Un fabricante coreano ha creado un material que podría cambiar las baterías para siempre

baterías de silicio StoreDot

Su aplicación en baterías en estado sólido revolucionará la movilidad eléctrica en cuanto a conductividad y densidad energética.

Cuando se trata de hablar de coches eléctricos, casi siempre la conversación acaba girando en torno al tema de la carga y la autonomía.

Es normal, pues con precios nada baratos, la utilidad de lo que suele ser la segunda inversión por importancia tras la vivienda es algo que nos ocupa a la gran mayoría.

Y precisamente las baterías son el elementos más controvertido de un eléctrico, ya que todo lo demás parece tener solo ventajas: motores más compactos y ligeros, mayor potencia y par desde el primer momento...

Los packs de baterías son los que traen los nubarrones al horizonte: los ingenieros se pelean con moles de varios cientos de kilos que no saben dónde colocar, los fabricantes utilizan materiales escasos y caros y, al final, es lo que acaba subiendo el precio del coche.

Un nuevo material para baterías en estado sólido

Ahora, hay un fabricante coreano que parece haber dado con la clave: SK on, que es nada menos que el quinto productor de baterías del mundo, acaba de anunciar que ha creado un nuevo material que podría cambiar la eficiencia de las baterías en estado sólido.

Este proyecto, que se ha desarrollado junto con la Universidad de Dankook (en Corea del Sur), ha desembocado en un buen número de avances en este campo y, de paso, en la solicitud de varias patentes internacionales.

Según los investigadores, los hallazgos "representan un paso significativo hacia la consecución de electrolitos sólidos estables en el aire" y además "mejorará la densidad de potencia".

Aunque aún está en fase de prototipo y los ejecutivos de SK On no han dado más detalles, sí que avanzan que es compatible en multitud de materiales, como por ejemplo las baterías de silicio, cobalto o litio

Con respecto a este último el litio, el nuevo material aumentaría su conductividad un 70%, lo que significa que los tiempos de carga se reducirán considerablemente, mientras que la capacidad de la batería podría aumentar en torno a un 25%, además de que mejoraría la estabilidad del conjunto y aumentaría la seguridad.

Las baterías en estado sólido son consideradas como el Santo Grial de la movilidad eléctrica, pues pueden llegar a almacenar mucha más energía en el mismo espacio (hasta un 300%) y además reducir su tiempo de carga a una hora, son más seguras y su vida útil es mayor.

En Europa, la propia UE dotó de 1.500 millones de euros al proyecto Prometheus, que pretende desarrollar de manera definitiva este tipo de componentes en una fábrica de 48 GWh de capacidad en Dunkerque (Francia).

Por ahora no existen coches en el mercado con baterías en estado sólido, aunque Toyota anunció una para 2025. Además del fabricante japonés, otros como Tesla y Mercedes están trabajando en las suyas. Otros, menos convencionales como Nio, ya han anunciado que la suya está ya en la rampa de despegue.

Etiquetas: batería, Tecnología