Tesla usará baterías eléctricas como las de BYD para construir coches más baratos

Tesla Model Y.

Gustavo López Sirvent

Sus vehículos eléctricos como el Model 3 o Model Y utilizarán baterías LFP con una capacidad de 53 kilovatios-hora, frente a los 75 kWh que tienen en la actualidad.

Las marcas automotrices chinas están liderando el mercado de los coches eléctricos en muchos puntos del planeta gracias, en gran medida, a que sus modelos tienen unos precios de los más bajos del mercado. Por eso, Tesla ha decidido implementar el uso de baterías de fosfato de hierro y litio (Lithium Ferrum Phosphate, LFP) como ya hacen otras firmas como BYD.

Elon Musk le ha visto las orejas al lobo chino y afirmó hace escasos días que sus vehículos eléctricos pequeños propuestos utilizarán baterías LFP con una capacidad de 53 kilovatios-hora, frente a los 75 kWh del Model Y y Model 3 con el fin de rebajar los precios. También lo harán los camiones eléctricos pesados ​​​​de 'corto alcance', a los que llama 'Semi Light'.

El magnate sudafricano también comentó que su marca reducirá a la mitad los costos de ensamblaje en las futuras generaciones de automóviles, que se construirán en sus fábricas en México y en otros lugares. 

Ahora bien, hacer que los proveedores chinos construyan fábricas de baterías en Estados Unidos es un desafío debido a las tensiones políticas entre el gobierno estadounidense y el chino. Actualmente, Tesla utiliza baterías a base de níquel para la mayoría de sus vehículos Model 3 y Model Y vendidos en feudo estadounidense.

Para que nos entendamos y veamos las diferencias, en una batería de litio-cobalto, el polo positivo o cátodo se compone de una aleación de litio y cobalto, pero en una batería LFP esto es sustituido por las pequeñas láminas de fosfato de hierro. En esta última batería, el polo negativo o ánodo lo conforma un conjunto de cristales de carbono entre los cuales hay pequeñas partículas de litio.

Las partículas están sumergidas en un líquido electrolito que sirve de medio apra desplazar las partículas de litio del ánodo al cátodo. En este momento se genera la corriente eléctrica, descargando la energía en el cátodo. Cuando todas las partículas están descargadas, la batería se ha consumido.

La ventaja de este tipo de pilas es que el uso de fosfato de hierro es mucho más económico que el de una aleación de litio-cobalto, pues los precios del litio se han disparado en los últimos tiempos y han sido especialmente altos durante todo 2022.

Pero este tipo de baterías tiene un grave problema: su densidad energética es menor. ¿Esto que supone? Que a igualdad de tamaño de las baterías, la autonomía disponible es menor. Es por esto que un coche del mismo tamaño, con el mismo motor eléctrico y baterías diferentes, podrá realizar más o menos kilómetros en función de si monta baterías LFP o de otra clase.

Asimismo, el voltaje al que se someten estas baterías también tiene que ser menor, por lo que no están recomendadas para ser utilizadas en vehículos de altas prestaciones. A cambio, la vida útil de la misma es muy alta y la degradación es menor, gracias a una buena estabilidad química.

Actualmente, Tesla obtiene baterías LFP de Contemporary Amperex Technology (CATL) de China, que no tiene una fábrica en los Estados Unidos. El proveedor surcoreano de Tesla, LG Energy Solution, dijo que planea construir baterías LFP en su propuesta fábrica de Arizona. Pero tiene a una competidora muy dura, BYD, que se aproxima en instalaciones y prestaciones a CATL.

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