Ford RS200: una bestia con motor de cuatro cilindros

Ford RS200

Gustavo López Sirvent

Este deportivo, que nació en 1984 y sólo estuvo activo durante dos años, fue diseñado para competir en el Grupo B del Mundial de rallys. Su principal (y rara) característica era que montaba un motor de cuatro cilindros en la parte trasera, que ofrecía entre 350 y 450 CV de potencia.

Casualidades o no, hoy puedes leer en esta, tu revista, un artículo sobre los Lancia HF, en concreto uno de ellos, el Delta Integrale HF, que fue uno de los primeros participantes en la clase B del Mundial de Rallys. El protagonista que ocupará los siguientes párrafos también lo fue y ambos rivalizaron: te hablamos del Ford RS200, una bestia con motor de cuatro cilindros.

De hecho, fue construido expresamente para ser homologado dentro del Grupo B de rally y diseñado para cumplir con las especificaciones de la FIA, que requería de una producción de 200 unidades del mismo coche. Nació en 1984 y se dejó de fabricar en 1986.

 Este Ford RS200 costó de parir (hubo un prototipo anterior), pero cuando lo hizo quiso romper moldes con su diseño. Tenía una carrocería coupé muy atractiva y diferente, que fue obra del centro de estilo Ghia, en concreto de Filippo Sapino. Estaba fabricada en material plástico.

Asimismo, equipaba un sistema de tracción a las cuatro ruedas que pretendía equilibrar mejor los pesos y utilizaba un elaborado esquema de doble eje de transmisión: desde la unidad del motor, de hecho, un primer eje se dirigía hacia la parte delantera del coche, donde se encontraban el diferencial/divisor central y la conexión con el eje delantero (que podía desconectarse). 

Desde aquí, un segundo eje 'devolvía' la tracción a las ruedas traseras. Según datos oficiales, el reparto del par motor era de un 37% a las ruedas delanteras y un 63% a las traseras, pero en la versión de competición se podía bloquear al 50%/50% también desde el habitáculo.

Motor de cuatro cilindros 1.8 de Cosworth

Este deportivo tenía varias curiosidades que lo hacían especial, a la par que raro en su segmento: su motor de cuatro cilindros estaba ubicado en posición central trasera. Tenía un propulsor de 1.8 litros sobrealimentado (preparado por Cosworth) que ofrecía entre 350 y algo más de 450 CV, menos potente que sus rivales.

La relación entre peso y potencia (algo más de una tonelada) era contraproducente para sus intereses si se comparaba con sus oponentes, con lo que su rendimiento era menor. Este hecho provocó que el proyecto de Ford no tuviera éxito competitivo (sólo tuvo un triunfo en Suecia, en 1986, con el piloto sueco Kalle Grundel a los mandos).

Corría el año 1986 cuando la FIA tenía previsto hacer variaciones en el Grupo B del Mundial de Rallys y convertirlo en el extremo Grupo S. Por eso, la marca del óvalo se metió de lleno en el desarrollo de un RS200 evolucionado, con un motor de 2,2 litros mucho más potente (más de 880 CV) y frenos mucho más seguros.

Pero los accidentes que hubo ese mismo año (entre ellos un RS200 en el Rally de Portugal) fueron suficientes para que el máximo organismo del automovilismo mundial diera un frenazo y suprimiera el Grupo B. La marca estadounidense paró su producción en 1987 y se dedicó a los coches de producción.