La etiqueta de 'mito' suele llevar implícita, en algunos casos, éxito, reconocimiento, ingenio, calidad y cierto halo de nostalgia. Esta combinación llena la coctelera del Porsche 959, un coche que nació en 1987 para ser eso, un 'mito' que algunos famosos quisieron tener en su garaje y que ahora te vamos a contar.

La marca de Stuttgart escribió una de las páginas más importantes de su historia fabricando el deportivo más avanzado del momento, tecnológicamente hablando, y dando así un golpe de poder sobre la industria del automóvil. 

Los ingenieros de la compañía alemana tomaron como base el Porsche 911. Con él pergeñaron un deportivo con motor turbo y tracción total, con un gran manejo y estabilidad, fácil de conducir y que llegó a convertirse, en su época, en el vehículo de producción más rápido del mundo. 

Y un apunte más sobre este deportivo. La verdadera razón que llevó a Porsche a fabricar el 959 fue construir una máquina capaz de dominar el Grupo B de rallys para hacerle frente a coches como el Audi Sport Quattro S1 o el Lancia Delta S4. 

A lo largo de su historia, algunos famosos han adquirido este mítico vehículo, que en algunos casos, han sido restaurados y, en otros, se han vendido en casas de subastas. Veamos quienes son:

Bill Gates y su 959 ilegal

El fundador de Microsoft, y ahora multimillonario empresario, es un enamorado de los Porsche y el 959 era la pieza que faltaba para completar su colección. Pero para conseguirlo tuvo que luchar contra la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza y contra la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, la NHTSA de Estados Unidos.

Esta administración de seguridad solicitó a Porsche la entrega de cuatro unidades del 959 para realizar pruebas de choque. La petición de la NHTSA correspondía al casi el 14% del total de la producción del Porsche 959 reservada para este mercado. 

La compañía alemana sólo había concebido 29 ejemplares del modelo para este mercado, y entregar cuatro a la NHTSA para realizar pruebas suponía un alto coste a nivel de producción y una importante pérdida de ingresos. Porsche se negó y la NHTSA declaró el 959 como no homologado para su uso en carretera. 

Pero Gates, lejos de arredrarse, se asoció con Bruce Canepa, un experto distribuidor de Porsche en Estados Unidos, y con el cofundador de Microsoft, Paul Allen (que también tuvo otro 959). Juntos trabajaron con el abogado Warren Dean para redactar una ley que permitiera conducir legalmente un Porsche 959 en Estados Unidos. Ese proyecto de ley fue rechazado en varias ocasiones.

Fue en 1999 cuando Bill Clinton firmó el proyecto de ley de transporte del Senado. Dos años más tarde, en 2001, Gates logró legalizar su 959 y conducirlo por las carreteras estadounidenses.

El 959 S de Nick Heidfeld restaurado

El expiloto alemán de Fórmula 1 adquirió uno de los 29 Porsche 959 S que la marca fabricó a finales de los años 80. Decidió restaurarlo en el verano de 2017 a través de la  unidad a la división de clásicos de Porsche que, entre otras tareas, se encarga de mantener los antiguos modelos de la compañía en buen estado. El coche había sido fabricado en 1987, pero tan solo había recorrido 4.183 kilómetros. 

Uno de los grandes inconvenientes a la hora de restaurarlo fue que  el sistema de gestión del motor había sido modificado. Es probable que algún antiguo dueño quisiera alterar las capacidades de este modelo, pero finalmente se restauró la unidad Motronic al estado que presentaba a finales de los años 80.

El hecho de que casi se apenas se hubiera usado también fue otro de los hándicaps, ya que el sistema de propulsión y el chasis es lo que más puede verse afectado por la falta de uso, de manera que este superdeportivo necesitó una puesta a punto quirúrgica para, posteriormente, quedar como nuevo para Heidfeld.

Ralph Lauren y su 959 Komfort

Ralph Lauren siempre ha tenido un gusto exquisito para la moda y también lo tuvo para los automóviles, como demuestra que en su garaje hubiera una amalgama de coches de lujo que quitan el hipo. Entre ellos tuvo el Porsche 959 Komfort de 1988 (también se lanzó en el acabado Sport para vehículos de carrera).

Tal y como le pasó a Bill Gates, el diseñador de moda tampoco pudo conducirlo hasta que se aprobó la ley 'Show and Display'. Este modelo, del que sólo se produjeron 337 unidades, se vendió por primera vez en 1987 a un precio de 225.000 dólares (cerca de 210.000 euros).

Jerry Seinfeld también contó con su 959

Jerry Seinfeld ha alcanzado fama y fortuna a nivel mundial a lo largo de su carrera como comediante profesional y una de sus pasiones es coleccionar coches, en concreto coleccionar modelos de Porsche. La colección está compuesta por 46 vehículos de la marca alemana y están almacenados en un garaje de dos plantas en Nueva York.

Dentro de esa amplia serie de vehículos de la firma de Stuttgart está el 959 que data de 1983 en una edición de la que tan sólo se produjeron 200 unidades, por lo que resulta mucho más atractivo en todos los sentidos y eso, el actor estadounidense, lo sabe.