Así fue el 11º Gran Premio Bugatti de Estados Unidos

Bugatti Type 35 Watkins Glen Bugatti American Club

Una tradición que viene de lejos, centrada en la marca franco-italiana

En un lejano 1928, el fundador de la marca Bugatti, Ettore Bugatti, decidió hacer un Gran Premio disputado en el circuito de Le Mans con los deportivos de la compañía. Si bien, el evento solo duró tres años y tras la crisis de los años 30' y la desaparición momentánea de la empresa tiempo después, no se volvió a celebrar.

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Sin embargo, esto fue tomado como inspiración en el American Bugatti Club (ABC) de Estados Unidos, que ya han celebrado un total de 11 ediciones junto al ABC Finger Lakes Rally. Una exhibición en circuito y carretera con los coches clásicos franco-italianos. que destaca frente a sus modernos superdeportivos, como el Bugatti Chiron o el Divo.

Gran Premio Bugatti del American Club de Estados Unidos

El evento tuvo lugar en la icónica ciudad de Watkins Glen, que alberga al famoso circuito del mismo nombre y donde se corren eventos como la Indycar o la NASCAR. Categorías sustituidas ahora por coches de la vieja escuela.

Este Gran Premio histórico estuvo totalmente abierto al público y a entusiastas, que aprovecharon a echar un vistazo a los bólidos de hace décadas. Fotografías que te dejamos aquí y que sabemos que estás deseando usar del wallpaper en tu smartphone, así que aprovecha.

El American Bugatti Club se fundó en 1960 con este objetivo. "Preservar, mantener y conducir automóviles originales producidos por Molsheim'. Y sin duda lo hacen genial, llevando sus máquinas a eventos de todo tipo, rallys o concursos de elegancia.

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Para competir, el club exige un mínimo de 3/5 piezas originales Bugatti entre las que encontramos chasis, motor, transmisión, eje trasero y delantero. Unos coches eminentemente originales y bien conservados.

En Watkins Glen se dieron cita espectaculares deportivos clásicos como el Bugatti Type 35, el Type 37, el Type 57 o el Type 59, entre otros muchos. Evidentemente, varios de ellos con diseños especiales firmados por grandes carroceros de la época.

Incluso el coche de seguridad fue un espectacular Bugatti Type 59 con número de chasis #59121 que corrió el Gran Premio de España de 1933 (cuando aún no existía la Fórmula 1) con Rene Dreyfus al volante, y que es una de las grandes joyas conservadas de aquellos tiempos.

La carrera se dividió en dos días con un total de cuatro categorías atentiendo al motor de cada coche: Clase 1 con bloques de entre 2,3 litros sobrealimentados y 3,3 litros sin sobrealimentados, Clase 2 hasta 2,0 litros sin sobrealimentar (más Bugatti Type 39A y Type 35C), Clase 3 con hasta 1,5 litros sobrealimentado de 4 cilindros y Clase 4, dedicada a los gran turismo o deportivos.

Incluso los trofeos son una reinterpretación de época en cristal de la escultura 'Dancing Elephant' de Rembrandt Bugatti, el hermano de Ettore y que coronó el capó de su famoso Bugatti Type 41 Royale. La victoria de la Clase 1 fue para el Type 51 de Brad Baker, la Clase 2 para un Type 35, Clase 3 con un Type 37A y la Clase 4 contó con un Type 35A en lo alto del cajón.

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"La alegría de organizar este evento es poder compartir la pasión por nuestros Bugatti con personas que tal vez ni soñaron nunca con ver uno. O incluso llevar ese entusiasmo a alguien que quizá nunca escuchó hablar de Ettore Bugatti", aseguró Thomas Clifford, presidente del American Bugatti Club. 

"[ ] Queremos que las personas interactúen con ellos de cerca y puedan disfrutar de estos bólidos para mantener el legado que merecen".

Una estrategia sensacional para expandir el imaginario cultural sobre Bugatti, más allá de hiperdeportivos como el Bugatti Veyron o los modelos más modernos. Todo ello con el plus de ser un evento muy público, al contrario que algunos organizados por marcas como Ferrari o Lamborghini en el resto del mundo, reservados principalmente a los allegados de las compañías.