Texto original de Jason Barlow

El Roma Spider es el regreso de un formato característico para Ferrari, después de una larga pausa. Desde Maranello dicen que no han fabricado un Spider con motor delantero desde el 365 GTS4 Daytona en 1969.

Ferrari se ha enamorado del techo rígido retráctil con otros modelos y decidió que un techo de lona clásico es el camino a seguir para este Roma descapotable.  También debemos añadir que el nuevo modelo se encuentra en un sector del mercado poblado por algunos de los coches más deseados del mundo. 

¿Cuáles? Nos vienen a la mente vehículos como el Aston Martin DB12 , Bentley Continental GTC , Mercedes-AMG SL y Porsche 911 Turbo . Ninguno de ellos se comprometió a perder la cabeza.

¿Qué novedades tiene este Spider?

Bueno, el Portofino ya no está "disponible para encargar", según el lenguaje de Ferrari. Aunque ese automóvil logró disimular su voluminoso techo plegable mejor que la mayoría, parece que la moda se ha salido con la suya con una solución que alguna vez estuvo en boga pero que ahora parece de principios de los noventa. 

El Roma Spider cuenta con un techo de lona clásico con cinco capas para mejorar el refinamiento y un tejido especial para mejorar visualmente. 

Hay diferentes combinaciones de colores disponibles, que ejemplifican el carácter del automóvil: puedes resaltar el estilo del Riviera Hustler u optar por uno más técnico y atrevido que, según Ferrari, tiene un acabado rojo iridiscente que le da al techo un efecto 3D.

Los umbrales son nuevos, hay elementos estructurales reforzados en la parte trasera y un deflector de viento integrado en el compartimento de los asientos que minimiza las turbulencias en el interior. 

Tiene un conducto central y el techo desaparece en 13,5 segundos a velocidades de hasta 80 km/h. La penalización de peso general es de unos modestos 84 kg.

¿Este cabrio se ve tan bien en persona como en imágenes?

Absolutamente. De hecho, con el techo bajado, el Spider podría ser incluso más bonito que el cupé. Ferrari, quizás de manera arriesgada, invoca el espíritu de la dolce vita en torno a este automóvil, pero no hay duda de que es un modelo elegante y glamuroso. 

Nos hemos acostumbrado a la parrilla perforada del color de la carrocería y al morro cincelado, pero el sensor de la cámara parece una idea metida con calzador. 

¿Podrían haberlo integrado con mayor éxito? Seguro. Destaca aún más teniendo en cuenta que el Centro Stile de Ferrari ha trabajado muy duro para minimizar todo lo demás. Las aletas delanteras y la joroba del capó son evocadoras.

¿Y en la zaga, qué tal?

Podríamos contemplar la vista de las tres cuartas partes traseras durante todo el día. Hay una sensación genuina de barchetta  desde algunos ángulos (haciéndose eco del 166 MM de finales de los años 40, el primer gran éxito de Ferrari). 

La luneta trasera del cupé ha sido modificada para que se pliegue debajo de la cubierta del habitáculo cuando se baja el techo. 

La tecnología de iluminación avanzada le da al Roma Spider un nuevo dinamismo gráfico en la parte trasera, aunque la prominencia de los reposacabezas arruina un poco la pureza de la silueta.

También hay una eficiencia aerodinámica exterior, gracias a los generadores de vórtice y un alerón trasero retráctil con configuraciones de baja resistencia, carga aerodinámica media y carga aerodinámica alta. 

Las cantidades generadas son modestas para los estándares de Ferrari, pero nadie va a seguir nunca al Roma Spider.

¿Cómo es conducirlo?

Como todos los Ferrari contemporáneos, el Roma Spider hace cosas que en su día habrían parecido propias de la era espacial. El motor es un logro singularmente impresionante, pero siempre está en evolución. Al igual que en el cupé, el V8 biturbo de 3,9 litros tiene levas diferentes, un convertidor catalítico revisado y un filtro de partículas de gas. 

Un escape rediseñado utiliza una aleta de forma ovalada en lugar de un silenciador tradicional y hay perfiles de elevación de válvulas más agresivos en la admisión y el escape. La bomba de aceite también recibe una mejora en el Roma Spider, para lograr arranques en frío más suaves.

