Leyendas de Le Mans #7: Porsche 917, la bestia que fue domada

Uno de los coches más recordados por la afición

Porsche llegó a las 24 Horas de Le Mans en 1970 con su famosísimo Porsche 917 para desbancar por fin a Ford de una racha que parecía interminable, y que se saldó con dos victorias consecutivas para el fabricante de Stuttgart a principios de la década.

La soberbia potencia de los Ford GT40 y sus espectaculares velocidades en recta empujaron a sustituir los motores de la época, como los de 7,0 litros que usaban los americanos, por versiones de 3,0 litros desde 1968 a 1971.

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Este cambio de normativa fue demasiado rápido, y por ello se admitieron coches con motores de hasta 5,0 litros producidos en serie dentro de un denominado Grupo 4, en el que se enmarcó el Ford GT40.

A partir de 1969, ese número de unidades fabricadas se redujo de 50 a 25 por, entre otras cosas, la presión de fabricantes como Ferrari. Porsche vio ahí la oportunidad perfecta para lanzarse a la conquista de Le Mans, y esta es su historia.

Nacimiento del Porsche 917

Una de las primeras apariciones del Porsche 917, frente a miembros de la empresa.
Una de las primeras apariciones del Porsche 917, frente a miembros de la empresa.

Porsche

Todo el proyecto de diseño del Porsche 917 estuvo enfocado en la construcción de 25 unidades con un motor V12 a 180º DOHC atmosférico de 4,5 litros refrigerado por aire, basado en el Porsche 908. Todo esto bajo un límite de tiempo de solo 10 meses.

Su chasis tubular de aluminio junto a la carrocería de fibra de vidrio y diversos materiales ligeros lo pusieron con apenas 800 kg de peso sobre la báscula y una potencia de más de 600 CV. Toda una bestia que, pese a su desarrollo, no llegaba a tiempo para la homologación.

Cuentan por ahí que de las 25 unidades construidas, muchas de ellas llevaban montados incluso ejes de camión para salir del paso. Las 'ñapas' definitivas que Porsche le coló a la Comission Sportive International. Jugada maestra, porque los tipos no debieron inspeccionar aquello en profundidad y les dieron la homologación a los alemanes.

25 unidades iniciales construidas del Porsche 917.
25 unidades iniciales construidas del Porsche 917.

Porsche

En cualquier caso, se terminaron varios coches para competir en los meses posteriores y el Porsche 917 contó con dos tipos de carrocerías iniciales: shorttail y longtail. La primera, para pistas de mucha carga aerodinámica, y la segunda para circuitos donde se requería una gran velocidad punta.

El coche se presentó en 1969 ante el incansable empuje del proyecto por parte de Ferdinand Pierre, cabeza de Porsche Motorsport. Pero que no os engañen: estuvo lejos de ser una máquina perfecta. El Porsche 917 inicial era inestable y peligroso, y solo hace falta ver las imágenes de época.

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El chasis flexionaba demasiado, el coche sobreviraba en frenadas, la caja de cambios era brusca y en ocasiones fallaba... Un completo dolor de cabeza que, en 1969, demostró ser un desastre. En la primera vuelta, una de las unidades se estrelló matando a su piloto en el acto, John Woolfe.

Han Herrmann (izquierda) y Dicky Attwood (derecha), junto al Porsche 917 KH #23 vencedor en Le Mans 1970.
Han Herrmann (izquierda) y Dicky Attwood (derecha), junto al Porsche 917 KH #23 vencedor en Le Mans 1970.

Porsche

El resto de bólidos se rompieron antes de acabar la carrera, y solo quedó el Porsche 917 #12 conducido por Dicky Atwood. En palabras del propio piloto, conducir un 917 era "monstruoso". El coche tenía falta de carga aerodinámica, y a grandes velocidades era muy inestable.

Aquel día, el coche de Atwood se averió tras 21 horas de carrera con una ventaja de 6 vueltas sobre el segundo clasificado. De cualquier manera, todo era fruto del talento, porque la máquina era sencillamente horrible y ganar Le Mans así era enormemente improbable.

