El coche feo de la semana: Mercedes Vaneo

Ni siquiera el paso por los talleres de Brabus lo mejora.

Fabricado de 2002 a 2005, el Mercedes Vaneo es nuestro coche feo de la semana. Ni siquiera el paso por las manos de los chicos de Brabus, que añadieron unas llantas más grandes y una videoconsola en su interior, como ves en la galería sobre estas líneas, lo mejoraron.

Este monovolumen utilizaba la plataforma del Clase A de primera generación (de ahí también su frontal) y, honestamente, era tan ‘difícil de mirar’ como él. Contaba con tracción delantera y la construcción del suelo tipo ‘sandwich’ del ‘pequeñín’ de la marca, lo que proporcionaba un piso plano, una postura de conducción similar a la de una furgoneta y una línea de techo muy alta. En su interior había espacio para siete personas (las dos plazas de la última fila eran opcionales), que podían entrar al habitáculo a través de unas puertas traseras deslizantes.

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Asimismo, ofrecía motores de cuatro cilindros diésel y gasolina, cuyas potencias iban de los 82 a los 125 CV. Tenía hasta 3.000 litros de capacidad en su maletero si quitabas todos los asientos, resultaba perfecto como taxi o como vehículo para personas de movilidad reducida, gracias a su sencillo acceso… pero no triunfó. Sólo hace falta echar un vistazo a ese frontal chato y a una zaga cortada a hachazos para entender por qué. Las ventas fueron muy pobres, lastradas, además, por ciertos problemas de calidad que arrastró el modelo. Después de tres años en las cadenas de montaje, su producción se interrumpió (en cierto modo fue una lástima, ya que su practicidad estaba fuera de toda duda) y hasta 2012 no vimos un sustituto: el Mercedes Citan, una versión del Renault Kangoo que forma parte de la alianza de los germanos con la marca gala.

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