Necesitarás unos 2,9 millones de euros para comprar un Aston Martin Valkyrie antes de impuestos y opciones. Y, debido a los 126 decibelios que genera el motor dentro del habitáculo, tendrás que llevar auriculares para conducirlo.

Eso podría tentar a algunos de sus adinarados propietarios a poner el coche entre algodones y utilizarlo únicamente como inversión. Sin embargo, esto no es lo que la marca quiere para sus hiperdeportivos.

Juguetes para ricos: hiperdeportivos solo para circuito

"En última instancia, depende del cliente lo que haga", nos dijo Marek Reichman, jefe creativo de Aston Martin. "Si quieren comprar un Valkyrie y guardarlo en un museo, estupendo. Pero tú quieres oírlos y verlos. Quieres ver en Instagram cómo los Valkyrie atraviesan túneles. Por eso los hacemos. Quieres que la gente los disfrute".

Según nos cuentan en Aston, algunos de sus 150 compradores están disfrutando a tope, y de hecho uno de ellos ya lo ha sometido a la primera revisión. 

"Tenemos un cliente de Valkyrie que creo que ya ha recorrido 1.500 km", dice Reichman. "Es estupendo ver eso. Queremos que los coches se conduzcan, por eso los fabricamos". Seguramente, sea inmune al esfuerzo económico de infarto que exige en sus tres primeros años...

Por lo visto, la mayoría de esos kilómetros han sido en carretera y no en un trackday, lo cual está genial...