Hablemos de mecánica, de la tradicional. Hoy os vamos a contar qué es un motor en V caliente, un término que se ha puesto mucho de moda en los últimos años. Son cada vez más comunes debido a sus ventajas, aunque producirán dolores de cabeza a muchos talleres.

Este es el espectacular motor V12 tetraturbo en V caliente del Zenvo Aurora

En esencia, este término alude a la posición de los turbocompresores en vehículos con motores en V. Normalmente, con un buen grado de inclinación de ambas culatas, queda bastante espacio libre entre medias, por lo que un bloque de V caliente coloca los turbos en este lugar.

Una disposición que, como puedes imaginar, también afecta al sistema de escape, ya que hay que conseguir que los colectores envíen los gases a la turbina (o turbinas) y que estos vuelvan a salir después de hacer girar el compresor con el objetivo de introducir aire a través del intercooler y la admisión al motor.

¿Cuáles son las ventajas de un motor en V caliente?

Los turbocompresores aumentan su eficiencia en los motores de combustión cuanto más corto sean los recorridos de admisión y escape, lo que influye directamente en dinámicas como el turbo-lag del vehículo. La configuración en V caliente soluciona esto, ya que deja libres los laterales del bloque para otros elementos. En este caso, los colectores de admisión.

Tradicionalmente, estos colectores de admisión entraban por dentro de la V. Aquí, cambian su esquema con los colectores de escape y ahorran mucho espacio. Los turbocompresores quedan muy cerca de la salida de gases de ambas bancadas de cilindros, así que la respuesta también mejora de manera sustancial.

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Los únicos puntos negativos son que, por un lado, la temperatura en el interior de la V aumenta radicalmente y requiere de sistemas de refrigeración e intercooler muy bien desarrollados. Y, por otro lado, que a la hora de realizar cualquier reparación en la zona inferior, chocaremos con los turbocompresores y habrá que desmontar muchos más componentes que antes.

También supone un desequilibrio de pesos relativo, porque muchos elementos que se colocan encima elevan el centro de gravedad o suponen un dilema a la hora de pensar en la lubricación, por lo que se suele recurrir a sistemas de cárter seco.

El BMW X6 fue el primero en utilizar este tipo de motores. Ahora, lo encontramos en vehículos de BMW, Mercedes o Porsche con el Cayenne. También en superdeportivos como el McLaren Artura o el todopoderoso Zenvo Aurora, que es el vehículo más extremo con esta tecnología: un motor V12 de 6,6 litros con cuatro turbos colocados en mitad de la V. 

Una absoluta locura mecánica que produce 1.850 CV y 1.700 Nm de par máximo, gentileza de la marca MAHLE Powetrain, que construyó ese motor específicamente y en exclusiva para la marca danesa de coches deportivos de edición limitada. Así que, en efecto, parece que los motores de V caliente seguirán creciendo en los próximos años que quedan antes de la electrificación total.