¿Un Rolls Royce Phantom II de 1929 eléctrico? ¡Sí, por favor!

El taller de Electrogenic ha estado ocupado últimamente haciendo una de las conversiones que más polvo van a levantar.

Y es que esta vez le ha tocado a un Rolls-Royce. El nuevo hermanito del Spectre es nada menos que un Phantom II de 1929 que se exhibirá en el exclusivo Salon Privé de este fin de semana, donde se podrán ver en un mismo sitio los coches más exclusivos y lujosos del mundo.

Ya hemos probado el Rolls-Royce Spectre completamente eléctrico

Electrogenic ha desmontado el enorme motor de seis cilindros en línea de 7,7 litros y 120 CV del Phantom II y lo ha sustituido por un motor eléctrico de 150 kW situado entre los raíles del chasis de largueros que está alimentado por una batería de 93 kWh situada bajo el capó.

La marca suele crear conversiones para eléctricos "listas para usar". Sin embargo, este proyecto en concreto fue difícil de poner en marcha tras recibir el encargo de un coleccionista privado que les ha hecho sudar tinta.

Steve Drummond, director de Electrogenic, lo cuenta así: "Ha sido un proyecto enormemente complicado y gratificante, llevado a cabo a lo largo de 18 meses por nuestro equipo de ingenieros, programadores y proveedores líderes en el sector". 

"Ha supuesto un reto técnico", continúa, "desde el estudio de viabilidad del proyecto y las especificaciones técnicas hasta el diseño de opciones de renderizado para ver cómo lucirían los diversos componentes, como por ejemplo cómo se mostrarían las baterías bajo el capó".

Hay ciertas peculiaridades distintivas de los Rolls, como el sistema centralizado de lubricación del chasis que proporciona una conducción suave y el sistema de frenado, que, según Electrogenic, supusieron un reto para sus esfuerzos por rediseñar el Phantom para que fuera totalmente eléctrico. 

Al quitar el motor y la transmisión de cuatro velocidades se encontraron con un gran vacío en el que colocar las baterías. 

A la manera típica de Electrogenic, hay una cubierta de aluminio esculpida sobre las baterías, de modo que cuando se levanta el capó del Phantom, las entrañas del coche siguen siendo tan impresionantes como siempre.

Rolls Phantom II 1929 Electrogenic

El Phantom cuenta ahora con un indicador LED del estado de carga y una serie de medidores orientados a los vehículos eléctricos que, según nos han asegurado, han sido "creativamente rediseñados". 

Entre las comodidades de hoy en día se encuentra un sistema de audio de alta gama (no podía ser de otro modo), que cuenta con conectividad Bluetooth y un subwoofer bajo el asiento trasero.

Aunque Electrogenic no ha conseguido reducir las dos toneladas de peso en orden de marcha, el Phantom II tiene una autonomía real de unos 240 km y un sistema de frenado regenerativo que permite también pulsar un botón cuesta abajo para maximizar esos kilómetros como en los eléctricos actuales.

Según Drummond, este ha sido el proyecto más complejo que han hecho hasta el momento, pero también tiene un mensaje para los puristas: "Como en todas las conversiones de Electrogenic, no se ha perforado ni cortado nada en el coche. Todas las piezas se pueden volver a montar y el coche puede volver a su estado original, si es necesario".

Etiquetas: coches clásicos