Probamos la Volkswagen Driving Experience: ¿quieres mejorar al volante?

Volkswagen Driving Experience

Así es la escuela de conducción de la marca alemana

Hoy en día, existen multitud de opciones para aquellas personas que quieren mejorar sus habilidades al volante, ya sea para sacar el máximo partido de su coche o para aprender cómo reaccionar ante situaciones de riesgo. Hay cursos de conducción de todo tipo y los de Volkswagen Driving Experience son de los más conocidos. Nosotros hemos podido probarlos.

Esta escuela de conducción comenzó hace casi 20 años como una manera de formar a los comerciales de Volkswagen, pero desde hace años se destina a cualquier interesado. Ya han pasado casi 30.000 conductores por ella y sus actividades se desarrollan en el Circuito del Jarama, en el de Montmeló y en el de Navarra. Sí, son lugares distintos, pero en todos ellos se ofrecen cursos para todos los gustos.

En general, se pueden encontrar opciones de conducción off-road, de conducción deportiva, de manejo de coches eléctricos… También existe la posibilidad de combinar varios cursos e incluso de conocer a Luis Moya, embajador de la marca, quien se ofrece para dar una clase particular acompañada de una comida al finalizar la jornada.

En nuestro caso, para poder tener una idea general de la Volkswagen Driving Experience, vamos a realizar un Race Tour de cuatro horas. La idea es experimentar las distintas opciones de la escuela a los mandos de casi todos los coches de la firma alemana, así que va a ser una mañana interesante. ¿Cuál será el punto de partida? El circuito off-road, por supuesto.

Hora de ensuciarse los zapatos

Volkswagen Driving Experience

Con modelos como el Volkswagen Touareg y el Tiguan, nos desplazamos fuera del asfalto del Jarama hacia un circuito de tierra. Me pongo al volante del SUV más grande y comienzo el trazado con un instructor sentado a mi lado, el cual me da las indicaciones necesarias. Hay grandes cuestas, curvas con 180º de peralte, zonas muy bacheadas, vadeos… Todo lo que cabría esperar.

Tras finalizar el recorrido, y sin tener experiencia en el universo off-road, me sorprende la facilidad con la que el Touareg afronta algunas situaciones. Se trata de un todocamino enorme, pero se ha movido sin problemas en todo momento, pudiendo parar por completo en mitad de una gran cuesta o quedando prácticamente a dos ruedas en algún momento sin despeinarse.

Ahora es momento de pasar al Volkswagen Tiguan que, aunque no tiene las mismas capacidades y no puede enfrentarse a los mismos obstáculos que su hermano mayor, también cumple fuera de la carretera. Una vez me acostumbro al recorrido, lo hago con total naturalidad. Puede que haya aprendido algo después de todo.

Dándolo todo en la pista

No obstante, estamos en el Jarama y hay que sacar partido del circuito. Por ello, ahora nos esperan dos de los coches más emocionantes de la compañía: el Volkswagen Golf R y el GTI Clubsport. Subo primero en el R y, aunque ya pude conocerlo cuando lo probé, no había podido exprimir sus cualidades.

Tras unas indicaciones sobre las mejores trazadas y la mejor forma de atajar las curvas por parte del instructor que me acompaña en este segundo segmento, voy con todo alrededor del circuito madrileño. Probablemente, alguien que tenga más experiencia podría hacerlo mejor, pero no negaré que me lo he pasado en grande a más de 200 km/h.

Volkswagen Driving Experience

La historia se repite con el Golf GTI Clubsport -que también probamos hace poco- y aquí es donde noto las sutiles diferencias entre ambos compactos. Sí, son dos versiones deportivas del Golf, pero se percibe la diferencia de planteamiento entre ellos. Aun así, lo importante es que la experiencia ha sido emocionante y habría podido quedarme toda la mañana dando vueltas…

Sin embargo, no es posible. Tras los boxes nos espera un Polo GTI, pero no está ahí para correr, sino para que trabajemos nuestro manejo. Delante de él hay un estrecho circuito de conos que tenemos que recorrer lo más rápido posible y eso requiere de una buena técnica. La velocidad es importante, pero el control lo es aún más.

No todo es velocidad...

Aun así, si hay algo que define a los coches actuales, son los avanzados sistemas de ayuda que incorporan. Por ello, para rebajar la adrenalina, nos disponemos a salir brevemente a la carretera al volante de un Volkswagen Taigo. ¿Para qué? Para probar su sistema Travel Assist.

En esencia, es algo parecido al control de crucero adaptativo y puede costar acostumbrarse a él si lo que te gusta es tener el control, pero no deja de ser algo llamativo y útil. Con él, el coche puede mantener una velocidad, así como aumentarla o reducirla en función del coche de delante. Puede también parar por completo e iniciar la marcha, y todo sin pisar un pedal.

Volkswagen Driving Experience

No cabe duda de que los coches han avanzado mucho y es algo que asimilo cada vez que veo algo así y lo comparo con mi propio coche, del año 1999. No me molesta no tener esas ayudas, sinceramente, pero es innegable que sistemas como este están cambiando las cosas.

Eso sí, para avances, los de los coches eléctricos. En cuestión de pocos años, han evolucionado mucho y, tanto estos como los híbridos enchufables, son los que cierran nuestra jornada de la Volkswagen Driving Experience. Volvemos al trazado y me siento al volante de un Volkswagen ID.4 GTX.

De nuevo, estoy saliendo de los boxes para incorporarme a la pista, pero ahora no tengo que conducir al máximo. Esta sesión está pensada para aprender la manera más eficiente de conducir un eléctrico, de manera que extendamos al máximo su autonomía. Y es que sí, su manejo no debe ser como el de un coche con motor térmico.

Tras finalizar el recorrido, me espera el último coche del día: un Volkswagen Arteon Shooting Brake híbrido enchufable. La idea es la misma, conducir de forma suave y eficiente, aunque aquí no puedo evitar pensar en cómo echaré de menos las berlinas y los coches familiares si algún día desaparecen del mercado. Los SUV son populares, pero yo preferiría viajar en uno de estos, sin duda.

Volkswagen Driving Experience

Sea como fuere, al terminar este recorrido por las distintas variantes de la VW Driving Experience, he podido aprender algo nuevo de muchos aspectos: cómo conducir fuera del asfalto, cómo incrementar la eficiencia, cómo ir más rápido y seguro… Y todo, en una mañana.

Por supuesto, es posible profundizar más en cada uno de los cursos e incluso hay clases particulares para aquellos interesados en ir más allá. El objetivo es aprender y, con unos instructores tan preparados, esta es una buena forma de conseguirlo. Al final, lo importante es que todo se traduzca en una mayor seguridad en la carretera.