7 superdeportivos que probablemente no recordabas

Superdeportivos que cayeron en el olvido
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Qué injusto es el olvido (a veces)

El mundo de los superdeportivos es complicado. Cualquiera que haya intentado meter la cabeza en esto de fabricar coches sabrá que no es sencillo. Mira si no el ejemplo de Dyson, que gastó millones y millones en su SUV eléctrico y tuvo que parar el proyecto cuando estaba más que avanzado.

Coches deportivos

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

Pero aquí vamos a prestarle atención a algunos modelos que consiguieron saltar al asfalto, independientemente de la fortuna con la que lo hicieron.  Porque, seamos sinceros: ¿alguien ha pensado en las últimas 72 horas en el Vencer Sarthe que inicia esta serie? Vamos a sacar del olvido a alguno de ellos. 

Vencer Sarthe, 338 km/h

Vencer Sarthe

Este superdeportivo sobrealimentado de 6,3 litros con motor V8 retocado por Hennessey tiene un toque romántico: La Sarthe, como cualquier fanático de las carreras de resistencia te explicará, es el circuito en el que se han desarrollado las 24 Horas de Le Mans desde la década de 1920.

Pero el nombre de Sarthe también insinúa su inspiración e intención: el fundador de Vencer, Robert Cobben, estuvo en la recta de Mulsanne cuando era un adolescente en la década de 1980, observando cómo los deportivos pasaban a más de 350 km/h. No hace falta decir que tuvo algo de impacto.

Bajo el capó del superdeportivo holandés hay 631 CV, está hecho de fibra de carbono y tiene una caja de cambios manual de seis velocidades. Ah, y es de la vieja escuela: sin control de tracción, sin cajas de cambios automáticas... Solo potencia, ligereza y ABS para cuando descubras que toda esa potencia y ligereza te ha puesto en una situación en la que preferirías no estar.

Tramontana XTR: 350 km/h

Tramontana XTR

Seguramente ya sabes que la tramontana es un viento del norte que a veces pone las cosas complicadas a la gente de Cataluña y Baleares. Los Tramontana (ya con mayúscula) se fabrican en Barcelona, se lo ponen también difícil a algunos, pero de otro modo: cuando se presentó el XTR se avisó de que solo se harían seis al año.

De todas maneras, probablemente te estés preguntando cuándo vamos a mencionar el diseño tan peculiar. Ciertamente es demasiado, así que lo mejor es centrarse en sus 888 CV que salen de un motor V12 turbo basado en los que utilizaba Mercedes para los AMG. Tiene asientos en tándem y suspensión estilo F1, ideal para dejar claro que este coche no es precisamente para pasear...

Ascari KZ1: 322 km/h

Ascari KZ1

Ascari es una compañía inglesa, pero lleva el nombre de Alberto Ascari, un piloto de carreras italiano tremendamente talentoso que era tan experto en dos ruedas como cuatro. Una especie de John Surtees, pero mucho antes.

El Ascari KZ1 hizo un tiempo de 1:20.7 en la famosa pista de pruebas de Top Gear, lo que hizo que se situara por modelos como el Gallardo Superleggera, Mercedes-McLaren SLR y el 997 GT3 RS. Y lo hizo en mojado, mientras los demás corrieron en seco. 

Es todo de fibra de carbono, y no hay ayudas electrónicas para controlar los 500 CV que salen del motor que originariamente montaba el BMW M5 E39, el V8 con denominación S62. Si te equivocas, te mostrará el error. Y luego algo de hierba. Y posiblemente el cobertizo de otra persona.

Arash AF8: 320 km/h

Arash AF8

La compañía detrás del AF8 ha tenido algunos nombres antes, aunque, de todos, Arash, el nombre de un arquero que lanzó una flecha que voló durante 40 días, es probablemente el mejor. A modo de ayuda, también es el primer nombre del propietario de la empresa.

El AF8 también es un modelo muy serio: chasis de acero tubular con secciones de fibra de carbono y el LS7 V8 (sí, un 7,0 litros) del Corvette con 550 caballos para impulsar sus 1.200 kilos de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos.

Venturi 400 GT: 270 km/h

Venturi 400 GT

El motor PRV V6 fue durante mucho tiempo poco considerado, seguramente debido a que también lo montaba el DeLorean, un automóvil tan lento que 'Doc' tenía dificultades para alcanzar 88 mph (140 km/h). Pero tenía sus detallitos. Más allá de que te permitía viajar en el tiempo, estaba desarrollado por Peugeot, Renault y Volvo (de ahí su nombre).

