Grandes berlinas olvidadas: Citroën XM

Citroën XM

Un coche con un diseño sorprendente, acompañado de la mala fama

Continuamos nuestra serie de grandes berlinas olvidadas con otra llegada de Francia que pudo llegar lejos, pero que acabó siendo víctima de la mala fama motivada por sus fallos iniciales. Hablamos del Citroën XM, uno de los integrantes más reconocibles de su segmento en los años 90.

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La historia de Citroën con las berlinas se remonta a muchas décadas atrás, especialmente con un modelo que marcó la diferencia: el DS. Igualar o situarse cerca de su éxito no era una tarea fácil, pero su sucesor, el CX, hizo un buen papel. Sin embargo, había llegado en 1974 y a finales de los 80 era hora de buscar un reemplazo.

Por supuesto, muchas cosas habían cambiado desde el lanzamiento del CX y los coches eran ahora mucho más avanzados y sofisticados. Bajo esa premisa se pensó en desarrollar el nuevo modelo, que se daría a conocer en 1989.

Citroen XM trasera

Era el Citroën XM y, en sus primeros años de comercialización, convivió con el CX -se mantuvo a la venta hasta 1991-. Sin embargo, la diferencia entre ambos era abismal. Solo había que echar vista a las diferencias de diseño, y es que el aspecto de la nueva berlina de la marca no se parecía a nada que hubiera en el mercado.

Las líneas del coche eran afiladas y llamaba la atención el bajo frontal, así como la configuración de las ventanillas o los pliegues laterales de la carrocería. Estuviera donde estuviera, el XM no iba a pasar desapercibido y eso era así gracias a Giuseppe Bertone, que se encargó del diseño.

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Pero no todo eran apariencias en este modelo. Sobre la que era la base del Peugeot 605 se construyó una gran berlina que debía destacar por sus avances y esto se hacía evidente con elementos como el sistema de suspensión con control electrónico, la inclusión del ABS y la dirección asistida Diravi con autocentrado y asistencia variable. Este fue el último Citroën en montarla.

Más allá de esto, en el apartado mecánico se ofrecieron motores diésel y gasolina que fueron variando con el paso de los años. Se trataba de bloques de cuatro cilindros, así como de dos motores V6. De esta forma, podía obtenerse este coche con potencias que oscilaban entre los 83 y los 200 CV.

Interior del Citroën XM

Pero si había algo que le hacía destacar realmente, eran las comodidades y detalles curiosos que los ocupantes notaban en el habitáculo. El interior del Citroën XM, además de por su peculiar aspecto, llamaba la atención por la gran comodidad y amplitud que ofrecía, así como por detalles como una segunda ventanilla trasera para que no pasara el frío al abrir el maletero.

Esto no era todo, eso sí. Uno de los componentes estrella del habitáculo era el volante multifunción. Sí, en 1989. A través de él se podía controlar el volumen del sistema de audio o las luces de emergencia y fue toda una novedad en su momento. En general, el coche en sí estaba repleto de novedades, pero eso fue lo que también causó su fracaso.

¿Por qué no triunfó el Citroën XM?

A su llegada al mercado, el XM era un coche llamativo, amplio y muy avanzado. Además, su suspensión y la comodidad de sus asientos lo convertían en una opción perfecta para viajar, pero no todo eran puntos positivos en él. Sí, ofrecía mucha tecnología, pero todo estaba dando sus primeros pasos en ese momento.

La falta de avances de ciertos elementos en aquel momento y el recorte de presupuesto durante el desarrollo del XM hicieron que la electrónica se convirtiera en su talón de Aquiles. En las primeras unidades, este era el primer inconveniente, tanto que todo el equipo responsable del sistema eléctrico fue despedido.

Citroën XM V6

Estos fallos se solucionaron especialmente con el restyling del coche, realizado a mediados de los 90, pero la mala fama ya estaba ahí y siempre es difícil deshacerse de ella. Asimismo, el elevado precio de venta en aquel momento dificultó que fuera más popular. Como referencia, en 1990 el precio del Citroën XM V6 era de 4.600.000 pesetas, que al cambio son unos 27.646 euros.

De esta manera, la vida comercial de este modelo llegó a su fin en el año 2000. En ese tiempo, la marca vendió algo más de 333.000 unidades, lo que estaba muy lejos de muchos de los rivales a los que pretendía batir.

¿Cuánto cuesta hoy este coche?

En estos momentos, aunque no sea un coche que se suela ver circulando con asiduidad, lo cierto es que aún quedan bastantes unidades y no es complicado encontrar uno a la venta. Esto hace que se abaraten sus precios y que sea habitual ejemplares por entre 2.000 y 4.000 euros.

Por supuesto, hay ejemplos más baratos y otros más caros. Todo depende de la motorización, de su estado… Y del dueño. Aun así, no es complicado encontrar unidades con un -a priori- buen estado por un precio asequible.

Opinión: ¿Merece la pena comprarlo de segunda mano?

Citroën XM

De nuevo, llegamos a la gran pregunta. Esta vez, decidir ir a por uno no es algo tan arriesgado, ya que hay varias opciones para elegir y sus precios no son desorbitados. Sin embargo, como siempre, hay que andarse con ojo.

Una de las cosas que hay que tener en cuenta al comprar un Citroën XM de segunda mano es la motorización, ya que se ofrecieron distintas opciones y puede que las menos prestacionales sean menos interesantes. Especialmente, si tenemos en cuenta que sus capacidades pueden haber menguado con los años.

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Asimismo, hay que tener cuidado con las primeras unidades, ya que los fallos de electrónica aún estaban presentes entonces. Teniendo esto en cuenta y las típicas cuestiones de un coche usado, como su estado y su kilometraje, podrás tener en tu garaje una interesante berlina francesa que ganará valoración como clásico con los años.

Etiquetas: Berlinas, Motor