Los coches de Bruno Senna

Javier Leceta

Piloto profesional y orgulloso propietario del hiperdeportivo con el apellido de su familia

Qué mejor forma de conocer los coches de Bruno Senna que repasar con el piloto profesional los artefactos de cuatro ruedas que han marcado su vida. En las siguientes líneas, Senna te cuenta toda su trayectoria automovilística. Te adelantamos que el primero fue, nada más ni menos, que todo un Audi S3. El último, a poco que le pongas un poco de imaginación, ya sabrás cuál es...

Entrevista a Bruno Senna

El primer coche de Bruno Senna

Empecé a conducir con cuatro años en aquellos buggies con motores de dos tiempos, sin marchas y volante de inercia. Con cinco años empecé con los karts. El primer coche de verdad lo conduje con siete, era un Opel Monza. Era manual y no veía demasiado, pero por suerte mi abuelo estaba junto a mí.

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Después conduje un buggy de playa que teníamos en nuestra granja -un detalle por parte de mis padres porque tenía solo siete años-. Con unos 10 aprendí a llevar un camión, un Ford F-4000. No iba muy rápido con ninguno de ellos, pero los karts se me daban bien. Entonces fue cuando empezamos a planificar mi carrera como piloto profesional.

Ya tenía el examen teórico aprobado, así que el día que cumplí 18 hice el práctico: casi suspendo por señalizar tarde. El primer coche que tuve fue un Audi S3. Era rápido, pero tuvimos que blindarlo porque en Brasil son habituales los asaltos con armas de fuego. El coche entero se blindó: los cristales, las puertas, el vano motor, el maletero... Todo esto lo lastró casi 230 kg, ahora mismo los materiales son mejores y supondrían unos 180 kg.

Tuve un accidente con este S3: no lo destrocé pero la compañía de seguros lo dio como siniestro. Así que me compré otro S3, y esta  vez convencí a mi familia para que no lo blindara. Pero tuve que venderlo cuando me trasladé a Europa para seguir con mi carrera profesional.  Al llegar compré un Volkswagen Golf R32, estaba bien pero echaba de menos el turbo del S3. El seguro era tremendamente caro, probablemente porque solo tenía 20 años.

Tras un par de años lo vendí y adquirí un BMW 335i Touring. Me encantaba. Lo necesitaba porque mi hermana y mi madre siempre iban cargadas de maletas cuando viajaban. Es probable que fuera uno de los pocos 335i Touring manuales de todo Reino Unido, motivo por el que perdí mucho dinero cuando lo vendí con prisa. Pero no me arrepiento.

Nos mudamos a Mónaco y tuve un Porsche 997 GT2 RS. Era de un amigo que quería que el coche estuviera allí. Lo utilicé poco porque entonces empecé en la F1 y viajaba mucho. Era un deportivo genial, daba hasta miedo. Pero no se llevaba bien con las calles de Mónaco, demasiadas cuestas en primera... Así que, antes de devolvérselo, decidí cambiar el embrague, algo realmente caro. Él me había dejado el Porsche durante un año y quería devolvérselo en buen estado.

Uno de los coches favoritos de Bruno Senna

Después me compré un BMW 340i. Fue hace ya unos dos años y todavía lo tengo. Me encanta, lo uso a diario. No elegí el M3 porque la diferencia de precio es muy grande, pero no las prestaciones. Claro, el M3 tiene mejor aspecto y un motor más grande, pero en realidad puedes equiparar su nivel de potencia con el del 340i.

Además de este BMW, ahora mismo tengo un McLaren 675LT Spider. Es de finales de 2016 y lo uso bastante: tiene ya cerca de 6.000 kilómetros. Tengo encargado un McLaren Senna: me lo darán para septiembre/octubre -espero que sea en octubre por mi cumpleaños-. Es un orgullo que haya un supercoche con el apellido Senna: toda la familia está muy contenta, y yo incluso más por poderme comprar uno. Aunque tengo un sabor un poco agridulce: he elegido el de fibra de carbono que fue expuesto en el Salón de Ginebra. Mi plan inicial era meterlo en el circuito y disfrutar con él, pero al final no sé qué haré: con esos materiales cualquier daño quedará ahí para siempre... Y yo quiero conservarlo en perfecto estado.