¿Has pensado en comprar un todoterreno de verdad? Uno de esos de la vieja escuela. Pues ayer tuve la oportunidad de hacer la prueba del Lada Niva gracias a un buen amigo. El coche clásico, el que tiene 30 años a sus espaldas. Y menudo espectáculo.

El mundo offroad se resiste a morir gracias a la conservación de estos vehículos antiguos y a algunas marcas modernas que siguen lanzando sus modelos sin miedo, como es el caso del Jeep Wrangler o el Ford Bronco.

Sin embargo, este Lada Niva (que además está camperizado) pertenece a una época muy anterior. Una época sin ayudas electrónicas, sin inyección de gasolina. Sin prácticamente nada salvo el conductor, acompañantes, pericia, algo de suerte y muchas risas.

Diseño del Lada Niva

Este es el Lada Niva de 1992 de Borja (@borja_monty). Una restauración y modificación exhaustiva del modelo original que, sin embargo, no pierde su esencia. Gana en todos los ámbitos posibles, tanto a nivel estético como de mecánica.

El Lada es un coche curioso. Se diseñó en una época de separación entre el bloque occidental y el ruso en el mundo. Algo que se nota en muchas de sus soluciones o decisiones de diseño. Cuadrado y en busca de la utilidad, sin inventos extraños.

En el caso de esta unidad, nos encontramos con una prominente defensa delantera del modelo original, aunque con una calandra estilo Jeep y una protección en los bajos muy necesaria en estos vehículos de aventura. Entre muchos de sus detalles, conserva los limpiafaros intactos e incluso la entrada de la palanca de arranque manual (sí, como un tanque antiguo...).

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Lada Niva 1992 (4 imágenes)

En la parte superior ha recibido una extensión de la baca para albergar, ni más ni menos, que una tienda de campaña desplegable en apenas 30 segundos. Y para acceder a ella, una escalera en la parte posterior. Ruedas en 235 mm de ancho con llantas de Suzuki Jimmy, nuevas suspensiones, sistema de escape... Y todo está homologado.

Un coche sencillamente original y mejorado. Su interior es otro mundo. Cuando Borja lo compró, estaba completamente destrozado. Metían incluso animales dentro. Ahora, lleva recubrimiento de goma en el suelo y añadidos como un sistema de palancas estilo aviación para controlar iluminación, batería o bomba de combustible.

Los asientos delanteros no son los originales, ya que los de Lada tenían fama de ser un verdadero tormento. Sin embargo, el resto de elementos conservan su aspecto de fábrica. Techo, ventanillas inclinadas para refrigerar el interior (porque no, no hay aire acondicionado) o paneles de puertas. Y un olor a coche antiguo que reconforta.

Mecánica del Lada Niva 1.6 de 1992

Antes de seguir con la prueba del todoterreno Lada Niva, hablemos de su mecánica. Lleva un motor de 4 cilindros en línea carburación de 1,6 litros y dos válvulas por cilindro con 76 CV y 118 Nm de par máximo junto a una caja de cambios manual de 5 velocidades (en esta versión) y tracción integral permanente.

Bloqueo de diferencial central, reductora, tanque de combustible de 45 litros y un consumo mixto que según los datos oficiales de la marca, supera los 10,0 litros a los 100 kilómetros. Seguramente una cifra que es bastante superior.

Sin embargo, su peso es de 1.065 kg y en esta unidad habrá bajado ligeramente gracias a las nuevas suspensiones, llantas y demás componentes modernos fabricados en materiales menos pesados. Pero volvamos al motor, porque vais a alucinar.

El coche tiene poco más de 80.000 kilómetros y cuando Borja lo compró, había dos cilindros sin compresión. Y como buenos restauradores fieles al barrio, como digo yo... Arregló la culata y el motor de combustión en la calle. Con la policía local alucinando. Pero aquí está, unos 5.000 kilómetros después. Perfectamente.

¿Cómo es conducir un Lada Niva clásico?

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Lada Niva 1992 (3 imágenes)

Durante la prueba del Lada Niva 4x4 decidimos ir a unos caminos y sendas de Guadalajara y ver de lo que era capaz. Y la sorpresa fue enorme. No hablamos de un coche cómodo ni mucho menos, pero es de los vehículos más divertidos en los que jamás me he montado.

¿Dirección asistida? Eso son moderneces. Aquí se giran las ruedas con la fuerza de los brazos y el alma. Y cuidado con meterlas en marcha en una trialera, porque si el volante te lleva la mano, a lo mejor te quedas sin muñeca.

Hay aspectos como la regulación del carburador mediante un tirador que te retrotraen a experiencias que ya se han perdido. O el embrague, ligeramente duro. La tracción 4x4 funciona a la perfección y es realmente impresionante lo que agarra en curvas de tierra este vehículo.

En caminos es una delicia, aunque debido a su motor y a que la entrega máxima de potencia está cerca de las 5.000 rpm, te exige ir alto de vueltas para avanzar sin problemas. Aunque esto no es necesario en grandes pendientes. Pero tranquilos, porque el coche ruso no le teme a nada.

Decidimos adentrarnos en terreno peligroso. Yo con cierto reparo al no conocer en exceso el comportamiento del vehículo. Borja, muy confiado. Decidí bajarme a comprobar el trabajo de las suspensiones y os aseguro que no hay tantos coches modernos a este nivel.

La ligereza se nota y los nuevos neumáticos también. El coche flexa completamente y no se queda atrás con su chasis monocasco frente a los largueros estándar. Además, indicadores añadidos a posteriori como el de Roll and Pitch ayudan muchísimo a conocer la inclinación y valores del terreno.

El bloqueo de diferencial y la reductora son armas extra cuando el Niva se enfrenta a la montaña. Prácticamente nada que objetar a un coche sin comodidades pero tremendamente divertido y único. Esa es quizá, la magia que se ha perdido en los últimos años. 

Unas sensaciones que con el auge del coche eléctrico, desaparecerán para siempre. Así que nos toca atesorar estos momentos con aficionados al motor y sus máquinas. Cuidad a los clásicos, porque son parte de nuestra historia.