¿Una suspensión sin amortiguadores ni aceite? Ya es posible

sistema de suspensión de Marelli

Gustavo López Sirvent

La compañía italiana Marelli ha diseñado un sistema que está accionado por motores eléctricos conectados a un brazo de suspensión. Este método es capaz de ofrecer un gran confort de marcha, ya que absorbe los baches e imperfecciones del asfalto. Además, es capaz de recuperar el 80% de energía.

De entre todos los tipos de suspensiones que existen, los muelles helicoidales han sido los más comunes en los coches. Son materiales resistentes que suelen durar toda la vida útil del coche, pero eso puede cambiar tras la llegada de una revolucionaria tecnología que ha inventado la marca italiana Marelli.

La marca de Corbetta, Milán, ha diseñado un nuevo sistema de suspensión que prescinde de amortiguadores y de aceite y que está accionada por motores eléctricos conectados a un brazo de suspensión. Un método capaz de ofrecer un gran confort de marcha, ya que absorbe los baches e imperfecciones del asfalto y, a su vez, recupera energía. 

Esta suspensión electromecánica activa consta de cuatro actuadores eléctricos, cada uno compuesto por un motor sin escobillas y un engranaje reductor de alta relación, que se conecta al brazo de suspensión, con la capacidad de mover activamente la suspensión en un ángulo determinado según la información trasladada por la unidad de control. 

Esa unidad de control analiza de manera constante las fuerzas y parámetros de aceleración, recorrido de la suspensión y el ángulo de la dirección. 

Está pensada para que cada brazo sepa aplicar la fuerza necesaria para amortiguar las irregularidades del terreno, hasta incluso las inercias producidas en paso por curva. Y es la unidad de control la que gobierna cada actuador, gracias a un hardware electrónico y software especializado. 

El software es el encargado de monitorear una variedad de señales, como aceleraciones, carrera de suspensión, ángulo de dirección, parámetros de la unidad de propulsión principal, pedal de freno y demanda de torque. Igualmente, predice las acciones que cada actuador debe aplicar al brazo de suspensión para establecer la fuerza de reacción que toque en cada momento.

Recupera energía almacenada en una batería

La unidad de accionamiento que incorpora el actuador recibe una demanda de fuerza de la ECU central y calcula los parámetros (corriente objetivo) para accionar el motor eléctrico de los actuadores, utilizando un algoritmo integrado. El sistema está alimentado por un circuito eléctrico de 48V incluido en la red eléctrica del vehículo y garantiza el correcto flujo de energía.

El sistema no necesita la utlización de aceite, ni amortiguadores, aunque sí mantiene los muelles. Además, ofrece hasta un 80 por ciento de eficiencia energética, en comparación con los sistemas pasivos o semiactivos, por lo que es capaz de recuperar energía que se almacena en una batería, la misma que alimenta a los motores eléctricos integrados en los actuadores cilíndricos. 

De esta manera, el brazo articulado activa el motor eléctrico, lo que genera una energía similar al del frenado regenerativo, llegando a recuperar el 80% de la energía. Esto redunda en la sostenibilidad que ofrece este sistema. Por si fuera poco, Marelli ha conseguido que ocupe menos volumen que otras tecnologías disponibles, proporcionando mayor libertad en el diseño interior del automóvil.

El sistema controlado electrónicamente decide autónomamente el mejor comportamiento de la suspensión de cada coche, con lo que neutraliza las vibraciones y los movimientos de la carrocería que tenga el vehículo. Esta técnica procesa información en milisegundos y determina las acciones requeridas en diferentes condiciones de conducción.