¿Conoces el origen del nombre del Renault 4/4?

Renault 4/4
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Si te van los clásicos es literalmente imposible que no asome a tu rostro una sonrisa cada vez que te cruces con un Renault 4/4, pero... ¿conoces cuál es el origen de su nombre? Como era costumbre en la época, la forma en que todo el mundo conocía al compacto francés se transformó al cruzar la frontera. Aunque tenía todo el sentido del mundo. ¡Empezamos!

Renault 4CV: un esperanzador futuro tras la II Guerra Mundial

El nacimiento del Renault 4/4 tuvo lugar en Francia con su presentación oficial en el Salón de París celebrado en 1946 cuando, tras haber nacionalizado la firma al término de la Segunda Guerra Mundial, sus comandantes quisieron darle a la industria patria un buen empujón que volviera a poner en marcha el motor económico de un país severamente azotado por la contienda.

La prisa por tenerlo listo aun sin contar con todo lo necesario para ello hizo que las primeras unidades terminadas del coche estuvieran compuestas de piezas que después no pasarían a la cadena de producción e incluso que sus carrocerías estuvieran terminadas en un amarillo muy pintoresco... que era el mismo que lucían los vehículos militares del ‘Afrika Korps’ alemán. Sé lo que estás pensando y sí, sucedió exactamente así: echaron mano de lo primero que tuvieron a su alcance y unas cuantas latas de pintura sobrante nunca vienen mal. Aunque su origen fuera el taller de un ejército de ocupación. 

Renault 4/4

Para el mes de agosto de 1947 Renault lo tuvo todo listo para comenzar su producción en serie definitiva y, hasta 1961, consiguieron producir un total de 1.105.543 unidades de su querido 4CV, bautizado así por la potencia fiscal declarada según los cálculos del Ministerio de Industria galo.  

Hora de traerlo a España... bautizado como Renault 4/4

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A pesar de que en nuestro país existía ya por aquel entonces un importador de los vehículos producidos por Renault en Francia -conocido como SAEAR-, recién comenzada la década de los años 50 un grupo de empresarios decidió fundar su propia factoría de coches nuevos que, a la postre, sería la primera que no dependería de un banco o una elefantiásica empresa para poder sobrevivir. Su idea era colocar sus instalaciones en Valladolid... y sí, estoy hablándote de FASA, cuyas siglas corresponden con Fabricación de Automóviles Sociedad Anónima.

Tras unos cuantos meses de retraso debido a los trámites burocráticos tan característicos de nuestro país, para el mes de mayo de 1953 ya habrían conseguido los permisos para importar las piezas del que aquí conoceríamos como Renault 4/4 y que, tan sólo cinco meses después, empezaría a salir por las puertas de su cadena de producción. Unos cuantos años antes que el Seat 600, sí. La primera unidad fue matriculada en Madrid y su numeración fue 107.541 -sin letras, sí-. El éxito del modelo permitió a la recién nacida fábrica contar con el respaldo de la matriz francesa y un gobierno nacional obsesionado con el crecimiento industrial que ayudara a compensar el retraso económico que España arrastraba tras el término de la Guerra Civil en 1939. Una jugada maestra, sí. 

¿Quieres saber cuál es el origen del Renault 4/4? Como he comentado antes, el nombre original del protagonista de este artículo provenía de la potencia fiscal del modelo... que en España no era la misma. La fórmula aplicada para calcular ese dato por aquí arrojaba un resultado de siete, pero alguien decidió que el sobrenombre con el que se conocía el coche al otro lado de la frontera tenía un buen sonido: nuestros vecinos habían bautizado a su automóvil como ‘quatre-quatre’ por tener un motor de cuatro cilindros con cuatro caballos en un vehículo de cuatro plazas con cuatro puertas. Aquí lo de los cuatro caballos no colaba. Pero todo lo demás, sí. Y así quedó sellada la forma de conocerlo en nuestro mercado. 

Sé que ahora mismo estás pensando en que necesitas conocer algo más sobre el coche... y te daré los datos de su motorización. Que es lo que a todo petrolhead debería interesar: el bloque alojado en posición trasera -como en el Porsche 911, sí- del Renault 4/4 tenía cuatro cilindros en línea con una cilindrada de 747 centímetros cúbicos. Estaba alimentado por un carburador Solex y erogaba nada menos que 21 CV transmitidos al suelo a través del eje posterior que, además, estaban gestionados por una transmisión manual de tres relaciones. Sí, sus llantas eran enormes para la época y su diámetro era de 15 pulgadas -una más que las originales del Opel Kadett GSi-. Mola, ¿eh? 

¿Quieres un Renault 4/4 de segunda mano?

Renault 4/4

Hacerte con un Renault 4/4 en el mercado de coches usados no es una tarea sencilla: no existen demasiadas unidades a la venta y, por ello, las pocas que están disponibles tienen un valor bastante alto. No encontrarás una pieza en buen estado que se venda por debajo de los 9.000 euros, con algunos ejemplos que rondan los 4.000 y que necesitan una buena mano de cariño, paciencia... y dinero. ¿Mi consejo? Cómpralo ‘hecho’. Ahorrarás dinero, disgustos y no correrás el riesgo de abandonar el proyecto de restauración a la mitad por no encontrar un componente o no dar con un mecánico que sepa o se atreva a meter la mano en algo así. 

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