El CEO de Koenigsegg cree que los hiperdeportivos eléctricos "extremos" deben agregar algo a la ecuación, y no solo velocidad, si se quiere que valgan la pena. En declaraciones a nuestros compañeros británicos de Top Gear, Christian von Koenigsegg confirmó la intención de su empresa de construir un deportivo eléctrico, aunque apuntó que existen dificultades.

"Ese es el desafío para todas las marcas de coches deportivos extremos", dijo ante la pregunta de cómo hacer coches eléctricos emocionantes. "Hay maneras. No creo que nadie haya logrado aún la gran diferenciación respecto a coches como el Tesla Model S o el Porsche Taycan Turbo. Están cerca en rendimiento y rango respecto a un hiper EV, y es un poco incómodo".

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"Creo que necesitas una buena razón para existir. Simplemente hacerlo genial pero sin agregar ninguna característica o elemento de significado, y luego cobrar 10 veces más... Eso no es suficiente para mí", añadió el fundador de la compañía.

Respecto a la tecnología que ya se puede ver en el coche deportivo híbrido Koenigsegg Gemera, aseguró que ya se encuentran desarrollando la batería, el inversor de corriente y lo motores eléctricos del futuro. "Vamos a tener el motor eléctrico y los inversores con mayor densidad de potencia del mundo, pero esa es solo una parte de la ecuación".

Koenigsegg se encuentra inmersa en la construcción (o más bien ampliación) de su nueva fábrica, donde se construirán las unidades del Gemera. Un hiperdeportivo híbrido de cuatro plazas con un motor de combustión interna de 3 cilindros en línea biturbo de 2,0 litros junto a un sistema de tres motores eléctricos que suman un total de 1.727 CV y 1.000 Nm de par máximo.

Además, Koenigsegg se ha reafirmado en su objetivo de romper la barrera de las 300 mph (482 km/h) con el Koenigsegg Jesko Absolut, lo que supondría todo un golpe sobre la mesa y un golpe directo a Bugatti por partida doble: los franceses tienen el récord con su Bugatti Chiron Super Sport+ 300, pero no es legal en la calle.

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Si Koenigsegg consiguiese el récord, lo haría superando a su rival y con un coche homologado para carretera. Toda una hazaña en la que Christian parece confiar. "Viendo los números y datos de rendimiento [del Jesko Absolut], sería una pena no mostrar lo que puede hacer...", sentenció.

De hecho, el coche legal para calle más rápido del mundo sigue siendo el Koenigsegg Agera RS, aunque en esta ocasión los suecos querrían usar una carretera de pruebas cerrada, y no una pública como en aquella ocasión.

"Es impresionante lo que están haciendo [otros fabricantes como Bugatti], pero tiene que haber esa distinción clara entre un coche de producción homologado y uno donde no importa lo que hagas, porque todo es gratis. La diferencia de esfuerzo es realmente compleja", concluyó Koenigsegg.