Algunos empezáis a leer con atención este artículo. Otros ya tienen la escopeta cargada contra mí, pero hablo completamente en serio. El Subaru BRZ es el mejor deportivo que puedes comprar actualmente. Por ende, también el Toyota GR86. Pero el de azul es todavía más especial y os voy a explicar por qué.

Prueba del Subaru BRZ: un icono moderno de los deportivos JDM

No hablo sin conocimiento de causa. He probado todo tipo de coches deportivos en los últimos años. Desde clásicos hasta máquina que cuestan lo mismo que yo ganaría en dos o tres vidas. Y absolutamente ninguno me ha producido lo que el nuevo rey de los coches japoneses.

El Subaru BRZ es el coche deportivo que necesitas

Pensemos por un momento en los vehículos de antes. Los auténticos deportivos. Coches ligeros, sin demasiada potencia (porque no hacía falta). Ni siquiera con motores turbo, con una buena sinfonía bajo el capó mientras suben de revoluciones hasta el infinito.

Por supuesto, queremos diversión, así que debían ser tracción trasera. Esencia de los rallys, de los circuitos y los albores del drift. También debían tener una mecánica simple que fuera fácil de reparar, mantener y modificar. Y un diseño despampanante, que nos inspirase.

Todo eso se ha perdido con los años. Y si no se ha perdido para algunos modelos, han pasado a costar 60.000 euros o incluso mucho más. No están al alcance de todos y todavía menos de los jóvenes que quieren ir del punto A al punto B con una sonrisa.

Y entonces surgió el Toyota GT86 y el antiguo Subaru BRZ. Herederos de una historia que suena a Hachiroku y que se tejió entre montañas japonesas. Un buen coche al que faltaba algo de chispa, pero un primer ladrillo de una construcción mayor.

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Hace poco, el coupé se actualizó con el nuevo Subaru BRZ y el Toyota GR86. Un vehículo que reúne todos los requisitos expuestos anteriormente y que solo se ha visto limitado por las odiosas normas anticontaminación europeas.

El precio del GR86 partía desde unos 34.900 euros y el del Subaru BRZ desde 39.500 euros. El primero, con un número de coches más amplio. Del Subaru solo hemos recibido 50 unidades en España. Es todavía más exclusivo.

Es barato y quien diga lo contrario, no conoce el mercado actual. Pero además es divertido, se roba todas las miradas, cuenta con un rendimiento soberbio y solo puede sacarte sonrisas allá donde vayas. Hacía años que no se fabricaba algo igual.

¿Tiene aspectos mejorables? Claro que sí, nada es perfecto. Necesita más sonido de escape y honestamente, las plazas traseras solo sirven para quitarlas y plantas una jaula antivuelco. Pero esa es la esencia del JDM, ¿no? Las modificaciones. Y con este coche, no te van a faltar.

Que sea todavía más exclusivo que el Toyota lo hace más especial. Como la rareza de su motor de 4 cilindros bóxer y la sensación completamente analógica al conducirlo. Con un embrague y palanca de cambios dura, un paso por curva que te exige máxima atención, un baile en la trasera que puede tornarse en un tango frenético. Eso es lo que debería ser un deportivo y por ello, este coche es para ti.