8 deportivos japoneses que hicieron historia

Honda NSX Mazda RX7
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Son coches inolvidables

Los deportivos japoneses son un género a parte dentro del automovilismo. Al igual que los americanos y europeos, tienen unos rasgos que les diferencian del resto y durante años se han labrado una buena reputación. Sin embargo, hay algunos que han ido más allá y han hecho historia por diversas razones.

Por supuesto, hoy os traemos solo una pequeña muestra, ya que podríamos estar hablando de multitud de coches. Entre los que nos acompañan hoy, algunos han destacado por su mecánica, su comportamiento o el concepto que presentaron.

Nissan Skyline GT-R

Nissan Skyline GT-R R32.
Nissan Skyline GT-R R32.

Las siglas GT-R se asocian habitualmente al Skyline de Nissan y se refieren a la variante más deportiva de este modelo. Esta versión estuvo desaparecida durante algunos años, pero en 1989 regresó con la generación R32 -apodada ‘Godzilla’-. 

Este modelo gozó de una gran popularidad en la escena callejera y la competición profesional gracias a su motor RB26DETT, uno de los mejores motores del GT-R, que ofrecía multitud de posibilidades de mejora. Por ello, tanto esta generación como las posteriores R33 y R34 mantuvieron este bloque y se convirtieron en iconos del universo JDM.

Toyota Supra 

Toyota Supra (A80)
Toyota Supra (A80)

En parte por su participación en The Fast and The Furious, el Supra A80 ha marcado a toda una generación. Eso sí, no todo se debe a su pertenencia a una saga cinematográfica. Antes de todo aquello, este deportivo japonés ya se ganó una buena fama por su mecánica.

Aquellas unidades con el motor 2JZ-GTE biturbo eran las más codiciadas, ya que venían de serie con suficiente potencia -unos 300 CV- y, al igual que sucedía con los Skyline, ofrecían muchas opciones de modificación. Este motor fue uno de los que dominaron la escena JDM en los 90 y el propio Supra es aún popular entre los aficionados a los coches personalizados, además de en el mundo el drift.

Honda NSX

honda nsx type r

Uno de los coches más emblemáticos de Honda llegó a principios de la década de 1990. El NSX era un coche deportivo que pretendía plantarle cara a grandes competidores de la época, y lo cierto es que tenía posibilidades con su mecánica y la colaboración del mismísimo Ayrton Senna en su desarrollo.

A pesar de contar con un diseño espectacular, una buena respuesta de su motor V6 y un buen manejo, este fue un coche que estuvo evolucionando constantemente hasta su despedida en el 2005. Sí, es cierto que regresó en 2016, pero la versión original siempre será especial.

Toyota AE86

Toyota AE86

No era endiabladamente rápido o sofisticado, pero en los años 80 Toyota dio con la configuración perfecta de un coche económico con comportamiento deportivo. Ofrecido en variantes con y sin faros escamoteables, así como en carrocería hatchback y sedán, se podría decir que había una versión para cada dueño.

Su motor 4A-GEU con unos 130 CV, su reparto de pesos y su tracción trasera convirtieron a este deportivo japonés en el coche perfecto para disfrutar conduciendo sin tener que gastar una enorme cantidad de dinero. Además, este fue el modelo con el que empezó a popularizarse el drift que hoy todos conocemos. Es una de las razones por las que el AE86 es tan popular, al fin y al cabo…

Subaru Impreza WRX STi

Subaru Impreza WRX STI 2003-2005

En los 90, Subaru ofreció por primera vez la versión más deportiva de su Impreza, la cual rápidamente se convirtió en toda una leyenda. Con un motor bóxer de cuatro cilindros con potencias que se podían situar cerca de los 300 CV en los primeros modelos y su tracción integral, el Impreza WRX STi no era un coche cualquiera.

La participación del fabricante en los rallies tuvo mucho que ver en el desarrollo de estas configuraciones y con el tiempo no dejaron de mejorar y evolucionar. Eso sí, también hay versiones como el STi 22B que son de las más aclamadas por sus prestaciones y rareza, llegando a venderse por cientos de miles de dólares en algunos casos.

Mitsubishi Lancer Evolution

Mitsubishi Lancer Evo VI Tommi Makinen Edition

Eso sí, el Impreza no estaba solo. A la vez, Mitsubishi lanzó al mercado a su némesis: el Lancer Evolution. Ambos coches eran rivales en los trazados y también en la carretera, ya que ofrecían un concepto similar: un coche con cinco plazas, tracción integral, potencia y ‘pedigrí’ de rallies.

En el caso del Lancer, el motor no era un bóxer, pero también era un cuatro cilindros con potencias que se movían en torno a los 300 CV en función de la generación. Por desgracia, eso sí, la décima fue la última y ya no podemos hacernos con este modelo.

Mazda RX-7

Mazda RX-7.
Mazda RX-7.

El coche con motor rotativo por excelencia. A finales de los 70, Mazda lanzó el RX-7, un deportivo que se caracterizaba por este tipo de bloque. Es un tipo de propulsor peculiar, ya que se utilizan rotores en lugar de pistones.

Hubo varias generaciones de este modelo, pero el FD lanzado en la década de 1990 y comercializado hasta el 2002 es el más popular. En este caso, su buen manejo y prestaciones se unían a un diseño inconfundible que además variaba con kits de carrocería icónicos como el de VeilSide. Es una joya del universo JDM.

Mazda MX-5

Mazda MX-5 (NA)

Sea como fuere, que un deportivo japonés haya tenido una gran relevancia no depende solo de su potencia. Hemos hablado de modelos con grandes prestaciones, pero otros se centraron en el disfrute al volante y ahí el MX-5 de Mazda es uno de los referentes.

Nacido a finales de los años 80, aún se mantiene como un roadster ligero, pequeño y realmente divertido de conducir. En una carretera de curvas, te lo pasarás en grande con uno, sin importar su generación. ¿No nos crees? Mira lo que nos pareció al conducirlo por la Transfagarasan.