El Porsche vivo más antiguo. ¡80 años y se subastará este verano!

Porsche Type 64

Victor Delgado

En agosto, en California.

El Porsche vivo más antiguo es uno de esos coches que justifican esa afirmación que dice que la mejor y más rentable inversión que hay, es un coche. Por supuesto, tiene que tratarse de un muy especial. De esos que acaban subastándose y en las manos de su nuevo y adinerado propietario a cambio de una salvajada de dinero. Como por ejemplo este Porsche Type 64 con unos 80 años de historia, ya que data del año 1939. Una joyita que tendrá dueño a partir de mediados del próximo mes de agosto, cuando saldrá a subasta en la elegante y californiana Bahía de Monterey a través de RM Sotheby's.

El Porsche Type 64, el origen

Porsche Type 64 interior

Este Porsche Type 64 fue una versión especial del KdF-Wagen de producción. Más rápida y ligera; y lo demostró en su viaje de presentación, que también sirvió para promocionar las Autobahn: los aproximadamente 1.500 km que separan Berlín de Roma. Para contener su peso, en su construcción se utilizó el aluminio. De hecho, los ingenieros encargados de su diseño fueron los mismos que dieron vida más adelante al mítico Porsche 356.

Aunque tiene la misma transmisión y suspensión que el Volkswagen Type 1, el Porsche Type 64 es bastante diferente. En su elaboración se utilizó tecnología heredada de los aviones que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, mientras que su motor bóxer de cuatro cilindros entregaba algo más de 30 CV de potencia. Un joven Ferdinand Porsche mandó construir otras dos unidades para que sirvieran de modelo de pruebas para el primer deportivo de producción de Porsche. Así que este Type 64 es el eslabón perdido entre Volkswagen y Porsche.

Porsche Type 64 trasera

Este ejemplar en concreto fue el único en sobrevivir a la guerra, y se trata del número tres. Fue restaurado en 1946, justo antes de la llegada del 356, y el piloto austríaco Otto Mathé se enamoró tanto del coche después de probarlo que lo compró. Y no le duró poco, ya que lo mantuvo hasta su muerte en 1995. En 1997, este coche se dejó ver en el Festival de la Velocidad de Goodwood de la mano de su nuevo propietario, el doctor Thomas Gruber de Viena.

Lo que sí parece claro es que sin este Porsche Type 64 no habrían existido ni el 356, ni el 550, ni el 911. Una pieza fundamental de la historia de la automoción que un suertudo millonario se llevará a su casa como guinda del verano. No hay duda de que se convertirá en uno de los coches más caros jamás vendidos. Pero lo vale.