La temporada 2021 de Fórmula 1 está siendo de lo más inusual y, seguramente, la más divertida para pilotos y aficionados desde hace muchos años. Lewis Hamilton se ha topado en el camino de dominio absoluto de Mercedes con el Red Bull Honda de Max Verstappen, y a falta de la ronda final en Abu Dhabi, están empatados a puntos en la clasificación.

369,5 puntos, concretamente, después de una polémica carrera en el circuito saudí de Jeddah con varios incidentes entre ambos pilotos (incluyendo un choque durante un procedimiento de devolución de la posición) y de diversas sanciones al holandés.

Es una situación histórica. Llegar al último gran premio con los líderes empatados. Si bien, ¡ya sucedió en el pasado! En la temporada de 1974, las leyendas Emerson Fittipaldi y Clay Regazzoni –pilotos de McLaren Ford Cosworth y Ferrari respectivamente–.

Fue un año extraño. El dominio de los motores Ford Cosworth hizo a McLaren acercarse a su primer campeonato, y Ferrari luchó en solitario (con la excepción de BRM) contra una parrilla llena de motores americanos y grandes equipos como Tyrrell, Lotus o Brabham.

El 22 de septiembre en Canadá, Fittipaldi consiguió su 12ª victoria para McLaren y para sí mismo, con unos 15 segundos de ventaja sobre Regazzoni, que tuvo un mal fin de semana pero que pudo limitar los daños. La retirada de Lauda y Scheckter supuso para el británico un gran paso rumbo a su segundo título, aún estando empatado a 52 puntos con el piloto de Ferrari.

Dos semanas después, la Fórmula 1 llegó al circuito de Watkins-Glen en Nueva York. Ese 6 de octubre vería la última carrera del campeonato de 1974. Justo un año tras la muerte de François Cevert, todas las miradas estaban puestas sobre la seguridad.

Y no sin motivos, porque en las pruebas del viernes, Jean-Pierre Beltoise tuvo un enorme accidente con su BRM, aunque consiguió salir con solo una fractura en un pie. Ya en la clasificación, el Ferrari 312 B3 sufrió importantes problemas de estabilidad y subviraje. Sin embargo, McLaren se encontraba en la misma situación.

Fittipaldi salió 8º, mientras que Regazzoni lo hizo 9º por 62 centésimas respecto a su rival en clasificación. En un buen inicio, el piloto italiano sobrepasó a Fittipaldi en la salida, que tuvo unas primeras vueltas centradas en la remontada.

Pero, de improviso, en la vuelta número diez, en el descenso de Toe, Koinigg tuvo un fallo en su Surtees. No se sabe con exactitud si un pinchazo o una rotura de la suspensión, pero se estrelló fatalmente en las barreras de acero, provocando la muerte del piloto.

Eran otros tiempos. Más oscuros, sin duda. La carrera continuó, con graves problemas para los Ferrari, que se quedaban sin gomas debido a la configuración de sus suspensiones. Mientras, Fittipaldi prosiguió en mitad del top 10 sin problemas.

Con Regazzoni prácticamente fuera de combate y de los diez primeros, el británico pudo adelantar a Lauda debido a problemas mecánicos del austriaco, y terminó la carrera en la vuelta 52 sin demasiados problemas. Una 4ª posición tras Reutemann (1º), Pace (2º) y Hunt (3º) que le valió el campeonato.

Con solo 27 años, Emerson Fittipaldi volvió a lo más alto con un segundo campeonato del mundo a la vez que McLaren también conseguía el título de constructores. El campeón había escapado de aquel empate y un inicio complicado del fin de semana.

"Me sentí campeón del mundo después de que Regazzoni parara en boxes. Estaba muy tranquilo. No tuve que forzar motor o neumáticos. En este nivel, la serenidad no tiene precio", comentó finalmente tras la carrera con su clásico carisma inglés.