Las mejoras del Porsche 917 y el ascenso hacia la victoria

Llegada a la línea de meta de Le Mans del Porsche 917 KH #23 conducido por Dicky Attwood.
Llegada a la línea de meta de Le Mans del Porsche 917 KH #23 conducido por Dicky Attwood.

Porsche

En vista de estos problemas, Porsche contrató a John Wyer, antiguo ingeniero de Aston Martin y que trabajó codo a codo con Carroll Shelby en el desarrollo del Ford GT40. Tras investigaciones y varias pruebas, Wyer y su equipo solucionaron los problemas aerodinámicos.

En 1970, volvieron a presentarse en Le Mans haciendo gala de una estabilidad realmente notable en todos los aspectos. La lluvia inundó el Circuito de la Sarthe e hizo que multitud de coches se accidentasen con el paso de las horas, pero de nuevo, Dicky Atwood y su Porsche 917 #23 demostraron de lo que eran capaces. El británico ganó la prueba junto a su compañero, Hans Herrmann.

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En 1971, el Porsche 917 alcanzaría la velocidad máxima de 387 km/h en Le Mans. Un récord que la marca ostentó durante más de 20 años y con el que llegó una nueva victoria de las manos de Gijs van Lennep y el gran Helmut Marko, actual asesor deportivo de Red Bull Racing en Fórmula 1.

Porsche 917 KH #23 en las 24 Horas de Le Mans, 1970.
Porsche 917 KH #23 en las 24 Horas de Le Mans, 1970.

Porsche

A ello hay que sumarle otro récord que perduró hasta 2010, cuando el Audi R15 TDI Plus le arrebató al Porsche 917 la soberbia distancia recorrida en 24 horas de 5.334 kilómetros.

Fue en aquella edición cuando Steve McQueen decidió grabar su película 'Le Mans' en vivo y en directo sobre la pista, haciendo que el Porsche 917K de Gulf diese la vuelta al mundo gracias a la estrella de Hollywood y su afición por el motorsport. En 2017, fue subastado por casi 15 millones de euros, y es recordado como uno de los coches de carreras más bellos de todos los tiempos.

Miembros de Porsche en Le Mans junto a Steve McQueen, durante la grabación de su película en 1971.
Miembros de Porsche en Le Mans junto a Steve McQueen, durante la grabación de su película en 1971.

Porsche

Un superdeportivo sensacional que salvó a Porsche de una precaria situación económica, dando visibilidad mundial a la compañía y una enorme lista de victorias en grandes pruebas como las 24 Horas de Daytona (1970 y 1971), los 1.000 km de Spa-Francorchamps (1970 y 1971) o los 1.000 km de Buenos Aires (1971).

Como curiosidad, hay dos Porsche 917 matriculados y homologados para su conducción en la calle en todo el mundo. Una unidad se encuentra en Estados Unidos, y hace años que no se ha visto públicamente. Sin embargo, su homologación sirvió de precedente para la legalización de un Porsche 917 en el Principado de Mónaco.

Porsche 917K homologado en el Principado de Mónaco

Porsche

El afortunado propietario, Claudio Roddaro, adquirió un Porsche 917K con número de chasis 037 en 2016. Ante el ejemplo de la pieza estadounidense y tras muchísimo papeleo burocrático y algunas modificaciones (instalación de un tramo silencioso de escape, retrovisores, luces intermitentes, etc), el coche fue finalmente legalizado y se puede ver de vez en cuando por Mónaco.

Cuenta con un motor V12 de 4,9 litros con algo más de 600 CV y un peso en vacío de apenas 800 kg y unas dimensiones especialmente pequeñas frente a la creencia popular. Toda una leyenda de las carreras viva que, en tales condiciones, puede alcanzar un valor de cerca de 8 millones de euros. ¡Y más vale conducirlo con ojo!