Llevamos el Nissan Z al Circuito de Las Vegas de Fórmula 1

La séptima generación del Z en las calles de la famosa ciudad estadounidense

Llegas de noche y solo hace calor, envuelto en luces de todos los colores y con las miradas llenas de tentaciones. Durante el día, es como una ciudad vacacional costera, aunque está en mitad del desierto y golpeada por un calor seco. Y allí estamos con algo flamígero: el nuevo Nissan Z, uno de los coches deportivos más esperados de los últimos años.

Nissan 400Z, Z Proto... Este coche japonés muchos posibles nombres, pero lo que importa es esa legendaria letra. Bajo el capó, un motor VR30DDTT V6 biturbo de 3,0 litros con 406 CV y 475 Nm de par máximo para un peso de poco más de 1.500 kg.

Un coche de la vieja escuela, sin ayudas eléctrica ni híbridas. De esos bólidos que nos gustan, aunque esos gustos son cada vez más caros. Pero además, estamos en Las Vegas para aprovechar y dar una vuelta por las calles que albergarán el nuevo circuito de Fórmula 1 en 2023.

Al volante del nuevo Nissan Z

Nissan Z

En el interior de este moderno clásico de Nissan encontramos un volante retro con una pantalla multimedia de 9 pulgadas y tres indicadores analógicos de presión del turbo, velocidad del mismo y voltaje justo sobre el salpicadero.

El coche es cómodo, con una posición de conducción baja y un campo de visión despejado. Hay una opción de caja de cambios automática de 9 velocidades, pero nosotros optamos por la transmisión manual de 6 marchas. Era una elección obvia.

El coche tranquilo en la conducción urbana y por carreteras abarrotadas. Diríamos que hasta elegante, pero basta de eso. Este Z necesita espacio para moverse y demostrar su potencial, así que nos vamos rápidamente a las fluidas carreteras secundarias del desierto. Donde apenas hay nadie.

Un par de horas más tarde, en mitad del desierto, nos reímos con emoción. Es el mejor Z desde aquellos modelos analógicos como el Datsun 240Z y de largo. Mucho más sensitivo y delicado que el Nissan 370Z, con un motor que empuja mucho desde abajo y que te permite navegar a través de las 6 velocidades de la caja de cambios sin problemas.

Es también muy rápido, pero sin dar miedo. Se hace fácil sobrepasar los límites de velocidad, lo que implica tener también una mayor facilidad de acabar preso, pero eso son gajes del oficio. En cuanto al agarre, se siente un poco 'especificación Estados Unidos'.

Nissan Z

Se adapta bien a las curvas suaves y enlaces rápidos del país norteamericano, pero si nos vamos a las violentac curvas del viejo continente... Habrá que pagar por mejores muelles y amortiguadores. Dinero y más dinero, pero mejores sensaciones.

Lo curioso, sin embargo, es su tendencia al sobreviraje. No en modo negativo, de hecho. El caso es que pocos coches actuales, incluso con los sistemas de control de tracción y estabilidad desconectados, te permiten acelerar en un giro y que el eje trasero quiera adelantarte. El Nissan Z lo hace. Invita al drift, pero vamos a calmarnos.

Es especialmente satisfactorio tener que estar atento, gestionar el gas y los frenos. Unos freno fuertes y decididos, por cierto. La entrada a las curvas se hace con mucha confianza pese a los 400 caballos de fuerza y las velocidades que este coche puede alcanzar en unos pocos metros.

En esencia, es un coche que cumple con lo que promete y con su historia, pero quizá se queda corto en muchos ámbitos porque parte de la historia de los Nissan Z pasa por el mercado de las modificaciones. Suspensiones, nuevo escape, palanca de cambios y un ajuste de los turbos. Detalles con los que tendrás todo un festival sobre cuatro ruedas.

El viaje se hace ilusionante, con el control de tracción y el ESP (control de estabilidad) apagados, con el motor rugiendo en cada curva y tocando las cunetas levemente. Sin duda estamos ante un gran coche y un digno sucesor de los bólidos del pasado.

De vuelta en Las Vegas y al circuito de Fórmula 1

Volvemos a Las Vegas, donde la gente aprovecha a saludar y echarse alguna foto con un coche novedoso al que parecen tener un especial cariño. Y hemos venido a conducirlo por el futuro circuito de F1, después de décadas de ausencia del Gran Circo de la competición.

La pista contará con un trazado de poco más de 6 kilómetros y un total de 14 curvas, tres rectas y un par de zonas de DRS. Algo un tanto diferente a lo que se vio allá por 1982 y 1982 durante el Gran Premio Caesar's Palace, debido a la ubicación en el famoso complejo.

Lo curioso es que, pese a ser recordado como uno de los peores circuitos de la Fórmula 1, ambos grandes premios fueron patrocinados por Nissan/Datsun, y el safety car no fue otro que el Datsun 240Z. La historia nos ha devuelto a ese lugar con algo más moderno y través de un circuito muy diferente, pero con la misma esencia.

El recorrido no es especialmente llamativo. Delumbran los hoteles y viviendas de la zona, pero todo está aún apagado. Falta ambiente de F1, quizá algo de historia como sucede en Mónaco, tan impregnada del motorsport que sus calles rezuman olor a monoplazas.

El circuito de Las Vegas gira en sentido contrario a las agujas del reloj, con una primera curva en horquilla a la izquierda mientras que las curvas 2, 3 y 4 atraviesan la intersección de Rochelle Avenue y forman un giro a izquierdas con un doble vértice a la derecha que necesitará nuevo asfalto.

Lo mismo ocurre en la curva 5, con un giro de 90º a la derecha justo por delante del Caesar's Forum. Después de eso, otra curva alrededor de la esfera MSG y una transición hasta Sands Avenue para girar después a la izquierda en Treasure Island y encarar Las Vegas Boulevard, con la recta de 2 kilómetros. A partir de ahí, curvas largas hasta la última recta de 800 metros en Harmon Avenue.

Las Vegas se encuentra lejos de estar lista. No ha habido reestructuración, el asfalto es demasiado duro, al cortar la avenida principal vas a dividir la ciudad en dos con lo que supone eso en cuanto a logística... La inversión no es pequeña, aunque sea a cargo de la todopoderosa de los casinos.

En fin, un breve desengaño frente a un futuro que está aún a meses de distancia. Nos quedamos con el presente que supone el Nissan Z. Un deportivo GT de manual (y la caja de cambios que esperemos que elijas si te lo compras, también).

Etiquetas: Coches japoneses