Grandes berlinas olvidadas: Citroën CX

Citroën CX GTI

Una de las grandes creaciones de la marca francesa

En esta serie de grandes berlinas olvidadas hemos hablado de coches que no lograron buenos resultados en sus años de comercialización. Sin embargo, esta vez hablamos de un coche que sí tuvo una buena acogida. Tampoco es realmente un modelo olvidado, pero no cabe duda de que se trata de una gran berlina. Hoy hablamos del Citroën CX.

Esta fue una de las berlinas más reconocibles de Citroën, así como una de las más importantes, pues tuvo que soportar la presión asociada al hecho de llegar tras el inconfundible DS. Sin embargo, al contrario que su sucesor, el Citroën XM del que os hablamos la semana pasada, su existencia sí estuvo acompañada de una gran popularidad.

A la llegada de los años 70, la marca francesa quiso lanzar un nuevo coche que sustituyera al apodado ‘Tiburón’, que había salido al mercado en 1955. Su concepto iba a ser similar, el de un gran coche enfocado en la comodidad y los avances. Para materializarlo, confiaron su diseño a Robert Opron, que ya se había encargado del restyling del DS a finales de los 60.

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A la hora de dibujar sus líneas, Opron se fijó en el concept aerodinámico BMC Pininfarina de 1967, que acabaría sirviendo de base para el Rover SD1. Realmente, en muchos aspectos el CX era una copia de aquel modelo conceptual, pero también contaba con sus propios detalles. De esta forma nació el prototipo llamado Project L, que evolucionaría levemente hacia el CX en 1974.

De entrada, el aspecto del coche era lo más llamativo, con unas líneas suaves, un frontal bajo, las ruedas traseras carenadas y una gran superficie acristalada. Sin embargo, por lo que destacaba el diseño del Citroën CX era por su aerodinámica. De hecho, por esta razón se le bautizó así, ya que su coeficiente aerodinámico -cx- era de 0,35.

La verdad es que esto era más un ejercicio de marketing, pues no era el coche con mejor aerodinámica de la marca, aunque no dejaba de ofrecer unos buenos datos en ese aspecto. Sea como fuere, lo cierto es que su acogida inicial fue buena y acabó siendo elegido Coche del Año de Europa en 1975.

Las razones de esto eran varias, pero lo más evidente es que se trataba de un coche sofisticado y con grandes virtudes. Esto se notaba especialmente en el habitáculo, pensado para acoger a los ocupantes con la mayor comodidad posible. Con el confort de esta zona y elementos como la suspensión hidroneumática, viajar en este modelo era una gran experiencia.

Aun así, el interior del Citroën CX no trataba solo de la comodidad. Su aspecto también era sorprendente, especialmente en el puesto de conducción, con el volante monoradio y un cuadro de instrumentos inconfundible. Esta era una berlina que debía sorprender allá por donde pasara y lo sabía conseguir con creces.

Interior del Citroën CX

Por otro lado, más allá de su apariencia, este era un coche realmente avanzado. Su objetivo era transmitir un aire premium y por ello contaba con sistemas para nada comunes en aquel momento, como los frenos ABS. Sin duda, el CX era una de las opciones más completas de su tiempo.

Asimismo, durante sus años de comercialización, este modelo se ofreció con carrocería tradicional y familiar. Llegó a haber incluso una versión de seis ruedas, el CX Tissier, que realmente era una variante creada en los años 80 por el carrocero Tissier y no por Citroën, aunque no deja de ser probablemente la configuración más peculiar de este modelo.

Citroën CX Tissier
Citroën CX Tissier

Finalmente, en lo que respecta al apartado mecánico, en los motores del CX se encontraron propulsores diésel y gasolina con potencias que oscilaban entre los 75 y los 168 CV. El tope lo marcó el CX GTi Turbo, asociado siempre al inconfundible anuncio protagonizado por Grace Jones.

En el lado de los diésel, el CX Turbo Diésel de 1986 era la versión más prestacional. Contaba con 120 CV y su velocidad máxima de casi 200 km/h lo convirtió en el coche de esta propulsión más rápido del mundo en aquel momento. Sin embargo, la llegada del Alfa Romeo 164 TD le arrebató ese título tiempo después.

¿Por qué sí triunfó el Citroën CX?

El Citroën CX se dio a conocer en 1974, en un momento en el que Citroën atravesaba una delicada situación económica motivada por cuestiones como el gasto de coches como el GS y la crisis del petróleo de aquellos años. Sin embargo, esta berlina cambió las cosas para el fabricante gracias a su buena acogida.

Su diseño, su comodidad, su completo equipamiento y su variedad mecánica jugaron a su favor. Así, en sus años de fabricación -que brevemente se desarrollaron en la fábrica de la marca de Vigo- hasta 1991 se ensamblaron 1.042.223 unidades. No llegó a las cifras del DS, pero no se quedó lejos y firmó una buena vida comercial. 

¿Cuánto cuesta hoy este coche?

Como suele pasar, todo depende de la versión que estemos buscando. Se vendieron muchas unidades de este modelo y eso hace que los precios del Citroën CX de segunda mano no estén por los aires, ya que hay bastantes unidades disponibles. Por lo general, puedes encontrar uno por unos 4.000 ó 5.000 euros, pero todo cambia si te fijas en las versiones más potentes.

Si te decides por un GTI, las cifras aumentan hasta acercarse a la frontera de los 10.000 euros. Asimismo, no debemos olvidar que se trata ya de un clásico, por lo que las unidades que han sido restauradas también suelen tener asociados los precios más altos. Aun así, se pueden encontrar modelos asequibles.

Opinión: ¿Merece la pena comprarlo de segunda mano?

Citroën CX

Citroën CX

Si realmente quieres uno, no deberías privarte en comprarlo, pero conviene buscar un ejemplar que esté en buen estado. No debemos olvidar que podemos encontrar unidades con menos de 40 años, pero otras que ya rozan los 50, dada la larga vida comercial del CX. Sin duda, esto puede jugar un papel esencial en su estado de conservación.

La parte buena es que puedes encontrar ejemplares por un precio razonable. La parte menos positiva es que no deja de ser un coche clásico y siempre va a necesitar de recambios y reparaciones, aunque sea una unidad muy cuidada. Aun así, si te lo puedes permitir y estás decidido, puedes comprar uno de los Citroën con más personalidad.