Aquí tienes un Ford Bronco clásico con baterías desechadas de Tesla, ¿lo quieres?

Ford Bronco eléctrico de Arc Motor Company

Gustavo López Sirvent

Este restomod, fabricado por la startup canadiense Arc Motor Company, cuenta con dos motores eléctricos y una batería desechada del Tesla Model S. Dicha pila se ha fabricado a mano. Desarrolla 260 CV y tiene una autonomía de 320 km. Ahora bien, su coste es de 75.000 dólares (68.000 euros al cambio).

La industria automotriz disfruta o sufre (dependiendo del modelo que sea) del segmento restomod. Muchas son las empresas modificadoras que se animan a reconstruir coches antiguos y darles un toque actual. El último es este Ford Bronco de primera generación, todo un mito en la historia de la automoción. 

Arc Motor Company es una startup de Canadá que se ha liado la manta a la cabeza a la hora de transformar este 4x4 datado en 1974 y convertirlo en coche eléctrico.  

Lo más relevante, aparte del cambio estético al que se ha sometido, está bajo el capó. Se ha dejado de lado el propulsor de gasolina V8, de 5.0 litros y 129 CV para instalar dos propulsores eléctricos y una batería que se ha recuperado de diferentes modelos del Tesla Model S

Esto significa que los ingenieros de Arc Motor Company han fabricado a mano la batería de este todoterreno, que está ubicada en el compartimento del motor. Esta pila cuenta con 75 kWh de capacidad y tiene una autonomía cifrada en 320 kilómetros. Los dos motores eléctricos tienen una potencia conjunta de 260 CV y 469 Nm de par. 

La intención de esta startup canadiense es que esta tecnología que se ha aplicado al 4x4 estadounidense la pueda aplicar a otros coches, ya que consideran que es “transferible” y su próximo objetivo ya tiene nombre y apellidos: el Dodge Power Wagon, otro pequeñín que cambiará de vida. 

Si te estás preguntando cuánto puede costar esta modificación, ya puedes imaginar que barata no será. Desde la compañía de Canadá ya han publicado que el precio de apertura será de 75.000 dólares (68.000 euros), que tiene su por qué, según Arc Motor Company. 

El primer motivo es el coste de piezas y baterías, que representan más de la mitad de los costes de una conversión eléctrica. No tenemos control sobre el coste de los materiales”.  

Pero aún hay más: “La segunda parte del coste se destina a la ingeniería eléctrica y mecánica: dado que cada conversión eléctrica es personalizada porque cada automóvil es diferente, no existe una solución única para todos, por lo que cada sistema está diseñado y diseñado para ese vehículo específico”, argumentan.