Si la Ford Motor Company fue sinónimo de democratización de la movilidad a principios del siglo XX, Tesla hace lo propio con los coches eléctricos en el siglo XXI. Lejos de afrontar el mercado desde segmentos de lujo, el Tesla Model X es el coche más vendido del mundo. Y el Model 3 no anda muy lejos.

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El próximo paso del fabricante, más allá de arriesgadas apuestas como la Cybertruck o el Tesla Roadster (que lleva años de retraso), es el esperado Tesla Model 2. Un vehículo cuyo principal objetivo es un precio de unos 25.000 euros.

"Nuestro coche accesible para la próxima generación"

Esas fueron las palabras de Elon Musk hace algún tiempo. Incluso antes de la llegada masiva de coches chinos con precios extremadamente competitivos. Porque el magnate estadounidense propietario de otras empresas como SpaceX quiere alcanzar los 5 millones de ventas anuales en unos años. 

En 2023, por poner contexto, fueron 1,81 millones de unidades las que vendió en todo el mundo. Hemos querido preguntar a Tesla España acerca del modelo y la respuesta fue tajante: "No hacemos comentarios de producción ni de nuevos modelos". Secretismo por el momento.

De momento, sabemos que el foco de la compañía está puesto en la producción y en reducir sus costes un 50%. El as bajo la manga será una fábrica puntera a nivel de tecnología y que se va a emplazar en Monterrey, México. Aunque la producción comenzará en Austin, Texas. El mismo lugar donde se construye el Cybertruck.

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Europa y la gigafactoría de Berlín también será un enclave fundamental. Más si tenemos en cuenta que será nuestro mercado el principal objetivo del nuevo Tesla Model 2. Si bien, los comienzos serán complicados, según Elon Musk. Algo que nos recuerda a las dificultades de escalado de producción del Model 3.

Otra de las características anunciadas es que contará con una nueva generación de motores eléctricos con menos minerales raros, que suponen un buen problema de abastecimiento y cuyas cadenas de suministro son costosas de mantener, lo que repercute claramente en el precio.

Aún falta por ver su diseño, pero todo apunta a que estaríamos ante un coche compacto de cuatro puertas. De hecho, se han visto fotos espía del modelo en China con el Mazda CX-30 como mula de pruebas con elementos adaptados de las carrocerías de Tesla.

La batería sigue siendo una incógnita. En principio, los estadounidenses parecen estar desarrollando un sistema propio, aunque a nivel interno recibirían ayuda de CATL y BYD desde China, por ejemplo. Sin embargo, la meta de más de 400 kilómetros de autonomía es clara. Incluso en la (más que posible) versión de tracción integral. ¡Habrá que esperar para conocer más!