper SE con sus 184 CV, el Cooper con 136 y el Cooper S con 178 CV. Este, el Mini Cooper S 2021 es el que he probado, más concretamente el Cooper S Cabrio.

Sigue siendo un juguetito para adultos que se mueve rápido, tanto en ciudad -por tamaño y potencia- como en carretera. He tenido la oportunidad de disfrutarlo descapotado por mi puerto de montaña favorito de la sierra de Madrid y sus sensaciones y su sonido en modo Sport hace que te diviertas al volante. Es muy ágil y su motor de cuatro cilindros, 1.998 cc y 178 CV consigue que sea una balita. También ayuda su cambio automático de doble embrague, que no he visto que brindase esos característicos tirones al iniciar la marcha. Eso sí, te aconsejaría que optases por el manual, porque el de Mini es delicioso. Pero si prefieres el automático, elige el ‘Cambio deportivo’, que sí lleva levas en el volante. 

El hándicap que tiene esta versión de la prueba, el Mini Cooper S Cabrio 2021, es que con la capota plegada, la visión por el retrovisor interior es casi nula. Pero creo que merece la pena, más aún cuando solo tarda 18 segundos en hacer la operación -hasta a 30 km/h-. También ofrece al conductor y al acompañante un modo que deja un hueco de 40 centímetros, un espacio equivalente al de un techo solar -este sí que se abre a cualquier velocidad-.

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Durante la prueba del Mini 2021 he obtenido un consumo de 7,6, una cifra muy buena si tenemos en cuenta que he circulado poco con el modo Green -existen también el Mid y el Sport-, que el oficial es de 6,2 l/100 km y que me he movido por ciudad, carretera y puerto de montaña, en este último sin miramientos con el pedal derecho.

El Mini 2021 llega con unos precios muy parecidos a los del modelo de 2018, pero incorpora más equipamiento de serie. Parte de 22.300 euros, aunque la versión probada, el Mini Cooper S Cabrio 2021, alcanza los 33.500 euros.