El Volkswagen Type 3 es el primer coche moderno... ¿Sabes por qué?

El Type 3 fue el primer vehículo con una unidad de control electrónico de la inyección, que fue opcional frente al sistema de carburación estándar.

El cambio de la carburación a la inyección electrónica fue todo un hito en la historia del motor. De hecho, esto acarreó la incorporación sistemática de las ECU (centralita de control) como una tecnología fundamental en los coches. Y como curiosidad, el pionero en esta revolución fue el Volkswagen Type 3 de 1968.

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En aquel año, el pequeño compacto con carrocerías berlina, fastback y familiar montó una unidad de control capaz de vigilar el funcionamiento de la inyección electrónica Bosh D-Jetronic que se ofreció como un extra en el Volkswagen 1600 E con un motor de 4 cilindros en línea atmosférico de 1,6 litros.

Esto convirtió al coche en el primero del mundo con esta solución técnica, a lo que se agregó una caja de cambios automática para mandar los 54 CV de potencia del bloque al eje trasero. No era mucho para la época y la tecnología era arcaica, pero fue un primer paso hacia la modernidad.

Inyección electrónica Bosh D-Jetronic: en busca de la reducción del consumo

Motor del Chevrolet Corvette Fuel Injected

Courtesy of RM Sotheby's

La clave principal para el salto de la carburación a la inyección fue el ahorro de combustible. Un problema que arrastraban los carburadores, que siempre mantenían un flujo de gasolina activo incluso al levantar el acelerador. Por no hablar del mantenimiento necesario para su correcto funcionamiento.

La inyección entró en juego con un control electrónico que dictaba cuándo introducir combustible en el bloque, en que cántidad (nivel de presión) y cuándo no inyectar nada. Esto se conseguía mediante diferentes sensores y cada inyector de gasolina era controlado de forma independiente para cada cilindro.

Unos comienzos geniales pero difíciles, porque la novedad mecánica no caló entre profesionales y clientes que prefirieron durante algunos años más la carburación. Sobre todo en los coches deportivos, como los italianos. Buen negocio para marcas como Weber y DeLlorto...

De hecho, hay que distinguir entre inyección electrónica y de flujo continuo. Una forma directa que ya existía hace años y que se vió en modelos como el Chevrolet Corvette Fuel Injected de 1958, aunque no solucionaba precisamente el problema de los consumos.

En definitiva, hace más de 50 años que surgió una solución que se sigue empleando hoy en día y que solo será reemplazada tras la muerte de los motores de combustión interna tras el ascenso de los coches eléctricos. Parte de la historia y de la potencia y el rugido de nuestros motores favoritos.