Estas semanas, el equipo de Aston Martin en Fórmula 1 está dando muchísimo de que hablar. Primero con el fichaje sorpresa de Fernando Alonso, que abandonará Alpine al final de temporada (con el lío que ha supuesto esta decisión para el equipo francés), y ahora con el nuevo diseño del alerón trasero que baila sobre los límites del reglamento de la FIA.

Sin embargo, más allá de la F1, algunos se preguntan qué pasa con el programa que anunció en su momento la marca británica para llevar el Aston Martin Valkyrie al WEC (Campenato Mundial de Resistencia) y a las 24 Horas de Le Mans.

El programa Valkyrie LMH de Aston Martin

La llegada de Lawrence Stroll (padre del piloto de Fórmula 1, Lance Stroll) a la compañía como socio mayoritario se saldó con la cancelación del proyecto, que pretendía plantar cara a Toyota y su hypercar LMH en 2021. Algo que, evidentemente, no se ha materializado.

Por el momento, la apuesta por las normativa LMH y LMDh del WEC (también aplicables al IMSA norteamericano) parecen haber atraído a muchas marcas. Ferrari, Cadillac, BMW, Porsche y Acura ya han presentado sus bólidos para unirse a Toyota, Glickenhaus y Alpine en la competición. Y aún faltan por desvelarse los deportivos de Lamborghini, Audi e incluso McLaren.

Aston Martin tiene el coche, pero el presupuesto parece enfocarse en la Fórmula 1. El futuro de la compañía pasa por unas nuevas instalaciones junto al Circuito de Silverstone que contará con tres edificios: uno dedicado al diseño, fabricación y marketing de la escudería, otro al túnel de viento y el simulador y el tercero como fábrica y centro logístico.

Construcciones que se esperan estén listas en 2024 y que, como puedes imaginar, no son baratas: algo más de 170 millones de euros para poner toda la carne sobre el asador de la F1. Aunque Stroll comentó que existen opciones de volver al WEC hace algunos meses.

¿En qué punto está el proyecto LMH del Aston Martin Valkyrie? Un hiperdeportivo diseñado por el gran cerebro que es Adrian Newey cuando Red Bull y los ingleses todavía eran buenos amigos. Ahora, Porsche se ha metido de por medio.

El proyecto inicial asociaba a los británicos con Red Bull Advanced Technologies y Multimatic, pero ahora todo está envuelto en niebla. Recientemente se presentó una versión de calle, un escalón por debajo del Valkyrie: el Aston Martin Valhalla. Un superdeportivo híbrido enchufable con un motor V6 biturbo cuya potencia asciende hasta los 1.000 CV con tracción total.

A ello hay que sumar la competición de GT3 con el Vantage y sus evoluciones o la tendencia hacia el coche eléctrico de la industria. Un modelo EV que la compañía quiere hacer llegar al público en 2026, un año después de que lo haga el primer Ferrari 100% electrificado. Son demasiados cambios y proyectos en muy poco tiempo.

De momento, Fórmula 1. El resto deberá esperar, aunque el dinero todo lo puede...