Prueba del Honda NSX Type S: la despedida de la leyenda japonesa

El dulce adiós a uno de los coches deportivos JDM más icónicos de todos los tiempos. El Type S será el último Honda NSX.

El final de la historia de uno de los reyes de los coches japoneses. El Honda NSX Type S no es solo la culminación de todos los pequeños ajustes que Honda (o Acura, que lo mismo es) hizo al NSX de segunda generación a lo largo de sus seis años de producción. 

Es una versión adecuadamente mejorada del superdeportivo: una edición más afinada y potente del coche híbrido de alto rendimiento. En muchos aspectos, el Type S se siente como el NSX que la marca debió fabricar desde el primer momento. Pero bueno, más vale tarde que nunca. Aunque sea en la dura despedida.

Un diseño mejorado para el NSX

Honda NSX Type S

Se nota a simple vista con el parachoques delantero. Y cuando vas escudriñando más detalles, lo constatas todavía más. El diseño del NSX Type S es mucho mejor que el de anteriores versiones. Lo mismo ocurre en la parte trasera, con un difusor que recibe la influencia de la versión GT3 de competición

Mucha fibra de carbono en el techo, el splitter delantero, el alerón y los faldones laterales. Las llantas delanteras son de 19 pulgadas y las traseras de 20 pulgadas: bastante básicas, en color negro. Quedan eclipsadas por la pintura gris mate Gotham Gray de este coche de prueba y por los enormes discos carbocerámicos y pinzas que guardan, en color rojo brillante.

Aunque el nuevo NSX Type S es mucho más que un simple restyling. Las suspensiones adaptativas tienen un espectro más amplio de ajuste, por lo que la configuración más suave es más confortable y el ajuste más rígido es, pues eso, más firme. 

El beneficio es doble: el Type S demuestra ser un coche cómodo para conducir por las calles o carreteras llenas de coches lentos y aburridos sobre un asfalto mal mantenido. Al menos te pone una sonrisa en la cara. Y por otro lado, en buenas carreteras de montaña y sin gente cerca, te pone una sonrisa todavía más grande.

Esas llantas negro brillante están envueltas en neumáticos Pirelli P-Zero con medidas de 245/35 R19 en la parte delantera y unos enormes 305/30 R20 en la parte trasera. Y el ancho de vías frontal y posterior es 1,0 y 2,0 centímetros más anchos que en el Honda NSX estándar, respectivamente. Todo esto ayuda con el agarre. Y la dirección también es más comunicativa.

Potencia y mecánica del Honda NSX Type S

Honda NSX Type S

Hay algo más de potencia, sí, aunque la mecánica general del NSX no ha cambiado. Sigue utilizando un complicado sistema híbrido con dos motores eléctricos montados en el eje delantero y un tercero entre el motor V6 biturbo de 3,5 litros y la caja de cambios automática de doble embrague lubricado de 9 velocidades

La pequeña batería de iones de litio del Type S tiene un 20% más de capacidad, lo que permite que el NSX funcione en modo completamente eléctrico durante períodos de tiempo más largos, aunque ten en cuenta que esto no es un híbrido enchufable

Su autonomía de larga distancia es nula y esa energía eléctrica se aprovecha, más que nada, cuando le exprimes las tuercas. Y para ayudar al motor de combustión interna, los turbocompresores tienen un aumento de presión de soplado del 6%.

En resumen, el Type S genera 608 CV y 667 Nm de par máximo. Un aumento de 27 CV que es de agradecer, aunque no es para emocionarse demasiado. Y de hecho no te vas a quejar de la falta de potencia, porque puede rodar en el circuito de Suzuka unos 2,0 segundos más rápido que el primer Honda NSX de segunda generación.

Y ojo al truco maestro: si mantienes presionada la leva de cambio izquierda, el Type S cambiará automáticamente la transmisión de doble embrague a la marcha más baja disponible, lo cual es muy útil antes de entrar en una curva para que el motor esté en su punto óptimo cuando salgas. 

En general, la caja de cambios se comporta mejor que antes, reaccionando rápidamente a mis tendencias de aceleración brusca, pero también cambiando suavemente cuando simplemente intento arrancar desde un semáforo sin armar un espectáculo (por una vez).

Finalmente, respecto al interior... Aparte de un par de elegantes piezas de fibra de carbono, no hay cambios. Eso es un poco decepcionante, ya que el interior del NSX es lo que realmente podría haber necesitado un poco de trabajo. Es lo que hay.

Sin embargo los asientos son cómodos y el cuadro de instrumentos digital es fácil de leer. Lo peor es la pantalla multimedia de 7 pulgadas: lenta, con software obsoleto... Un desaste ergonómico que también se traslada a la botonería. Y que Dios te ayude si necesitas transportar algo más grande que una mochila.

Así que... ¿Merece o no la pena?

Honda NSX Type S

Aunque el interior no sea espectacular, el NSX Type S destaca en todo lo demás. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanzar 307 km/h de velocidad máxima. No es simplemente un NSX comportándose bien, es una mejora significativa en términos de rendimiento y paso por curva. 

Siempre sentí que había más potencial por explotar en el chasis del NSX de segunda generación, y el Type S demuestra que este superdeportivo siempre fue capaz de ir más allá. Conozco a muchas personas (yo incluido) que condujeron la primera versión y salieron con una sensación de indiferencia. 

Ahora, el Type S corrige esos errores. Está al nivel de los mejores de Europa, aunque... No lo puedes comprar. O no de una manera fácil. Honda y Acura han fabricado poquísimas unidades y la mayoría han sido para Estados Unidos. Unos 300 coches por unos 171.000 dólares. Así que conseguir uno ahora es tan complicado como hacerse con el nuevo Honda Civic Type R.

Nuestro veredicto

9

Honda NSX

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Marca:

Honda