Porsche 911 Targa 4S Heritage Design: probablemente el Targa que quieres
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Cuando hace unos días se presentó el Porsche 911 Targa 2020, pensaba que tenía un agradable aire retro. Pero parece que es suficiente para la gente de Porsche. Al menos, para 992 personas, que serán las que personas tienen la oportunidad de hacerse con el Heritage Design, un guiño al pasado, una fiesta de lo retro.
Por ejemplo, el color Cereza Metalizado lo podías encontrar en los 356 y primeros 911 y, ahora, décadas después, únicamente en el 911 Targa 4S Heritage Design Edition. También puedes tener otros colores personalizados por 3.000 euros, claro, pero ¿qué necesidad tienes? Además, la barra antivuelco siempre será gris, como en el original.
Por dentro tienes un interior en Rojo Bordeaux y Beige Atacama. Si eso es demasiado, puedes optar por cambiar el rojo por el negro, aunque, como no puede ser de otro modo en la casa de Porsche Exklusive Manufaktur, si tienes otros deseos estarán encantados de escucharte... y cobrarte.
Si te preguntas de dónde ha salido esto de Heritage Design, se trata de una nueva división de Porsche que va a lanzar cuatro modelos inspirados en una década diferente. El primero, este 911 Targa, bebe de los últimos años 50. Llegarán los 60, los 70 y los 80 cada año y medio o dos años, lo que va a durar la vida comercial de la generación 992 del Porsche 911.
Con suerte, el fin de fiesta, el colofón que todos esperamos será el Porsche 911 Speedster. En la marca, como siempre, confirman que sí, que lo han pensado o lo están pensando, que no se cierran a nada.
Los guiños al pasado del 911 Targa Heritage Design
Volviendo al porsche 911 Heritage Design y sus guiños al pasado, vas a encontrar líneas blancas en la aletas delanteras como en los coches de carreras de la época. También hay un detalle que me encanta: el escudo de Porsche es el que presidía los frontales de los coches deportivos de la marca en 1963 (el caballo es distinto; en lugar de rojo los tonos son anaranjados) y las insignias están rematadas en dorado, como en los 60.
Cuando el 911 Targa tenía una luneta de plástico
También las llantas (20" delante, 21" detrás) miran hacia los inicios del 911. Están inspiradas en las clásicas Fuchs y tras ellas se pueden ver unas pinzas de freno pintadas en negro. Los 4S las llevan rojas (salvo que se instalen los PCCB, que son amarillos), pero en esta ocasión se an quedado negras porque "así las llevaban los primeros Porsche".
Más guiños: si te fijas en la trasera, verás una insignia redonda que recuerda a la que se daba a los poseedores de un Porsche 356 que recorrían 100.000 km
¿Y en el interior? Seguimos con lo retro, claro. El escudo en el volante y en los asientos sigue siendo el del 63. También aparece un cuentavueltas central con un diseño muy parecido al del 356... e iluminado en verde, como en los viejos tiempos. Un guiño adicional proviene del material utilizado en los asientos y molduras de las puertas, que "señala el regreso de un material ya utilizado en el Porsche 356, reviviendo el espíritu y la moda de la década de 1950".
Motor del Porsche 911 Targa 4S Heritage Design
Como ocurre con los Targa normales, este Heritage Design es un 4S. Lo que significa que tiene una potencia de 450 CV, una velocidad máxima de 304 km/h y un 0 a 100 de 3,6 segudos. También puedes escoger entre el 911 con cambio manual de siete velocidades o automático de ocho.
"Ninguna marca puede traducir estos elementos tanto en la actualidad como en Porsche", dice el presidente de la compañía, Oliver Blume. "Con las ediciones especiales exclusivas, también estamos estableciendo una nueva línea de productos que representa la dimensión 'lifestyle' en nuestra estrategia de producto".
Y luego está el precio. El Porsche 911 Targa 4S Heritage Design Edition cuesta 210.000 euros, que es casi lo mismo que costaba el anterior 911 GT3. Luego, si quieres, puedes completar el coche con algunos adornos, como el reloj correspondiente: solo lo tendrán los que se compren el coche, pero siempre a cambio de unos 10.000 euros adicionales. ¡Uf!
