Prueba del Porsche 718 Cayman GT4 RS: pisamos a fondo en el circuito de Estoril

Prueba del Porsche 718 Cayman GT4 RS

El 718 Cayman GT4 RS está a otro nivel gracias al motor del 911 GT3

Te presentamos la prueba del Porsche 718 Cayman GT4 RS, que lleva tras de sí un largo periodo de desarrollo (ha tardado más de dos años en ver la luz) por lo  que le otorga el calificativo de especial. 

Ya no habrá que esperar más porque ante ustedes les dejamos este aligatórido de cuatro ruedas, el más radical que se recuerda sobre el globo terráqueo.

Como no podía ser de otra forma, como otros muchos Porsche, ha pasado el exigente examen del circuito de Nürburgring, donde obtuvo matrícula de honor. Sus notas así lo dicen: firmó un récord de 7'09"300, o lo que es lo mismo, 23 segundos más rápido que el Cayman GT4 de 420 CV. ¿Es o no es una santa barbaridad?

El próximo Porsche 718 será un eléctrico de motor central

Esa diferencia no se logra de la noche a la mañana, por eso el Cayman GT4 RS ha sido diseccionado minuciosamente: aerodinámica, suspensiones y alturas, peso y motor. El bloque que monta es el mismo del Porsche 911 GT3: un propulsor atmosférico de 4.0 litros, seis cilindros bóxer y 500 CV capaz de llegar hasta las 9.000 vueltas y ofrecer un rugido de otra galaxia.

Puestos en harina, dejan en mis manos a esta brutalidad de coche, el cual probaré por el circuito de Estoril, en Portugal, pero nos dejan poco tiempo de rodaje: habrá que estrujar al máximo a la criatura desde el segundo cero. 

Prueba Porsche 718 Cayman GT4 RS

Con un chasis rebajado en 30 mm con respecto a un Cayman normal y unos amortiguadores específicos, cuando abro la puerta me quedo obnubilado. Miro por el retrovisor y veo un imponente alerón trasero. Si lo miras por fuera te quita el hipo, directamente. 

Recuerda mucho al que utiliza el propio 911 GT3 y es ajustable en tres alturas para priorizar lo que necesites en cada momento, bien sea carga aerodinámica, bien velocidad punta.

Una vez salgo de boxes y cojo el pit lane, ya con el arnés de seguridad de seis puntos bien fijo, me pongo en marcha. El Cayman GT4 RS que pruebo viene con el paquete opcional Weissach (cuesta más de 18.000 euros) que lo hace todavía más exclusivo: el capó delantero, las tomas de aire, las carcasas de los retrovisores y el alerón son de carbono. Dicho lo cual, pisamos el acelerador.

Es alucinante notar cómo suben y bajan las marchas con el cambio PDK en modo Sport. La dureza de las levas evitan que quite las manos de una dirección que se mueve con rapidez y que destila precisión en cada movimiento. Y es que probamos el Porsche Cayman 718 GT4 RS. Que no se nos olvide.

Con una sensación indescriptible seguimos la marcha y notamos cómo el seis cilindros bóxer brama ofreciendo su mejor versión a partir de las 6.000 vueltas. Impelido por el poder del diablo llegamos a las 8.000 revoluciones y ahí vas a experimentar un orgasmo de sonido y fuerza.

Prueba Porsche 718 Cayman GT4 RS

La estabilidad y fiabilidad también llega a los frenos (cerámicos de serie), lo que te permite apurar las frenadas al final de recta desde 247 hasta unos 80 km/h sin alterarse lo más mínimo. La inolvidable experiencia se acaba y me toca apaciguar a mi adrenalina, que roza el cielo. Se me dibuja una sonrisa perenne y el sudor moja mi frente. Así; tal cual. Este Cayman te hace darlo todo. 

La parte mala viene ahora. Cuando te planteas si comprar un Porsche 718 Cayman GT4 RS como el de esta prueba, debes mirar si tu cuenta bancaria es tan gorda como un tonel de carburante. Cuesta más que todo un 911 GTS, pero es el summum de la deportividad de la gama 718, y sólo por contar con el motor del 911 GT3 a tus espaldas ya merece la pena. La 'ganga' cuesta 163.712 euros. Buf.

Nuestro veredicto

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