El Bugatti Bolide, al nivel de un Fórmula 1: llega a los 3.000 kilos de fuerza aerodinámica

Bugatti Bolide

Una de las mayores curiosidades del Bugatti Bolide es su espectacular aerodinámica. Casi tres toneladas de carga y una aceleración lateral de hasta 2,5 G. 

Sin duda alguna, el Bugatti Bolide es el hiperdeportivo solo para circuito más importante de nuestra era. La última obra de la marca francesa es el máximo exponente en tecnología sin restricciones, y la aerodinámica es, sin duda, su punto fuerte. Porque está al nivel de la Fórmula 1.

Estos son los 8 datos más impresionantes del nuevo Bugatti Bolide

Manejar 1.600 CV y 1.450 kg de peso es una tarea complicada para un coche deportivo. De ahí las formas tan extravagantes con las que cuenta este Bugatti. De hecho, en la marca han expresado su deseo de que sea manejable para todo tipo de conductores y niveles. ¿Cuáles son sus claves?

Una aerodinámica sorprendente

Para empezar, nos encontramos a un vehículo lleno de aberturas. Al frente, un parachoques hueco con un splitter ajustable capaz de canalizar el aire a los sistemas de refrigeración, a las ruedas e incluso hacia la parte trasera, envolviendo la cabina por los lados.

Por supuesto, las branquias de las aletas y las salidas de aire del capó expulsan aire caliente de los sistemas de refrigeración de agua, aceite y turbocompresores. Un flujo continuo que desemboca en su enorme alerón posterior, similar al de los hypercars de Le Mans.

Todo ello sin olvidar su fondo plano y difusor, que ayudan a crear casi 3.000 kg de carga aerodinámica con efecto suelo y que permite al bólido alcanzar 2,5 G de fuerza lateral en curvas. Una auténtica bestialidad.

Bugatti Bolide

Sin embargo, los ingenieros han querido ir un paso más allá con soluciones que nunca se habían visto en un vehículo... Pero sí en las pelotas de golf. Encima de la toma de aire del techo, el Bolide tendrá unas membranas móviles capaces de hincharse o deshincharse. ¿Para qué?

El guiño en tecnología del Bugatti Bolide a los hypercars de Le Mans

Pura física. Las pelotas de Golf tienen esas protuberancias debido al número de Reynolds o Recr, un momento en el que el flujo de aire cambia de estado laminar a turbulento. Lo que no queremos en un vehículo de alto rendimiento son turbulencias, y menos justo antes de llegar al alerón trasero.

Por ello, estas protuberancias pueden hincharse formando un patrón de pelota de golf que, también gracias al efecto Venturi, aumenta la presión en la zona frontal de las pelotas y disminuye en la zona de salida, lo que vuelve a laminar el aire y lo redirige hacia los elementos aerodinámicos posteriores de manera "ordenada".

Bugatti Bolide

Otros componentes sensacionales son las llantas con aerodiscos, optimizadas para no frenar el aire pero tampoco perder capacidad de refrigeración de sus frenos Brembo. Los más grandes que se han instalado jamás en un coche. 

"Son estos pequeños, pero cruciales detalles, los que permitirán a los conductores del Bugatti Bolide tener una experiencia de circuito realmente satisfactoria", aseguró Frank Heyl, subdirector de diseño de Bugatti y una de las figuras más importantes del proyecto.

Solo se construirán 40 unidades en todo el mundo y la fábrica ya está en marcha. Cada una con un precio de 4,0 millones de euros y que incluyen un extenso programa de pruebas y shows por circuitos de todo el planeta.