La eficiencia térmica ha mejorado, pero aquí también suena más conmovedor que nunca. Ferrari ha trabajado duro para reducir el rugido a gran velocidad, un problema que puede afectar a los descapotables. No es tan sonoro como algunos Ferrari V8 clásicos, pero pocas cosas lo son.

¿Me despeinaré mucho con el techo bajado?

El deflector de viento detrás se coloca en su posición presionando un botón en el túnel central (pero debe volver a colocarse en su lugar manualmente). Ferrari dice que realizó muchas sesiones de CFD y túnel de viento para optimizarlo. 

Reduce notablemente las turbulencias en la cabina, lo que se suma al efecto de "burbuja" que Ferrari afirma para el automóvil en general. En este caso también ayuda un spoiler de 5 mm en el riel superior del parabrisas.

El hardware y el software están perfectamente combinados. La gestión de impulso variable ajusta la entrega de torsión para adaptarse a cualquier marcha en la que estés, y el Roma Spider golpea con fuerza incluso en sexta o séptima marcha. La respuesta del acelerador es instantánea y el chasis prácticamente imperturbable. 

Los modos de conducción abarcan Wet, Comfort, Sport, Race y ESC-Off, al estilo ahora bien establecido de Ferrari. Esto está respaldado por el Ferrari Dynamic Enhancer, que ajusta la presión de los frenos en cualquier rueda que lo necesite y funciona solo en el modo Carrera, junto con el sistema de estabilidad normal y el control de deslizamiento lateral 6.0.

¿Cómo es por dentro?

En el interior continúan las audaces aventuras de Ferrari en el mundo de HMI. La pantalla del instrumento principal es HD y curva de 16" y configurable. Como antes, puedes configurarlo de varias maneras, pero casi siempre terminas teniendo el cuentarrevoluciones al frente y al centro.

El audio y otras funciones se navegan a través de un panel táctil predictivo en el lado derecho del volante, con otro a la izquierda para cambiar la temperatura, la presión del aceite, etc. El sistema ha sido depurado desde que llegó el Roma en 2020 y parece estar sujeto a constantes ajustes.

Admiramos el compromiso con la innovación pero, como siempre, algunas cosas se hacen mejor usando botones físicos en lugar de presionar una pantalla.

El veterano manettino sigue siendo una prueba tangible y elegante de esta tesis. Donde antes tenías cosas para ti mismo, ahora estás rodeado por una miríada de otros botones. Los ADAS (sistemas avanzados de asistencia a la conducción, incluido el asistente de carril y su (dis)funcionalidad asociada) llegan al Spider. 

Es un requisito legal a partir de 2024, pero hay atajos en el Spider para desactivarlo todo. Y créeme, querrás hacerlo, a menos que te guste que te acompañen varias campanadas de advertencia continuamente.

Afortunadamente, el audio y el aire acondicionado se controlan a través de una pantalla central, además de proporcionar la interfaz Apple CarPlay o Android. Es probable que sean ellos los que se encarguen de la mayor parte del trabajo pesado de la conectividad. 

Y nos encanta el panel selector de marchas que imita la puerta abierta de los clásicos manuales de Ferrari...

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Ferrari Roma Spider (3) (7 imágenes)

¿Cuál es el veredicto?

Este es un Ferrari para todas las estaciones. En lugar de comprometerlo, la ausencia de un techo fijo añade otra dimensión. Volver a un techo blando de la vieja escuela combina perfectamente con las fortalezas estilísticas del Roma y, por más modernista que sea, este es el coche más bonito que jamás haya fabricado Ferrari. Piensa en ello por un momento.

Y aunque sigue siendo tremendamente rápido, el Spider es menos nervioso que el Coupé. Una aerodinámica inteligente suprime lo peor de cuando el techo está bajado, pero de todos modos estás menos inclinado a conducirlo tan duro como el Coupé. 

Ningún Ferrari es un modelo relajado como tal, pero podría decirse que el Roma Spider hace su mejor trabajo a un ritmo menos frenético. El interior también es encantador y la HMI, que antes era frustrante, ha mejorado algo.

En definitiva, se trata de un coche fabulosamente seductor, de carácter un poco más suave pero aún centrado en su intención.