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En el Venturi 400 GT todo pareció encajar. El PRV V6 se colocó en posición central. Pasó de 12 a 24 válvulas y Renault diseñó un sistema de baja compresión y alta presión turbo, que era lo que se le daba especialmente bien por aquella época.

Apenas pesaba 1.200 kg, por lo que sus 400 CV eran más que suficientes para alcanzar los 100 en menos de cinco segundos y ver muy de cerca los 300 km/h. En 1992.

Nissan R390: 354 km/h

Nissan R390

Diseñado por Ian Callum, desarrollado por Tom Walkinshaw, con chasis desarrollado a partir del Jaguar XJR-15 y los pilotos del Fiat Coupé. Ah, y con un V8 de 3,5 litros y 558 CV de la categoría GT1. Nada podría salir mal.

Y así fue. Nissan lo dio todo: hizo un coche de carreras, el R390 GT1 y luego convenció a las autoridades de que se trataba de un modelo de calle. Así que lo que hay ahí es pura tecnología de competición con una caja de cambios secuencial Xtrac de seis velocidades, frenos AP Racing de seis pistones... y bueno, asientos de cuero y cosas de esas que lo hacen cómodo.

Para la versión de competición, el R390 alcanzaba 650 CV para unos 1.000 kilos, lo que le permitió a la escuadra de cuatro R390 terminar entre los 10 primeros en Le Mans en 1998. Una gran hazaña.

Bristol Fighter: 338 km/h

Bristol Fighter

Una de las típicas 'inglesadas' que nos hacen envidiar a ese país y su pasión por los coches. Cuando apareció, lo cierto es que el mundo se encogió de hombros y siguió con su vida. El Fighter llegó con tipo alas de gaviota, carrocería de aluminio, paneles de fibra de carbono...

En realidad no era a lo que Bristol tenía por costumbre hacer. Para hacerse con uno, no bastaba solo con presentarse en el concesionario de Kensington con el bolsillo lleno de dinero; tenías que ganar la aprobación del jefe de Bristol, Tony Crook.

Digamos que le caíste bien y conseguiste entrar en la lista de espera para un Bristol Fighter. ¿Qué obtendrías? El motor V10 de 8,0 litros de un Dodge Viper, con más de 530 CV. También se ponía a 100 en menos de cuatro segundos y, según la marca, podía alcanzar 338 km/h. Eso probablemente se debió al coeficiente aerodinámico de 0,28. Por comparar, el Dodge Viper con el que compartió motor y caja de cambios tiene un Cd de 0,45.

Dauer 962: 404 km/h

Dauer 962

Es difícil hablar de carreras de resistencia sin pensar inmediatamente en Porsche. Su 962 es posiblemente uno de los mejores coches de resistencia jamás construido, y su lista de pilotos deja sin aliento a cualquiera: Jacky Ickx, Stefan Bellof, Derek Bell, Jochen Mass, Mario Andretti...

También pasó tiempo en manos de otro tipo con un nombre menos sonoro: Jochen Dauer, quien tenía cierta afición por los 962... y con jugar sucio con el dinero, lo que le valió algún que otro disgusto serio con la justicia.

Uno de los mayores highlights de su carrera fue el Dauer 962, un coche matriculable basado en el Porsche del moribundo Grupo C. Dauer hizo un trabajo tan excelente al convertir el 962 que los de Stuttgart se involucraron. ¿Por qué? Bueno, como coche de carretera, podría participar en a Le Mans en la categoría GT, en la que ganó en 1994 antes de ser prohibido la temporada siguiente...

Jaguar XJR-15: 307 km/h

Jaguar XJR-15

Tal vez deberíamos haber llamado a esta lista "Un montón de coches de carreras matriculables que quizás recuerdes o no". Al igual que el Dauer 962 de arriba, los orígenes del XJR-15 nacen en el Grupo  C.

El XJR-9 de competición está a la altura de las mejores cosas que Jaguar haya hecho jamás: ganar las  24 Horas de Daytona y de Le Mans, el WSP de 1988 de marcas (Martin Brundle se llevó el de pilotos).

Jaguar se tomó al pie de la letra eso de "un coche de carreras para la carretera". El XJR-15 es básicamente un XJR-9 con un poco más de espacio en el interior, aire acondicionado, faros escamoteables y el mínimo de modificaciones para que sea legal. Con su V12 atmosférico de seis litros y 456 CV, realmente está muy cerca del XJR-9. Tanto, que es salvaje. A los que se lo compraban, Jaguar les daba unos intercomunicadores para que los ocupantes pudieran hablar. Puro lujo.

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