Las baterías de litio bajan de precio, pero los coches eléctricos no, ¿por qué?

Coches eléctricos

Gustavo López Sirvent

Las pilas eléctricas de litio han bajado a mínimos históricos pero la tarifa final de los vehículos de cero emisiones se mantiene porque hay exceso de baterías y de coches fabricados, pero hay poca demanda de compra, con lo que los fabricantes se ven abocados a mantener precios elevados para minimizar pérdidas. 

Una y otra vez oímos que las baterías de iones de litio de los coches eléctricos son el 50% del valor final del producto. Pero, ¿si bajan los precios de éstas también lo harán los vehículos? Creo que te quedarás con las ganas porque una cosa no va a redundar en la otra. Al menos, de momento. Y sí, parece una paradoja, pero ¿por qué sucede eso? Analicémoslo.

A pesar de que Tesla sí que ha aplicado descuentos a sus modelos debido a la bajada de precio de las pilas eléctricas, el resto de fabricantes los sigue mantenienod altos o muy altos.

Según datos de Bloomberg NEF (compañía estadounidense de asesoría financiera, software, data y media bursátil), en 2013 el precio medio de una batería de iones de litio era de 780 dólares/kWh. Diez años más tarde ese precio ha bajado considerablemente. Ahora se pagan 139 dólares/kWh, lo que significa que es un mínimo histórico y, además, baja un 14 % respecto a 2022. 

Algo que los expertos atribuyen a varios factores, según los expertos de BNEF. "La caída de precios de 2023 se debió a un crecimiento significativo de la capacidad de producción en toda la cadena de valor, en combinación con una demanda más débil de lo esperado", indicó Evelina Stoikou, asociada senior de almacenamiento de energía de BNEF.

Este año, los precios promedio de las baterías para coches eléctricos totales se fijó en 128 dólares/kWh, según se cifra el promedio ponderado por volumen. A nivel de celda, las tarifas promedio de los BEV fueron incluso más bajos, alcanzando los 89 dólares/kWh. Este dato revela que, en promedio, las celdas suponen el 78 % del coste total del paquete.

Si la comparativa se extiende a los últimos cuatro años, vemos que la relación de costes entre celdas y paquetes ha aumentado desde la tradicional división de 70:30. El motivo es que se ha modificado el diseño de los paquetes, así como la adopción de enfoques de celda a paquete, que ha provocado que se reduzcan los costes. 

El hecho de que los fabricantes estén aplicando la química de cátodos de bajo coste (fosfato de hierro y litio (LFP)) ha provocado que en 2023, los precios promedio ponderados a nivel mundial, se situaran en 130 dólares/kWh para los paquetes y 95 dólares/kWh para las celdas de LFP. Es la primera vez que esa tarifa baja por debajo de los 100 dólares/kWh.

¿Y por qué los coches eléctricos no bajan de precio?

La primera razón es que hay fabricantes de baterías que deben enfrentarse a un problema de exceso de capacidad que la demanda no es capaz de cubrir. El mayor fabricante mundial de baterías, CATL, finalizó 2022 con una tasa de uso de su capacidad de producción del 81,25 %, y esa cifra también bajó en 2023. Despió empleados ante la imposibilidad de mantener activas todas sus líneas de producción.

Las previsiones de ventas de las marcas que venden coches eléctricos han sido extremadamente optimistas, con lo que ha habido que regular cifras de construcción con las de comercialización. En el otro lado del charco, General Motors ha retrasado el lanzamiento de varios modelos eléctricos. 

Por su parte, Ford ha frenado sus planes para la planta de baterías que tiene previsto instalar en Kentucky, sino que también ha paralizado su agenda en el Viejo Continente.

La realidad ofrece un panorama en el que la demanda de este tipo de automóviles es más baja de lo que esperaban los fabricantes, con lo que las pérdidas aumentan y por esta razón, muchos de ellos tratarán de minimizar esas pérdidas manteniendo los precios finales. ¿Quién sale perjudicado de esta ecuación? El cliente, elemental, querido Watson.