BMW i3

La revolución de los automóviles eléctricos es ya una realidad. Los primeros prototipos desarrollados hace años han dejado paso a verdaderos automóviles de producción que se crean con la intención de ofrecer una alternativa de movilidad. El primer paso fueron los coches híbridos, seguidos de los híbridos enchufables, aún más ecológicos. Sin embargo, los mayores avances se han logrado gracias a los coches 100% eléctricos. En un principio, estos coches 'a pilas' acusaban un problema fundamental. La autonomía de la que disponían era tan limitada que podían dejarte tirado a medio camino del trabajo. Sin embargo, los ingenieros de las marcas han ido poco a poco afinando esta tecnología de propulsión para conseguir baterías no solo más duraderas, sino capaces de alimentar motores más potentes. Sin duda alguna, uno de los mayores pasos en movilidad eléctrica llegó en el año 2013 de la mano de BMW. En ese momento, la marca bávara lanzó al mercado su primer modelo eléctrico de producción, y provocó una revolución en el mercado. Llegó bajo el nombre de BMW i3, y prometía una autonomía eléctrica más que suficiente para desplazarse sin apuros por la ciudad. Ahora, este coche sigue siendo un referente, y puede que esté marcando las tendencias de movilidad del futuro.

Para lograr su autonomía, el BMW i3 cuenta con una batería de iones de litio que entrega suficiente energía al motor para producir 170 caballos de potencia. En este caso, el coche recibe la denominación i3 BEV, lo que indica que es totalmente eléctrico. La autonomía del coche depende mucho del uso que se le dé y de la capacidad de la batería elegida, pero desde BMW aseguran que el pequeño i3 puede recorrer entre 140 y 170 kilómetros sin ni siquiera acercarse a un puesto de recarga. Esta autonomía es superior a la de algunos de los coches híbridos que pueden circular únicamente en modo eléctrico, y que en términos generales no logran superar los 60 kilómetros de autonomía. Sin embargo, para evitar sustos y disgustos provocados por un agotamiento repentino de la batería, BMW también ha puesto a la venta el i3 REX, que incorpora un motor de gasolina bicilíndrico que no sirve para mover el coche, pero sí recarga la batería y permite seguir circulando. Esta alternativa, aunque resulta menos ecológica, es bastante más tranquilizadora en el caso de no encontrar un enchufe a tiempo. Por otra parte, las baterías del BMW i3 llegan con dos capacidades diferentes. La primera ofrece 60 Ah, y fue la batería original con la que el i3 se lanzó al mercado. La segunda opción disponible es una batería de 94 Ah que logra mayor capacidad gracias a un aumento en la concentración de los iones de litio. De esta forma, la autonomía del i3 aumenta ligeramente, al igual que el peso total del coche y su precio, que puede encarecerse unos 4.500 euros.

En lo referente al diseño del BMW i3 se puede apreciar como las líneas tradicionales a las que nos tiene acostumbrados BMW desaparecen para dejar paso a un nuevo concepto que se expresa en su aspecto exterior. El diseño futurista de este i3 comienza en su parte frontal, donde la doble parrilla ovoide se vuelve más pequeña para dejar espacio a los faros, que incluyen tecnología LED. Además, ya desde su faceta frontal el i3 demuestra que es un vehículo alto y ligeramente estrecho, algo que sorprende si tenemos en cuenta los cánones de diseño de la marca bávara. Su línea lateral también se acorta respecto a la de otros modelos, ya que los apenas cuatro metros de longitud del coche no dejan excesivo espacio para florituras. Sin embargo, también en los flancos encontramos grandes superficies acristaladas que dan ligereza al diseño. En la parte trasera, los auténticos protagonistas son los conjuntos ópticos que se ubican en el portón acristalado del portaequipajes.

El interior del BMW i3 también parece ser un viaje en el tiempo. El habitáculo se renueva por completo y elimina todos sus lazos con sus hermanos con motor de combustión. Los materiales tradicionales se sustituyen por compuestos de última generación, como el carbono y los plásticos reciclados. Además, este habitáculo se produce como una sola pieza, lo que le aporta rigidez y seguridad a la par que ligereza. El puesto de conducción también parte de un diseño nuevo, y sustituye los mandos de la consola central por una pantalla táctil que permite controlar todos los aspectos del coche. Asimismo, esta pantalla puede contar con conexión a Internet a través de la conectividad con nuestro smartphone, lo que servirá para ofrecer información y datos en directo.

El concepto del BMW i3 como alternativa de movilidad está más que depurado. La tecnología de su batería permite amplios desplazamientos, incluso puede hacer que te plantees pequeños desplazamientos interurbanos. Y si no, la opción del BMW i3 REX podría solucionar todos tus problemas. El diseño, aunque futurista, podría asemejarse menos al de un camión de reparto, pero es un aspecto menor. En conjunto, este coche es una alternativa idónea para pequeños y medianos desplazamientos, y puede significar el pistoletazo de salida a una movilidad más ecológica.

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