El poderío que tiene Apple como multinacional tecnológica no ha sido suficiente como para poder ingresar por derecho propio en el mundo de la automoción. Lo intentó a través de su coche eléctrico, pero sucumbió y la jugada salió mal. Y ahora lo va a intentar con su su sistema CarPlay, que, en principio, va a ver la luz este mismo año. A ver si ésta es su carta ganadora...

La empresa de Cupertino lanzó en 2014 su primera aplicación para incorporar a los coches. Ahora, con su nuevo software, quiere plantarle cara (y si puede, superar) a Android, que juega con mano ganadora en el sector automotriz gracias a su Android Auto.

Según publican nuestros compañeros de Business Insider a través de una información de Bloomberg, la idea del nuevo CarPlay, conocido como Project IronHeart dentro de Apple, era llevar el sistema un paso más allá, que era integrarlo de lleno en los vehículos. 

La noticia refleja que esta aplicación se podría controlar desde más pantallas, así como desde cuadro de instrumentos de un coche. Además, podría manejar funciones como la radio o el sistema de aire acondicionado.

Pero, ¡ay amigo! Aquí hay más 'manos' que quieren llevarse su botín. Apple no sólo tiene a Android cono competidor directo. Entre medias ha aparecido un actor con peso en esta trama llamado Google, que lanzó al mercado Android Automotive, que no es más que un sistema integrado que puede controlarse desde las pantallas y los indicadores de un vehículo sin conectarlo a un smartphone.

Muchas son las novias que tiene el software de la empresa de Menlo Park, puesto que ya son unos cuantos fabricantes quienes han echado mano de él. Haciendo un pequeño repaso, firmas como Polestar, Porsche, Lucid, Volkswagen, Ford, BMW, Stellantis y General Motors instalan en sus modelos los sistemas de Andorid Automotive. 

Hace tan sólo cinco años que este software está en el mercado. En ese tiempo ha pasado a ser el líder y el más demandado por las marcas. Tiene una cuota de mercado que se estima en el 35% del segmento de sistemas operativos para coches. Pero Apple ha parido su nuevo CarPlay con el propósito de darle la vuelta a la tortilla y acaparar el negocio tecnológico para automóviles.

Para que los usuarios y fabricantes confíen en Apple, la compañía de la manzana ha diseñado una interfaz mucho más cuidada en imagen y más personalizada. La gran traba con la que se va a topar la firma californiana es que este sistema sólo se va a poder usar con un iPhone y no viene integrado en el vehículo. Y eso, hoy en día, es un hándicap porque los clientes lo piden.

Por esta razón, la firma estadounidense ya ha comenzado a desarrollar la opción de integrarlo en un sistema operativo completo que funcione directamente en los automóviles. Aun hay territorio por explorar porque esta idea habría funcionado mejor y mucho antes con chips diseñados por Apple y otras tecnologías propias, como las pantallas. 

En la actualidad sólo hay dos marcas (Porsche y Aston Martin) que han contado con el CarPlay. ¿Por qué este despliegue de medios se mueve a ritmo de caracol? Porque el equipo de diseño de Apple sigue trabajando codo con codo con los fabricantes para crear una interfaz y un estilo personalizados para cada modelo. Y eso requiere su tiempo.